En las siguientes líneas entrevistamos a Esther Fontán Prado, Concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de A Coruña, quien nos habla del Cementerio de San Amaro. Ubicado cerca de la emblemática Torre de Hércules y mirando hacia el Atlántico, es uno de los más antiguos y conocidos de la ciudad gallega. Perteneciente a la Ruta Europea de Cementerios Singulares, constituye uno de los cinco cementerios más antiguos de Europa.
El primer anteproyecto de construcción del Cementerio de San Amaro data de 1805, no siendo hasta 1812 cuando se inaugura un recinto de forma cuadrangular que se divide en cuatro zonas, una por cada parroquia existente en la ciudad. El proyecto inicial, obra de Fernando Domínguez Romay, fue desarrollándose en años posteriores integrando en dicha construcción la iglesia, el muro que rodea el recinto, los accesos, el edificio de autopsias, nuevas hileras de panteones y columbarios, entre otras edificaciones.
Con el paso del tiempo, el cementerio se va ampliando y se lleva a cabo una reordenación del mismo, dando cabida por ejemplo a los llamados Cementerio Civil y Cementerio Británico dentro de la misma zona y mostrando así la estructura que hoy conocemos.
Cabe resaltar que la capilla exterior, un perfecto ejemplo de clasicismo romántico, es posterior a la inauguración de la necrópolis, concretamente se construye en el año 1834. Desde hace años se encuentra cerrada al público, si bien está en marcha actualmente una iniciativa para su recuperación y rehabilitación como Centro de Interpretación e Historia del Cementerio de San Amaro.
Si hacemos un recorrido por los diferentes departamentos de San Amaro encontramos una variada tipología de construcciones funerarias: capillas modernistas; obeliscos egipcios; gárgolas; panteones neogóticos, neorománicos, jónicos…; cruces celtas e, incluso, un dolmen cristiano.
Más de 200 personalidades
Entre las más de 200 personalidades enterradas allí destacan novelistas y escritores como Wenceslao Fernández Flórez (autor de ‘El bosque animado’); Manuel Murguía (marido de Rosalía de Castro); el periodista Pérez Lugín; Manuel Lugrís, Curros Enríquez o Eduardo Pondal (autor de la letra del himno gallego); músicos como Chané; pintores de la talla de Lloréns o Luis Seoane; la hermana pequeña de Picasso, Conchita, fallecida a la temprana edad de 7 años; la escritora Juana de Vega y el corazón de su esposo, el general liberal Espoz y Mina, entre otras.
Asimismo, hay monumentos colectivos como el de los ‘Mártires de la huelga de 1901’, considerada la primera gran huelga general del movimiento obrero gallego; el de las víctimas del accidente de avión de Montrove ocurrido en 1973, otros por los soldados marroquís aliados de Franco durante la Guerra Civil Española, por las víctimas inglesas de la Batalla de Elviña, o las víctimas de la terrible pandemia de cólera de 1854; todas esas fosas comunes forman parte del Cementerio de San Amaro.
El camposanto tiene un acceso interior al llamado Cementerio Civil, de construcción muy posterior; y a su lado, y separado sólo por un muro, se encuentra el Cementerio Británico, en el que yacen los soldados ingleses a los que aludíamos anteriormente. Este cementerio tiene una entrada propia, si bien está en proyecto unirlo interiormente al Civil y quedar de este modo conectado con todo el resto del recinto, facilitando la visita turística y también el paseo silencioso y recogido que permiten sus pasillos, abriéndose paso entre árboles y monumentos, escuchando y viendo de cerca el océano Atlántico.
Funciones de la concejalía de Medio Ambiente de A Coruña
El cuidado, la conservación y la organización de los cementerios municipales son algunas de las diversas funciones y responsabilidades de la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de A Coruña, al frente de la cual se encuentra desde 2017 Esther Fontán, quien nos descubre la importancia de velar por el gran patrimonio que albergan estos recintos funerarios.
¿Cómo es asumir la competencia de Cementerios?
A priori puede parecer un servicio más que debes prestar en las mejores condiciones posibles, pero luego cuando conoces de cerca la realidad del trabajo diario en el cementerio tomas conciencia de que estás ante un servicio que se realiza en un momento especialmente complicado para las familias y que tu obligación es contribuir a que sea lo más llevadero posible.
¿En qué consisten sus funciones en el área de Cementerios?
Hay dos partes que debemos diferenciar bien en este ámbito: la labor propia de la administración, la cual debe ser ágil y sencilla para facilitar los trámites propios de una inhumación, y la que tiene que ver con el mantenimiento y puesta en valor de los cementerios. En este caso, el de San Amaro por su recorrido histórico tiene un valor añadido en sí mismo que exige cuidados especiales pero que también permite llevar a cabo actividades e iniciativas para divulgar su patrimonio.
De hecho, San Amaro constituye un punto de interés turístico de A Coruña. ¿Qué medidas realizan en ese sentido?
Organizamos tanto visitas teatralizadas nocturnas entre los meses de octubre y abril, como visitas diurnas con guías turísticos. Lo que perseguimos con ellas es dar a conocer no sólo el patrimonio escultórico de San Amaro sino también la historia de la ciudad e incluso de Galicia a través de las personalidades que están enterradas allí.
¿Qué planes inmediatos tienen por delante en el camposanto?
Acabamos de abrir la nueva Conserjería en lo que era la antigua sala de autopsias, hemos renovado toda la jardinería interior y hemos cambiado las cubiertas de un gran número de departamentos, gracias también a los proyectos europeos EIDUS. Por delante nos queda abrir la comunicación interna con el Cementerio Británico, ampliando así el itinerario de las visitas y sumando el legado histórico de ese cementerio al nuestro y, por supuesto, la renovación de la Capilla exterior que es una joya del clasicismo romántico gallego y que no tiene uso en este momento. Creemos que puede ser una magnífica ubicación para un Centro de Interpretación del Cementerio.
Afortunadamente, hemos dejado atrás unos años extremadamente complicados. ¿Cómo se vivió la crisis sanitaria en el Cementerio de San Amaro?
Indudablemente la pandemia de la Covid-19 fue una etapa muy difícil para el equipo que trabaja en Cementerios; fueron momentos muy duros para todo el mundo, pero lo fue de modo muy especial para los profesionales del sector funerario y cementerial; siempre les estaré muy agradecida por su entereza y por su trabajo, hicieron una labor excepcional.
¿Le ha cambiado la percepción de este servicio desde que asumió esta competencia?
Sin duda alguna. Es de esos servicios que te “humaniza” y para el que te exiges lo mejor de ti misma para lograr que sea cercano y ágil; nadie le presta atención hasta que lo necesita, y cuando lo necesita es en el peor momento. Por eso, nosotros tenemos una responsabilidad y debemos ser muy cuidadosos y profesionales a la hora de prestar el servicio funerario al ciudadano.
¿Han cambiado mucho las costumbres funerarias de los ciudadanos?
Siempre se dijo que España, y muy particularmente Galicia, sentimos un especial culto a la muerte; la gente sigue yendo a los cementerios y no sólo nuestros mayores, nos visitan personas de todas las edades. Quizás lo que más está cambiando las tradiciones es la tendencia al alza de la incineración frente a la inhumación tradicional. Esto también nos lleva a aumentar el número de columbarios o a plantearnos modos alternativos de ofrecer destino final a las cenizas en el cementerio más moderno y amplio que tenemos en Feáns.
Por último, ¿qué le diría a alguien para invitarle a visitar el cementerio de San Amaro?
Quien nos visite podrá dar un paseo mientras ve y escucha el mar, inmerso en nuestra historia y cultura; en cada panteón, mausoleo o capilla hay mucha historia por conocer. Cada vez que lo visitas, encuentras algo nuevo, cualquier detalle que llama tu atención y que te lleva a imaginarte historias como si fuese un libro que aún te queda por leer.