Parcesa recuerda que las familias pueden elegir el entierro como una alternativa más cercana y rápida para despedir a sus seres queridos

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La imposibilidad de velar actualmente a los seres queridos, junto con la saturación que están experimentando los crematorios como consecuencia del incremento de fallecidos debido al Covid-19, ha dado lugar a que las familias -en especial las que residen en la Comunidad de Madrid- no puedan despedir dignamente a sus seres queridos.

Muchas familias deben esperar hasta tres días para que su familiar sea incinerado, pese a que los hornos crematorios de la Comunidad de Madrid funcionan las 24 horas. A esto se suma una circunstancia muy dolorosa para los allegados, como es la de recibir directamente las cenizas del fallecido sin haberse podido despedir de él en un velatorio o con una ceremonia.

Consciente de esta realidad, Parcesa recuerda que las familias pueden elegir la opción de inhumar a su ser querido, lo que les permitiría acompañarlo en su último momento y rendirle un breve homenaje. En las actuales circunstancias, un entierro puede aportar mucha más cercanía en la despedida de un ser querido que una incineración, explican desde la empresa. 

Esta posibilidad permite además realizar la despedida en un plazo aproximado de entre 12 y 48 horas a cualquier fallecido, incluidos los del Covid-19, a quienes no es obligatorio incinerar.

Dentro de Madrid, los entierros se pueden realizar en los cementerios de La Almudena, Carabanchel y el Parque Cementerio de La Paz (en la carretera de Colmenar Viejo), o en cualquier otro donde disponga la familia.

Parcesa realiza inhumaciones en sepulturas y nichos en el Parque Cementerio de La Paz con un máximo de cinco acompañantes por familiar para evitar acumulaciones y garantizar unas condiciones seguras en el último homenaje.

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