Cuando hablamos de patrimonio, hacemos referencia a la hacienda que alguien hereda de sus ascendientes, de ahí que históricamente esté relacionado con la herencia.
Parcemasa, según explican sus representantes en el X Especial Cementerios editado por Revista Funeraria, no es sólo un cementerio, ya que atesora un patrimonio que recoge una herencia. Una sucesión que nos han ido dejando los malagueños -algunos de ellos personajes ilustres- quienes, sin haber nacido en estas tierras, han depositado aquí su corazón y talento, nutriendo nuestra cultura y nuestra forma de hacer y vivir. Y no hay que olvidar la riqueza que brinda la naturaleza, la cual en su ciclo vital de generación y transmutación, ha ido ofreciéndonos especies ricas y autóctonas. Un patrimonio proveniente de nuestros ascendentes, y cuya misión y cometido es dejárselo a nuestros descendientes preservando su esencia viva.
Cuando hablamos de Parcemasa como lugar de conservación del patrimonio, hacemos referencia sobre todo a cultura, a esas costumbres de todas aquellas personas que han ido construyendo y alimentando, generación tras generación, un océano de riqueza propio de nuestra tierra, usufructo del malagueño y de quien nos visita.
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