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Cementerios

XII Especial Cementerios. La tenienta del Concello de Lugo Mª Cristina López nos habla sobre el Cementerio de San Froilán

El Cementerio de San Froilán se inaugura en 1948 y en 1998 se amplía hasta alcanzar los 108.000 metros cuadrados con los que cuenta en la actualidad. Se estructura en dos partes, una más antigua y otra más moderna que recoge las nuevas tendencias funerarias. Gestionado por el Ayuntamiento de Lugo, el camposanto dispone de más de 15.000 unidades de enterramiento, de las cuales cerca de un 55% son nichos elevados. Recientemente, se han realizado obras de mejora y ampliación del cementerio con la presentación de nuevos espacios.

Sobre estos y otros temas nos habla en esta entrevista Mª Cristina López, quien apunta que “es necesario realizar un análisis de los distintos escenarios futuros para poder anticiparse a las posibles transformaciones que permitan adaptar los cementerios a las nuevas tendencias, de modo que su visión como espacios donde el recuerdo, la introspección y la valoración de lo vivido, la honra a la memoria individual y colectiva sean la bandera”.

El actual Cementerio Municipal de San Froilán sustituyó hace cerca de 75 años las antiguas instalaciones de Magoi. ¿Puede explicarnos de manera breve los orígenes del camposanto?

Efectivamente, el Cementerio Municipal de San Froilán de Lugo es más reciente que muchos de los grandes cementerios con los que nos encontramos y de los que hoy podemos disfrutar. Es fruto de un proceso necesario de reubicación del Cementerio General de las Arieiras de Magoi que, inaugurado en el año 1858 cumplía con la cédula real de 1758 dictada por Carlos III, la cual por razones sanitarias ordenaba la construcción de cementerios generales en lugares apartados y ventilados.

Contra todo pronóstico, la expansión urbanística de una ciudad en pleno crecimiento, en el primer tercio del Siglo XX, obliga su traslado a un lugar más apartado, siendo clausurado en el año 1948 a la par que se inaugura el Cementerio de San Froilán al que se trasladan sepulturas y restos óseos por parte de las familias al nuevo cementerio, al tiempo que las construcciones funerarias públicas y privadas más relevantes que hoy lucen en la necrópolis lucense.

¿Cómo ha evolucionado el recinto desde entonces?

Su capacidad se ha visto desbordada y, para dar servicio a una población en aumento, en el año 1998 fue necesario acometer su ampliación, para lo cual se procedió a la dotación de un nuevo espacio que, con 61.000 m2, completa el total de 108.000 m2 con los que cuenta el camposanto en la actualidad. De este modo el recinto, con toda su extensión, se estructura en dos zonas muy diferenciadas, la zona más antigua, que corresponde al cementerio patrimonial, inaugurado en 1948, y la zona nueva que con un diseño totalmente modernista aporta al conjunto, además de unidades de enterramiento de distintas tipologías para poder satisfacer la demanda de la ciudadanía, nuevas zonas de recogimiento acordes con las nuevas tendencias funerarias.

El cementerio es uno de los pocos de gestión totalmente pública de todo el estado. ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene este modelo de gestión?

El Cementerio de San Froilán es gestionado directamente por el Ayuntamiento, a través de sus órganos y con medios propios. La gestión municipal directa no está condicionada por la maximización de beneficios, sino que puede garantizar la prestación de un servicio de calidad regulando los precios de tasas y precios públicos a través de ordenanzas fiscales. Se trata de un modelo con una única preocupación: alcanzar la racionalidad y sostenibilidad, no los beneficios empresariales. Los inconvenientes vienen de la mano de la burocracia y la rigidez en la tramitación, siempre mayor en la administración, patente sobre todo en la gestión de personal cuya dotación está sometida a complejos y lentos procesos.

¿Qué objetivos persiguen desde el consistorio en relación a la propia gestión cementerial?

Pretendemos una prestación óptima e integral del servicio público de cementerios donde se encuadra tanto la realización de los servicios solicitados de inhumación, exhumación, traslados, como los de mantenimiento del recinto y sus infraestructuras en unas condiciones de máxima calidad que faciliten a las personas usuarias los procesos de despedida y propicien el recuerdo y la introspección. Para ello se potencia el comportamiento ético y responsable del equipo humano del servicio y de las condiciones de profesionalidad, confidencialidad y respeto que deben primar siempre en el desarrollo de estas tareas.

Queremos mejorar las instalaciones y la imagen para que, cada vez más, las personas visitantes se aproximen sin recelo y sin prejuicios a visitar a sus difuntos. También es nuestro objetivo poner en valor el patrimonio histórico y cultural que se custodia en el recinto y para ello trabajamos a través de convenio con la Facultad de Humanidades de la USC (Universidad de Santiago de Compostela) en la catalogación e inventariado de las construcciones funerarias del camposanto.

La idea es mimar, cada vez más, el aspecto emocional que consideramos básico en este servicio y en ese sentido defendemos y presentamos al cementerio como un lugar de celebración de la vida, de recuperación de nuestra memoria social, propia y colectiva. Y queremos cuidar de las personas que se aproximan al cementerio, realizar actos de honra y recuerdo a los difuntos y promover una visión más positiva de la vida donde la muerte se reconoce como un tránsito necesario y natural.

Se han desarrollado diversas obras de mejora y ampliación del camposanto, ¿en qué han consistido?

La de mayor envergadura, como he comentado antes, fue la realizada en el año 1998 para ampliar el recinto en un total de 61.000 m2, con zonas de construcción de nichos, sepulturas, mausoleos y otras dotaciones. Así pues, se han ido construyendo, según las necesidades derivadas de la demanda de la ciudadanía, bloques de nichos y sepulturas de diversos tipos. Se han realizado también fuertes inversiones para la urbanización de la parte monumental, con el hormigonado de los viales principales, estando actualmente presupuestada una nueva fase del proyecto para incorporar otras cuatro vías interiores.

El interior de las secciones, entre sepulturas, también ha sido hormigonado, quedando totalmente finalizado y saneado. La zona exterior y accesos se han asfaltado este año con el pintado y urbanización de toda la zona de aparcamiento. Recientemente se han construido alrededor de 644 nichos y están en construcción 42 sepulturas en la zona monumental, con lo cual se sobrepasarán ya las 15.000 unidades de enterramiento, alcanzando el número de 15.035, de las cuales aproximadamente un 55% son nichos elevados. Se ha realizado también un esfuerzo en la inversión para la humanización y confort de las instalaciones con el fin de hacer la visita más acogedora. Se ha dotado también de espacios para la reflexión y el recuerdo como el ‘Xardin das Lembranzas’ con bancos y fuentes, así como un monumento modernista alegórico al ciclo vital, estando actualmente prevista la inauguración de un espacio para duelo perinatal.

En los últimos años, los cementerios se han posicionado como una parte más de la oferta cultural de la ciudad. ¿Qué iniciativas llevan a cabo y cuáles tienen previstas para dar a conocer el patrimonio que alberga este cementerio?

A pesar de contar con menos de 100 años de antigüedad, el Cementerio de San Froilán ha incorporado la riqueza patrimonial del antiguo cementerio municipal de la ciudad al nuevo recinto donde se combinan sabiamente elementos arquitectónicos de la segunda mitad del S.XIX como los panteones neogóticos, barrocos o indianos con las nuevas tendencias arquitectónicas, sumando incluso elementos de tendencia tan actual como el instalado en el ‘Xardin das Lembranzas’ conocido como la vela, monumento abstracto que representa el ciclo de la vida desde una perspectiva metafísica o el más reciente, constituido por una alegórica representación en acero corten del impacto del ciclo vital en las personas y los grupos familiares.

Constituye un valor añadido el mismo diseño realizado por el entonces arquitecto municipal Eloy Maquieira, con una tendencia clara al racionalismo histórico arquitectónico del que fue figura relevante, el cual se plasma en su estructura y que ha sido fielmente respetada en su paulatino crecimiento e incorporación de nuevas construcciones.

Esta estructura racional y equilibrada, junto a su amplitud, a los criterios de construcción seguidos, así como a la dotación de espacios para la reflexión en los que se entremezcla la poesía que se salpica entre los macizos de flores con la belleza de la vegetación, proporciona una sensación de paz y armonía al visitante, convirtiéndolo en un lugar idóneo para la reflexión, el recuerdo y la reconstrucción emocional íntima y personal. Todo ello bajo la cálida mirada del poema ubicado a la entrada en el que el consuelo y el sentido positivo de la vida y la muerte dan paso a una amable continuidad del ciclo vital.

¿Qué acogida han tenido por parte de la ciudadanía las diversas propuestas?

En cuanto a las iniciativas de proyección social y su acogida por la ciudadanía, el cementerio tiene un programa de actividades socio-culturales, que no solo ha evolucionado y avanzado exponencialmente en los últimos años, sino que es muy valorado en cuanto a éxito y afluencia. Así, contamos con visitas guiadas académicas; visitas teatralizadas que realizamos con apariencia externa de tertulias de domingo, donde los difuntos toman forma y nos recuerdan sus logros, su huella y las formas de vida en la sociedad pretérita; invitamos también a la ciudadanía a disfrutar en este entorno privilegiado del teatro clásico en su versión más innovadora e interpretada por grupos de teatro emergentes en la ciudad, fundamentalmente intérpretes muy jóvenes, con obras como Don Juan, Fragmentos de la Vida de Lorca o Donjuanin, la versión de Don Juan interpretada por los más pequeños, sector al que se presta una especial atención al ser relevante su papel en la sociedad futura.

No nos olvidamos de los performance especiales para el día de la madre y del padre, acompañados siempre de la ofrenda floral; de los conciertos de música clásica para los días de máxima afluencia en la celebración de difuntos. Este año concretamente hemos dispuesto de lo que denominamos concierto infinito, distintos grupos de música clásica coordinados a lo largo y ancho del recinto de modo que no hubo rincón en el que la música estuviera ausente. El pasado día de difuntos, como novedad, colocamos un Árbol de Luz en la entrada del cual todas las personas visitantes que así lo quisieron pudieron colgar mensajes de amor y recuerdo escritos en cintas de raso. Más de 500 metros de cintas cuelgan aún hoy de sus ramas, creando un cálido entorno de luz colectiva que ilumina la memoria de los moradores y moradoras del recinto.

Este año ha sido especialmente prolífico en actividades y todavía no ha finalizado ya que tenemos pendiente la realización de la programación escolar con 35 visitas de niños de entre 8 y 9 años que serán recibidos y guiados por un grupo teatralizado por los lugares más bellos en los cuales puedan comprender el significado del ciclo natural de la vida y el concepto de la Memoria y el Recuerdo. En fin, todavía queda mucho por hacer para cerrar el año y lo hacemos con la satisfacción de haber llegado a un número importante de personas que se han querido acercar al cementerio y que han valorado y comprendido el trabajo realizado y el mensaje implícito.

La situación del camposanto cerca de la Ruta Jacobea, ¿supone alguna ventaja?

No cabe duda de que constituye un valor añadido al cementerio y supone un atractivo más para turistas y visitantes que pueden hacer un alto en el camino y disfrutar de la paz y sosiego que ofrece, además de su riqueza patrimonial y de su historia.

¿Por qué es importante conservar y difundir el valor patrimonial de estos recintos?

En primer lugar, es necesario partir de que el concepto de patrimonio cultural comprende no solo los bienes tangibles sino también los intangibles. Todas y cada una de las construcciones funerarias que conforman los recintos funerarios incorporan además del valor arquitectónico o artístico, el rastro de toda una filosofía y cultura generada alrededor de la muerte, identitaria de sociedades y épocas a lo largo de su historia, además de la carga emocional propia del momento y lugar que se respira en los cementerios y que se adhiere a cada una de las construcciones funerarias, imprimiéndoles un carácter propio e inconfundible.

Una carga emocional que contiene sentimientos encontrados, el de dolor por la pérdida con el de alivio por la aceptación, el de vacío por la ausencia con el de la esperanza parejo a la reconstrucción y reinicio del propio ciclo vital. Por este motivo, no solo la conservación y difusión, sino también la procura del acercamiento de las personas al cementerio, son imprescindibles para propiciar el reencuentro con la historia de nuestros antepasados, de los anteriores pobladores de nuestra ciudad que con su pequeña o gran huella, con sus logros, sus fracasos, han forjado la sociedad actual que continúa su evolución con nuestro ejercicio vital, el reencuentro en definitiva con la Memoria Viva de la ciudad. Y este es el proyecto que venimos liderando en función del cual recuperamos la historia social de nuestra ciudad a través del recuerdo y honra de sus moradores/as.

El Cementerio de San Froilán fue seleccionado por la revista National Geographic como uno de los cementerios más bonitos del mundo. ¿Con qué otros reconocimientos cuentan?

Sí, tenemos el orgullo de contar con varios premios que no dejan de ser un reconocimiento y valoración al trabajo realizado y, por supuesto, un gran estímulo para continuar en la misma línea. En el año 2015 nuestro camposanto obtuvo el galardón al Mejor Monumento Arquitectónico Funerario de España en el Concurso organizado por la Revista Adiós Cultural y en el año 2017 obtuvo también el primer premio en el concurso de ‘Mejores actividades de puertas abiertas en cementerios españoles’ también organizado por dicha publicación.

En diciembre de 2021 Lugo acogía el primer foro de debate en el ámbito cementerial sobre musealización de cementerios. ¿Qué destacaría de este encuentro?

Fue un foro de debate en el cual la musealización de cementerios era el núcleo fundamental de controversia o de debate de la mesa redonda convocada, debido a las distintas vertientes a considerar al tratarse de espacios que albergan un importante patrimonio cultural en el sentido más amplio e integral del concepto. Es decir, no solo monumentos arquitectónicos que constituyen la parte tangible, sino también y como parte indisoluble las emociones que encierran y la cultura funeraria que transmiten, lo cual requiere un tratamiento muy específico. En el encuentro, contamos con el Secretario Permanente de la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, Diego Andrés Bernal Botero, y la Catedrática de la Facultad de Humanidades de la USC, Ana Goy Diz. La grave enfermedad de esta última, recientemente fallecida, obligó a suspender el evento en aquel momento, cuestión que se retomará en el próximo año.

En todo caso, indicar que esta I Jornada Iberoamericana de Cementerios patrimoniales sobre musealización de cementerios tuvo su origen en el XXII Encuentro Iberoamericano de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales: Los cementerios como museos a cielo abierto, celebrado en Catamarca-Argentina (modalidad virtual), en el que el Cementerio de San Froilán participó con la ponencia ‘Los espacios emocionales y su musealización: El cementerio de San Froilán: Espacio Memoria Viva’. En la misma se expuso el proyecto, actualmente en ejecución, de musealizacion del patrimonio funerario mediante la creación de un nuevo espacio que, por su configuración acristalada, ha adoptado como visión la de constituirse en una ventana hacia el patrimonio funerario que se custodia en el recinto, considerando su valor artístico y cultural en estrecha relación con las emociones que se encierran en cada una de las construcciones.

¿Qué acciones relacionadas con la sostenibilidad están llevando a cabo en la gestión de los cementerios?

La misma construcción del Espacio Memoria Viva aprovechando un espacio soportalado, en su día destinado a que la comitiva de acompañamiento fúnebre se guareciese de la lluvia en una geografía de clima complicado, se utiliza actualmente para guardar maquinaria u otros enseres similares. Así, mediante el cierre de los arcos con cristaleras, se consigue el acceso visual a su interior y a su contenido, al mismo tiempo que desde el interior se conecta con el exterior, con el camposanto, consiguiendo así un doble objetivo: la reutilización de un espacio en este momento estaba infrautilizado y la incorporación de un nuevo recurso para usos culturales.

Ante el incremento de la cremación, ¿han desarrollado algún plan estratégico para dar respuesta a las nuevas demandas?

En cuanto a los espacios destinados al esparcimiento, se ha habilitado una zona denominada ‘Xardin dos arumes’ preparada específicamente para el enterramiento de cenizas en urna, en depósitos específicos ubicados al pie de arbustos de lavanda y romero. También se ha habilitado un lugar para esparcimiento de cenizas y colocación de placas identificativas. Destacar que en los últimos tiempos se ha incrementado el porcentaje de entierros de cenizas, estando actualmente en una proporción del 20% sobre la inhumación tradicional.

¿Cómo creen que deben ayudar a gestionar los duelos y la memoria de los difuntos?

La mayor parte de las actividades que venimos realizando en el cementerio están orientadas a la gestión del duelo mediante la potenciación de actitudes resilientes, de aceptación y de celebración de la vida de los que se han ido. Tal y como hemos enfocado hasta ahora la gestión del duelo en cada una de nuestras actividades, es decir, trabajando la esperanza, el recuerdo, la celebración de la vida como mitigación del dolor, del duelo por la separación, la aceptación asertiva que favorezca la transformación de la pena en agradecimiento, en la satisfacción de haber compartido la vida que se fue.

¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en el desarrollo de la actividad cementerial?

Las nuevas tecnologías están presentes en casi todos los ámbitos de la gestión funeraria: simplifican las actividades administrativas, mejoran los mecanismos de automatización para facilitar la ejecución de tareas, mejoran la comunicación y la difusión de bienes y servicios, aproximan a las personas en la distancia, pero no pueden sustituir el calor humano imprescindible para una buena y eficaz atención a las personas en los momentos más difíciles, la ayuda en el duelo, el ánimo y el consuelo, el acompañamiento.

¿Cómo creen desde el área de cementerios que serán los cementerios del futuro?

En el momento actual se están produciendo cambios en los usos y costumbres funerarios, sobre todo por el impacto de la incineración y la secularización de la sociedad, que están cambiando también la forma de entender los cementerios como espacios de custodia de los restos mortales, cuestiones que obviamente inciden en la visión futura de los cementerios.

En este sentido, la tendencia en ascenso de la incineración y el cambio hacia la custodia propia de las cenizas o su esparcimiento fuera de las necrópolis, perjudican gravemente y ponen en cuestión el papel de los cementerios del futuro, ya que las nuevas generaciones se alejan peligrosamente de estos recintos. Es necesario realizar un análisis de los distintos escenarios futuros para poder anticiparse a las posibles transformaciones que adapten los cementerios a las nuevas tendencias, de modo que su visión como espacios donde el recuerdo, la introspección y la valoración de lo vivido, la honra a la memoria individual y colectiva sean la bandera.

¿Cuál será la función de los gestores de estos espacios?

Para lograr tal fin, los gestores de cementerios debemos de tener en cuenta su imagen que es importante, el cuidado, ajardinamiento y la humanización con elementos urbanos poco invasivos ayudan. También lo es la generación de nuevos espacios para las cenizas que, junto a la apuesta por la dotación de nuevos lugares para el recuerdo, la esperanza y el duelo introspectivo, hagan atractiva la vuelta a los recintos.

Además de estos aspectos, es necesario realizar un profundo trabajo a través de actividades sociales y culturales, conferencias, debates, talleres, visitas, etc., en una doble vertiente cultural y emocional: por un lado, de puesta en valor del patrimonio funerario, para su conservación y difusión y, por otro lado, el orientado a cambiar o proponer una nueva actitud de acercamiento al cementerio, desde la resiliencia, no como aquel recinto que encierra, que nos roba a aquellos a los que amamos sino, al contrario, aquel lugar de paz en el cual reposa su memoria, en el cual podemos celebrar sus vidas, valorar lo vivido y realizar la alquimia emocional que nos ayude a transformar el dolor de la separación en consuelo, aceptación y esperanza.

Por último, y como colofón, quisiera poner en evidencia que el lugar que ocupa hoy el Cementerio de San Froilán es fruto del arduo, insistente y estratégico trabajo realizado por el equipo que, tanto a nivel de responsabilidad administrativa como técnica, ha sabido mantener la línea de actuación llevada a cabo a lo largo de tantas como cinco legislaturas, logrando ilusionar y sumar diferentes perspectivas a los objetivos propuestos, todos ellos dirigidos a la valoración patrimonial del cementerio y a su recuperación como centro cultural, social y emocional para nuestra ciudad.

Consulta la entrevista completa a Mª Cristina López, Tenienta de Alcaldesa de Participación y Servicios para la Vecindad del Concello de Lugo, sobre el Cementerio de San Froilán en el XII Especial Cementerios, editado por Revista Funeraria.

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