Funespaña presentaba el pasado 25 de octubre en el Cementerio Jardín de Alcalá de Henares (Madrid) ‘El Bosque de la Vida’. Con la colocación simbólica de la primera piedra –una urna con periódicos del día y otros documentos-, se inauguraba este innovador concepto de cementerio.
Al acto de presentación asistieron Javier Rodríguez Palacios, alcalde de Alcalá de Henares; Alberto Ortiz Jover, consejero delegado de Funespaña; Ángel Sánchez Jiménez y Cristina de Gregorio, director de Inmuebles y Medio Ambiente y directora de Marketing y Comunicación de la empresa funeraria; Luis Marco, en representación del centro y el personal del camposanto.
Alternativa a las unidades de enterramiento tradicional
‘El Bosque de la Vida’ está formado por un espacio de 9.944,75 m² de terreno situado a la izquierda de la entrada principal del cementerio. En la actualidad, se está explanando el solar para posteriormente poder dibujar la red de caminos y zonas ajardinadas. Estos caminos hechos de jabre, una mezcla de granito y cal, cumplirán con la normativa en materia de accesibilidad, formando un recorrido peatonal que dará acceso a los diferentes espacios destinados a la inhumación y esparcimiento de cenizas. Este proyecto, que contará con tres elementos escultóricos innovadores, se presenta como una alternativa a las unidades de enterramiento tradicionales, alejado así de la sobriedad de los cementerios clásicos.
En uno de los extremos del Bosque encontraremos una elegante fuente a disposición de todas las familias que opten por el esparcimiento de cenizas en el agua. La fuente se realizará sobre una plataforma sobre la que esparcir las cenizas y, a través de un sistema de pulverización de agua, las cenizas se depositarán en un pozo de decantación que evita que los restos se mezclen con el agua limpia.
El Árbol de la Vida
Por otro lado, en otro de los laterales del recinto, se situará el Árbol de la Vida, un imponente elemento escultórico realizado en hierro y diseñado exclusivamente para este proyecto. Alrededor del árbol se podrá realizar el esparcimiento de cenizas y con posterioridad colgar unas hojas metálicas. En ellas se grabará el nombre de los fallecidos como homenaje y recuerdo constante de los que ya no están.
Por último, el espacio contará con un monumento de granito estilo Stonehenge que servirá de referente a la hora de ubicarse en el jardín. Formado por menhires circulares de diversos tamaños, dará lugar a una plaza en su interior. Todos estos elementos escultóricos estarán rodeados de jardines con abundantes árboles, especies arbustivas como el pruno y el cedro y plantas aromáticas como lavanda, tomillo, romero, boj, laurel o madroño, entre otras. Todo ello con el fin de disponer de un agradable y amplio espacio verde para que las familias puedan recordar a sus seres queridos de una manera más amable.
Consulta el artículo completo ‘El Bosque de la Vida, un nuevo concepto de cementerio‘, incluido en el XI Especial Cementerios de Revista Funeraria.