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Cementerios

XII Especial Cementerios. Vitoria-Gasteiz pone en valor sus recintos funerarios

La capital alavesa de Vitoria-Gasteiz alberga tres cementerios. Uno de ellos, sin actividad y hoy convertido en parque, está situado en el barrio de Judimendi. Tras la expulsión de los judíos en 1492, ordenada por los Reyes Católicos, las autoridades locales respetaron ese terreno sagrado para la comunidad sefardí como espacio de paz en el que no debe edificarse. La ciudad dispone de otros dos recintos, el de El Salvador y el de Santa Isabel, ambos gestionados por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Este último, enclavado dentro de la ciudad y sin posibilidad de ampliación, no permite inhumaciones si no se dispone de un panteón ya adquirido. Se trata de un recinto que data del siglo XIX y cuenta con un alto valor patrimonial. Precisamente, la falta de espacio llevó a la inauguración, en 1973, del Cementerio de El Salvador, situado a unos cinco kilómetros de la ciudad, el cual recibe en la actualidad los restos de los fallecidos, teniendo todavía espacio, tanto en su perímetro actual como en terrenos adyacentes.

El Cementerio de Santa Isabel toma el nombre de una antiquísima ermita y su barrio contiguo. Antes de su creación, los difuntos eran inhumados en el interior de las iglesias, pero con la expansión demográfica de la época surgieron diferentes epidemias que llevaron a las autoridades a obligar a la construcción de recintos funerarios alejados de la población, en zonas ventiladas y lejos de los cursos de agua. Así, con la aprobación en 1787 por parte de Carlos III de la Real Cédula referente a la creación cementerios extramuros de la ciudad tras una epidemia de tifus, en 1803 se aprueba la construcción del recinto, cuyas obras se inician en noviembre de 1804 bajo las órdenes del arquitecto Manuel Echanobe, y en marzo de 1808 se bendicen con premura los terrenos, debido a que muchos fallecidos por la epidemia debían ser inhumados lo antes posible.

A lo largo de su historia, el recinto ha experimentado diversas obras de mejora y ampliación, la última de ellas entre 1956 y 1958, momento en que se añade una superficie de 1.100 metros cuadrados, lo que lo convierte en el cementerio de más de 57.000 que conocemos actualmente. Al estar totalmente integrado en la ciudad, el camposanto no tiene espacio para seguir creciendo en superficie y solo se permiten los enterramientos en panteones ya adquiridos.

Debido a que los cementerios se han posicionado en los últimos años como una parte más de la oferta cultural de las ciudades, el Departamento de Turismo de Vitoria, sabedor de la importancia de conservar y difundir el valor patrimonial de estos recintos funerarios, estableció hace tiempo un conjunto de actividades destinadas a poner en valor y a dar a conocer el arte y la historia que atesora este camposanto.

Entre ellas, además de conciertos y recitales de poesía, destacan las rutas por el Cementerio de Santa Isabel, guiadas de la mano de Marta Extramiana, escritora y experta en la historia y patrimonio de este camposanto que acoge las tumbas de algunos de los más célebres personajes de la historia de Vitoria-Gasteiz, pero también de asesinos como Juan Díaz de Garayo, el Sacamantecas vitoriano.

Es precisamente Extramiana quien firma los textos que encontramos en el documento ‘57. 072 m2 de Arte y Memoria’, un recurso valioso para aquellas personas que quieran visitar este camposanto: un conjunto de siniestra belleza, con gran variedad de estilos artísticos”.

En esta guía, la autora expone con detalle el origen y la evolución del camposanto a lo largo de sus más de dos siglos de historia y propone tres recorridos. Uno de ellos tiene como protagonistas dos capillas-panteones de las 42 que encontramos en el cementerio. El segundo se centra en 13 de los panteones del recinto que sobresalen por su magnificencia y obra escultórica. Por último, encontramos el Itinerario Personajes Ilustres. En el Cementerio de Santa Isabel reposan los restos de muchos alaveses relevantes en distintas áreas como la política, el comercio e industria, el ámbito militar, las artes, las ciencias y el deporte. Extramiana ha querido enfocar la atención del visitante en 13 personajes de distintas épocas y ocupaciones, entre los que subraya al arquitecto Justo Antonio Olaguíbel, artífice de la Plaza de España y de los Arquillos, y que fue enterrado en el cementerio alavés en 1818.

Asimismo, destaca la leyenda del panteón de Julián Zulueta: se dice que la estatua del ángel que corona el mausoleo puede mover su brazo y señalar a las personas visitantes, lo que significa que morirán en una semana.

La gestión cementerial de los recintos vitorianos

Además de la puesta en valor del patrimonio funerario, desde el consistorio vitoriano se persigue el objetivo de modernizar el servicio para dar la respuesta necesaria a los retos actuales. Entre ellos, predominan los relacionados con la gestión de las cenizas y la creación de espacios para su destino final, debido al incremento de las cifras de incineración, una tendencia creciente en los últimos años a nivel nacional, y que en Vitoria alcanza ya el 45% de los servicios prestados. Así, en 2014 se creó un Jardín de Cenizas en el cementerio de El Salvador, un espacio empedrado donde se pueden esparcir las cenizas de un fallecido sin necesidad de adquirir una concesión de derecho funerario.

El espacio, que los gestores del camposanto desean mejorar y ampliar, consta actualmente de dos zonas diferenciadas. Un área para columbarios y otra para el depósito de cenizas, ambas con un mismo objetivo: ofrecer alternativas reales a las familias que optan por la incineración y que cada vez son más en Vitoria.

El jardín, rodeado de un muro vegetal, hace posible depositar las cenizas en un compartimento especial junto al que se ubica un panel memorial en el que se puede colocar una placa con los datos del difunto. En la misma parcela, el ayuntamiento levantó cuatro bloques de columbarios, que suman un total de 256 unidades, cada uno con capacidad para seis urnas, lo que permite alojar un total de 1.536 urnas para cenizas.

En opinión de Kepa Arza, Responsable de Cementerios de Vitoria-Gasteiz, para quien una gestión eficaz de los recintos es la mejor presentación ante la sociedad, existe una tendencia clara y es que la ciudadanía “no quiere gastar en el cementerio”, por ello, “los camposantos que no estén preparados para la recepción de cenizas de forma atrayente” podrían tener dificultades en la administración en los próximos años.

En cuanto a la ayuda al duelo, un aspecto en el que los cementerios han volcado gran parte de sus esfuerzos, Arza hace hincapié en la importancia de que todo el servicio funerario se desarrolle con la máxima profesionalidad y empatía hacia las familias que pierden a un ser querido. “Considero que es la mejor manera de ayudar en el duelo. Es importante mantener los recintos limpios y en buen estado constructivo con el fin de rendir el mejor homenaje a la memoria de los difuntos”. Además, debido al aumento de ceremonias laicas, incide en la presencia de un orador aconfesional que aporte la solemnidad necesaria en las despedidas que se celebran sin la presencia de un sacerdote.

Por otra parte, el Responsable de Cementerios otorga gran importancia al papel que juegan las nuevas tecnologías en el desarrollo de la actividad cementerial. “Como en cualquier servicio, la actualización tecnológica es básica. Debemos preparar el acceso a nuestra base de datos desde cualquier dispositivo. También hay que facilitar el poder adquirir una sepultura, buscar y ubicar un fallecido o gestionar trámites de manera digital”.

Una de las prioridades del ayuntamiento es habilitar un espacio para el duelo gestacional, perinatal y neonatal, que se ubicará en el recinto de El Salvador con el objetivo de que las familias cuenten con un espacio de “recuerdo, recogimiento y reparación del dolor”, tal y como anunciaba el pasado mes de octubre el alcalde de la ciudad, Gorka Urtaran. En esa línea, la concejala de Convivencia y Diversidad, Miren Fernández de Landa, trasladaba la propuesta a la asociación Esku Hutsik, que presentó una proposición no de Ley en el Parlamento Vasco para visibilizar su realidad.

La decisión municipal es la de crear un espacio de tranquilidad en El Salvador que ayude a gestionar este tipo de duelo. Para ello se plantará un árbol en una parcela cercana al Jardín de las Cenizas y se habilitarán zonas de estancia.

Agenda Urbana 2030

En cuanto a las acciones relacionadas con la sostenibilidad que se están llevando a cabo en los cementerios de Vitoria-Gasteiz, cabe destacar que el pasado 9 de septiembre la Junta de Gobierno Local aprobaba la Agenda Urbana 2030, una hoja de ruta en la que la ciudad afronta su futuro con una estrategia basada en criterios de sostenibilidad en su triple vertiente: social, económica y medioambiental. El documento se basa en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, la cual establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).  Así, gracias a la Agenda Urbana 2030, los ODS serán un elemento común que guiará todas las actuaciones, incluyendo las relacionadas con el ámbito cementerial.

Consulta el artículo completo ‘Vitoria-Gasteiz pone en valor sus recintos funerarios‘ en el XII Especial Cementerios, editado por Revista Funeraria.

Visita la Hemeroteca digital del Especial Cementerios

 

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