Por quinto año consecutivo, el estudio anual de ‘Conocimiento y Preferencias del Consumidor’ (Consumer Awareness and Preferences Study) de la Asociación Nacional de Directores Funerarios (NFDA) indica que los consumidores reconocen la importancia de planificar su propio funeral, pero no lo llevan a la práctica. Los descubrimientos de este año revelan que el 62,5 % de los consumidores considera que es muy importante comunicar los planes y deseos funerarios a los miembros de la familia antes de su propia muerte, pero sólo el 21,4% lo ha hecho.
A pesar de que casi dos tercios de los estadounidenses reconocen la importancia de la planificación, los encuestados citan varios factores que les impiden llevarla a cabo, tales como que la planificación no es una prioridad, que no han pensado en ella, o que pagarla es muy caro.
Las principales conclusiones del estudio de 2017 de la NFDA señalan que los servicios relativos al final de la vida se están volviendo cada vez más personales, y las familias desean nuevas y únicas maneras de honrar y celebrar la vida de sus seres queridos.
A pesar de ello, la mayoría no están indagando en distintas funerarias para comparar costes y servicios ofrecidos. El porcentaje de encuestados que contactaron más de una funeraria fue de sólo el 18,9%, y de estos, el 52,3% lo hizo para comparar precios.
Cada funeraria ofrece unos servicios y una estructura de precios únicos. Para ayudar a las familias a planear un tributo significativo a su ser querido, la NFDA recomienda llamar – o mejor aún, visitar – varias funerarias para encontrar una con directores funerarios con licencia que entiendan sus necesidades emocionales y sean sensibles a su presupuesto.
Según el estudio de la NFDA, la manera en que las familias eligen honrar a sus seres queridos sigue evolucionando:
-Servicios fuera de las funerarias. Indicando un cambio que va más allá de los emplazamientos funerarios tradicionales, casi la mitad de los encuestados ha asistido a un funeral en un lugar no tradicional, como un cementerio, espacios al aire libre, una casa, o un lugar significativo similar que representa la vida e intereses del fallecido.
– La importancia de los componentes religiosos baja a su mínimo histórico. El porcentaje de encuestados que sienten que es muy importante tener la religión incorporada al servicio fúnebre ha disminuido de un 49,5% en 2012 a un 39,5% en 2017, situándose en un mínimo histórico. Esto refleja una tendencia más amplia de los estadounidenses a no identificarse con ninguna religión. Como resultado, las familias están recurriendo a oficiantes laicos para conducir las ceremonias.
– Los funerales ecológicos ganan popularidad. Algo más de la mitad de los encuestados (53,8%) dijeron que estarían interesados en explorar opciones ecológicas de conmemoración para reducir así el impacto medioambiental de los rituales funerarios. Los servicios ecológicos y sostenibles pueden incluir el uso de ataúdes biodegradables, un proceso de embalsamiento sin formaldehído, productos de papel reciclado, entre otros.
– Perros de terapia presentes en los funerales de principio a fin. Para brindar comodidad a las familias, tanto en la planificación del funeral como durante el servicio en sí, las funerarias ofrecen perros de terapia certificados; el 34,5% de los encuestados dijo que estaría extremadamente interesado o muy interesado en tener un perro de terapia presente durante un servicio funerario o una conmemoración.
– Familias que planean conmemoraciones al elegir la cremación. Con la tasa de cremación superando la de entierro, más consumidores quieren llevar a cabo un acto de conmemoración cuando eligen la cremación (40,4% en 2017 frente el 35,1% en 2015). Los consumidores son cada vez más conscientes de que pueden ver un cuerpo preparado pero no embalsamado como parte del servicio antes de la cremación (47,8% en 2017 frente al 39,7% en 2015).
El estudio de ‘Conocimiento y Preferencias del Consumidor’ se realiza anualmente para medir la percepción de los consumidores sobre los servicios fúnebres. Las invitaciones se envían por correo electrónico a un panel de consumidores formado por estadounidenses de 40 años o más, con 1.013 individuos completando el estudio este 2017.