El pasado 2 de octubre tuvo lugar en el Auditorio CaixaForum de Barcelona la I Jornada sobre Salud y Bienestar Emocional, dedicada al bienestar y las emociones, que reunió a cerca de 300 directivos y profesionales. El evento, organizado por la entidad experta en servicios de atención psicológica Fundación Salud y Persona, puso de manifiesto cómo las personas emocionalmente saludables son más felices y tienen un nivel de compromiso laboral superior, lo que facilita un mejor clima de trabajo y reduce el absentismo.
En el marco del encuentro se desarrolló una mesa redonda acerca de experiencias prácticas de empresas saludables, en la que participaron Juan Jesús Domingo, consejero delegado de Mémora; Josep Santacreu, consejero delegado de DKV Seguros; y Pilar Solanes, responsable del Departamento de Salud del Ayuntamiento de Barcelona. Según ha informado Europa Press, tanto el consejero delegado de Mémora como el de DKV consideraron el aspecto emocional en las empresas, ya sea con los clientes como con los propios empleados, imprescindible.
En este sentido, Domingo subrayó que las emociones y la salud son algo esencial en la compañía, ya que si se quiere ayudar a personas el equipo debe ser capaz de gestionar emociones. “Desde Mémora trabajamos en ello a nivel interno bajo la premisa de ‘cuidado a los cuidadores’, ofreciendo recursos a los trabajadores expuestos a las emociones como expertos y grupos de trabajo”. También destacó que a nivel externo tienen proyectos como el de ‘ciudades cuidadoras’, cuyo objetivo es que las personas mayores no lleguen al final de su vida en soledad en las grandes ciudades.
Por su parte, Santacreu anotó que la mirada de las empresas ha cambiado y que una compañía es la suma de sus relaciones, donde la parte emocional es clave. “Veo fundamental la implicación de los empleados con el proyecto de la empresa y considero que los aspectos emocionales son cada vez más importantes también para la competitividad”. Asimismo remarcó que para la salud y el bienestar a largo plazo del trabajador es más importante tener un buen jefe que un buen médico, y son los directivos quienes tienen “responsabilidad moral” en la calidad de vida de sus empleados.
“Las compañías han de proponer propósitos alcanzables a sus empleados y en los que se encuentren cómodos con sus valores. Los nuevos talentos eligen dónde trabajar y si encaja con sus valores”, señaló el consejero delegado de DKV, un punto con el que Domingo también coincidió.