El velatorio del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, que ha tenido lugar en el Congreso de los Diputados, ha sido uno de los más visitados por los ciudadanos en la historia de nuestro país: más de 30.000 personas han pasado desde ayer lunes a las 12.30 por la capilla ardiente para darle un último adiós al primer presidente de la democracia española, que fallecía el pasado domingo a la edad de 81 años tras más de una década padeciendo una enfermedad neurodegenerativa. La compañía funeraria Interfunerarias ha sido la encargada de la organización del velatorio, así como de la posterior ceremonia fúnebre.
Los ciudadanos, más de 30 por minuto de forma ininterrumpida, han esperado una media de cuatro horas, formando una cola que durante el día de ayer llegaba hasta Plaza Cibeles, situada a unos dos km. del edificio del hemiciclo. Asimismo, centenares de medios nacionales e internacionales han estado presentes para cubrir un hecho histórico de tal envergadura.
La capilla ardiente se cerraba hoy a las 10 de la mañana y, una hora más tarde, el féretro con los restos mortales de Adolfo Suárez ha sido trasladado por un piquete de honor hasta el final de las escaleras de la Puerta de los Leones. Allí, miembros de la Armada, de los Ejércitos de Tierra y Aire, y de la Guardia Civil han despedido al féretro con honores de Estado, presididos por Mariano Rajoy acompañado por los presidentes del Congreso y del Senado. El cortejo fúnebre, con representantes de todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, así como la sección de Honor del Regimiento Inmemorial del Rey, ha sido seguido a pie por la familia y las autoridades por la Plaza de Cánovas del Castillo y el Paseo del Prado, hasta llegar a la Plaza Cibeles. El itinerario planteado en un primer momento se ha ampliado para facilitar que todos los ciudadanos que así lo han deseado pudieran rendir su último homenaje.
Después de una despedida del duelo con toque de oración, descarga de fusilería de la Guardia de Honor y desfile en la plaza de Cibeles, el féretro ha sido introducido en un furgón que lo ha transportado hasta la Catedral de ávila, donde se celebrará una misa funeral a las 13h. y se procederá a la inhumación en el claustro, junto a la esposa de Suárez, Amparo Illana.