El Cementerio Inglés de Málaga es el primer cementerio protestante que se estableció en la Península Ibérica, a petición del entonces Cónsul británico William Mark en el s. XIX. Este lugar, que suma dos siglos de historia, recibió ayer 5 de febrero la visita de la embajadora de Suecia, Cecilia Julin, quien estuvo acompañada por el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, para rendir homenaje a la comunidad sueca que descansa en este terreno, según informa Diario Sur.
En total se pueden encontrar hasta once tumbas en las que reposan los restos de personas de procedencia sueca, y seis de ellos estaban vinculados al Cuerpo diplomático. Entre estos ilustres, se rindió tributo al primer Cónsul sueco de Málaga, a un descendiente de un ex alcalde y también a un sacerdote sordomudo. La información sobre la historia de estos fallecidos se pudo conocer gracias a la investigación que llevó a cabo la experta en el ámbito de la genealogía Barbo Sandh, que fue publicada en la revista escandinava “Sydkusten”.
Hasta el Cementerio Inglés se acercaron una veintena de personas de origen sueco que se encuentran repartidas por la Costa del Sol, además de la embajadora Julín, para conocer las tumbas de los antiguos paisanos y protagonistas de la investigación. «En el siglo XIX muchos suecos llegaban a España por cuestiones de salud, en busca de un clima mejor», recordaba Julin. «Hoy es uno de los principales destinos turísticos, y aunque esto es muy importante para las relaciones, también lo es acordarse de la historia», reflexionaba la embajadora sueca.