En el año 2012 el sector funerario asumió el incremento de trece puntos porcentuales del IVA, que pasó del 8% al 21%. Una subida que ha tenido importantes repercusiones negativas en este ámbito de actuación. En este sentido, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) destaca que la presión fiscal en España sobre las empresas es muy elevada y pide, mediante el documento “Propuestas de CEOE para la Reforma Fiscal”, que se tenga en cuenta esta circunstancia en la próxima reforma del sistema tributario español en la que actualmente trabaja el Gobierno. Para la confederación, es necesario distribuir de manera justa la carga tributaria reforzando la lucha contra el fraude fiscal en vez de incrementar la presión sobre los empresarios que cumplen con sus obligaciones.
A la demanda de la CEOE se une la patronal de seguros de decesos, Unespa, que también ha formulado ya su propuesta, basada en mejoras fiscales para las pólizas de decesos, un producto que permite al 65% de la población tener cubiertos todos los gastos que generará su fallecimiento, según la propia entidad. Así, Unespa plantea que este tributo se rebaje desde el 7% actual al reducido (4%), que se aplica en numerosos países de la Unión Europea.
Por su parte, la Asociación Nacional de Servicios Funerarios, Panasef, también solicita la reducción de este impuesto. “La subida del IVA, unida a la crisis económica que están viviendo las familias en nuestro país, ha supuesto que las empresas funerarias hayan sufrido un descenso en su facturación en torno al 15%. Una bajada en la facturación que muchas compañías están asumiendo con gran sacrificio. Si sigue siendo la tendencia en los próximos años, creo que nos veremos abocados a tomar medidas de reestructuración de las plantillas”, comentaba Juan Vicente Sánchez-Araña, presidente de Panasef, el pasado mes de octubre al equipo de Revista Funeraria.