Con la aparición de las nuevas tecnologías, la forma que tenemos de almacenar información relevante de nuestras vidas ha evolucionado. Hemos dejado de guardar documentación importante en nuestros hogares para hacerlo en formato digital. Un hecho que puede dificultar los trámites a realizar por parte de nuestros deudos si fallecemos. Del mismo modo, perfiles en las diferentes redes sociales y otros datos personales permanecen en la red después de nuestra muerte. Diversas empresas funerarias ofrecen en España la posibilidad de borrar la huella digital del difunto, si la familia así lo desea y, desde hace tres años, existe en Madrid un gran recinto subterráneo a modo de búnker de unos 21.000 metros cuadrados donde la empresa Iconfidencial guarda en sus cajas fuertes digitales la información de más de 300.000 clientes españoles, fallecidos o con vida, que han contratado con ellos el almacenaje de su información digital más sensible. También pueden hacer desaparecer su rastro en internet, según publicaba el diario El Mundo. Se trata del primer gran cementerio digital de España donde, desde su creación, ya se han enterrado digitalmente a cerca de 600 difuntos.
Iconfidencial funciona a través de la App Bajo Llave que permite al usuario, una vez registrado, almacenar toda la información que desee en diferentes apartados de una caja fuerte digital. Una vez almacenada esta información, que puede incluir el testamento online, el cliente tiene la opción de seleccionar destinatarios que puedan acceder en el futuro a toda o parte de la misma en caso de deceso o incapacitación legal. Ninguno de ellos conocerá la existencia de otros destinatarios, ni qué información hay almacenada para cada uno de ellos.