La III edición del Concurso de Cementerios 2016, organizado por la revista Adiós Cultural, editada por Funespaña, ya tiene ganadores. Ayer, miércoles 26 de octubre, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, se entregaban los premios, así como el reconocimiento a los segundos y terceros clasificados en cada una de las cuatro categorías, en un acto presentado por la periodista Nieves Concostrina, y en el que también estuvieron presentes, en su calidad de miembros del jurado, Ana Valtierra, doctora en Historia del Arte, el naturalista y escritor Joaquín Araújo; el periodista Paco Lobatón, y la Doctora en Antropología Mercedes Fernández-Martorell. Por parte de Funespaña, acudieron Alberto Ortiz, consejero delegado de la compañía, y José Vicente Aparicio, subdirector general, entre otros miembros del grupo funerario.
Durante el encuentro se entregaron los premios a los representantes de los ganadores: Parque de la Paz (Mejor Cementerio) y Aras de los Olmos (Mejor Iniciativa Medioambiental), ambos de Valencia; Castro Urdiales –Cantabria (Mejor Monumento) y Puerto Real –Cádiz (Mejor Historia Documentada), y de los segundos y terceros clasificados. Estos han sido, por este orden, Castro Urdiales (Cantabria) y Alcaudete (Jaén) en la categoría de Mejor Cementerio; Piedrahita (Ávila) y Linares (Jaén) en Mejor Monumento, y Alcalá la Real (Jaén) y Vitoria en Mejor Historia Documentada.
Los premios son de 3.000 euros al mejor Cementerio en su conjunto; 2.000 euros a la mejor Iniciativa Medioambiental; y 1.000 euros para mejor Monumento y mejor Historia Documentada.
El concurso este año ha traspasado fronteras ya que se han recibido votos de países como Japón, Australia, Emiratos Árabes, India, Brasil, Argentina, Rusia y numerosos países de Europa. Todas las candidaturas presentadas al concurso pasarán a formar parte de la Ruta de Cementerios de España de Adiós Cultural que se puede visitar en la web.
Para José Vicente Aparicio el concurso de cementerios forma parte de una serie de acciones que Funespaña pretende llevar a cabo para normalizar el concepto de la muerte como parte del ciclo de la vida, y en paralelo con la misión de la empresa: ayudar a las familias a superar la crisis emocional producida por un fallecimiento. “Desde la propia revista, Funespaña pretende ampliar esa misión empresarial implicando a la sociedad entera para derribar muros conceptuales y, como bien resume Joaquín Araújo, hacer menos mortal la muerte”.
Por su parte, Nieves Concostrina, explicó la filosofía del concurso, que busca dar visibilidad a estos recintos funerarios, reconocer su arte, su historia, su patrimonio y a sus ilustres, y reivindicar el derecho de los cementerios a ser tratados como monumentos.
Cerró el acto Alberto Ortiz, para quien el Concurso de Cementerios de España ya es el evento de mayor repercusión social del sector funerario. “Desde Funespaña seguiremos impulsando acciones y mensajes que vayan en paralelo con nuestra misión: ayudar a las familias a moderar la angustia por la pérdida de un ser querido. De ahí que nos esforcemos por incluir nuevas fórmulas de servicios y artículos en las prestaciones que puedan desdramatizar la muerte. Nos gustaría adelantarnos a la sociedad y colaborar en la transformación que se necesite”. explicaba el consejero delegado de Funespaña.
LOS PREMIADOS
Mejor Iniciativa Medioambiental
En 2015 el pueblo de Aras de los Olmos, en la provincia de Valencia, decidió transformar su antiguo cementerio, en desuso desde 1955, en un jardín etnobotánico. Para ello contó, además de la aprobación de los vecinos, con el apoyo del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia y con un grupo de voluntarios amantes de la botánica. Desde el jardín se observa la sierra de Javalambre y conserva los antiguos cipreses que recuerdan lo que fue. Ahora el antiguo cementerio acoge una colección de plantas autóctonas de uso medicinal, culinario y ornamental.
Mejor Cementerio
También en Valencia está el Parque de la Paz, un cementerio privado que se ha construido en un espacio de 16 hectáreas de extensión en el que sus creadores no han diseñado ninguna construcción sobre nivel de suelo, a excepción de los edificios públicos (capilla, salas de velatorio y área de servicios para la familia). Todo lo demás son jardines.
Mejor Monumento
En Castro Urdiales, Cantabria, está el monumental panteón modernista de ‘La Familia del Sel’ con el que se evocó el revivalismo egipcio, ampliamente difundido en la arquitectura funeraria de finales del siglo XIX y principios del XX. Se sitúa en El Cementerio conocido como de La Ballena que fue declarado en 1994 Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento debido a su valor artístico y patrimonial. Otra de sus características es su carácter marítimo tradicional de los cementerios del norte de España.
Mejor Historia Documentada
Por último, la historia de la deuda funeraria que los gaditanos tienen con los españoles que regresaron de la Guerra de Cuba y que están enterrados en una fosa común sin identificar ha sido el ganador de la categoría a Mejor Historia Documentada.
Según los defensores de esta categoría “a medida que estos infortunados iban falleciendo eran trasladados al cementerio de San Roque de la villa de Puerto Real, siendo enterrados en una fosa común que se dispuso para tal fin. Pero, a fecha de hoy y desde 1904, siguen sin un mínimo monumento funerario que identifique el lugar donde se dio sepultura a aquel centenar de anónimos soldados”.
(en la fotografía todos los premiados junto a los miembros del jurado y directivos de Funespaña)