El Cementerio General de Reus se construyó con el propósito de albergar los restos mortales de cualquier difunto, fuera cual fuera su convicción personal o sus creencias religiosas. Así lo determinó su impulsor, un destacado abogado y político liberal que donó una parte fundamental de su legado a su ciudad natal para hacer realidad un nuevo cementerio con los requisitos que él consideraba imprescindibles.
Quizá sea representativo del ideario y de la concepción con la que había dirigido este nuevo proyecto el hecho de que la primera inhumación -realizada el día 2 de enero del año 1871- fue llevada a cabo por la Beneficencia de la ciudad, ya que ni el difunto ni su entorno disponían de los medios necesarios para hacer frente a los gastos del sepelio.
Otra muestra de las pretensiones de su fundador fue la de definir muy claramente cuales debían ser las características de los conjuntos escultóricos que debían presidir las paredes y espacios principales del nuevo recinto.
Sirva de muestra la figura clave y mastodóntica que presidía la fachada principal de acceso al nuevo recinto funerario. En su punto más álgido, se determinó ubicar una imagen del Dios Cronos, con la que fortalecer este mensaje de cementerio aconfesional -el primero del Estado Español-. Se trataba de una imagen creada por el escultor Roig i Soler. En las manos de la citada figura destacan los atributos que simbolizan el paso del tiempo y la muerte: el reloj de arena y la guadaña. Una imagen que fue retirada y sustituida por una cruz durante el régimen franquista, pero que recuperó su ubicación y su dignidad con la instauración de la democracia.
El Cementerio General de Reus guarda entre sus paredes cientos y cientos de historias particulares con sus respectivos recuerdos, emociones y sentimientos, pero se trata de un patrimonio que va mucho más allá. Y es que, a estos recuerdos vitales, hay que sumar una espectacular riqueza histórica, artística y cultural que ayuda de manera privilegiada a explicar qué ha ocurrido en el entorno del recinto durante más de un siglo y medio de existencia.
Promoción del patrimonio
La ciudad de Reus -a través de Serveis Funeraris Reus i Baix Camp- ha realizado una ardua labor durante las dos últimas décadas para divulgar y difundir con la máxima sensibilidad y naturalidad este patrimonio. Entre las iniciativas realizadas, cabe destacar la celebración de una serie de Visitas Nocturnas que, desde el máximo respeto, se realizan cada año en el marco de la festividad de Todos los Santos. Este 2023 se ha celebrado la edición número 15 con una abrumadora respuesta de la ciudadanía, que ha mostrado, una vez más, su interés por conocer y descubrir los valores humanos, históricos y artísticos de este recinto funerario. Estos recorridos se complementan durante determinadas épocas del año con visitas diurnas que disfrutan también de una gran acogida por parte del público.
Otra de las iniciativas que se llevan a cabo anualmente son los conciertos y/o representaciones escénicas en el interior del recinto funerario reusense, que se desarrollan con la voluntad de mostrar públicamente un homenaje a los difuntos del año anterior. Música, danza o poesía son algunas de las disciplinas que ha incluido la actividad que este año ha celebrado su octava edición, con una propuesta músico-teatral en la que se ha desarrollado un recorrido que versa sobre las diferentes edades de las personas y de los recuerdos que nos dejan en cada una de las situaciones. Una propuesta que ha conseguido introducirse en la agenda cultural de la ciudad y que recibe una gran respuesta y complicidad ciudadana.
Este año también se ha llevado a cabo una nueva propuesta que, bajo el título ‘Primavera en el Cementerio’, estuvo conformada por una serie de visitas temáticas que permitieron contemplar la riqueza artística de este equipamiento. El recorrido incluyó música y poesía en un montaje donde la danza cobró su máxima expresión. También se celebró un programa de conferencias sobre el proyecto y la concepción arquitectónica de este espacio funerario que actualmente ocupa una superficie de más de 7 hectáreas y acoge cerca de 14 mil sepulturas. Otra de las actividades a destacar es la visita especial al Panteón del General Prim, una sepultura que rebosa historia y arte.
En definitiva, el propósito es dar cabida a una serie de actividades ciudadanas y culturales que ayuden a comprender y contemplar la riqueza y vitalidad de un recinto funerario que, más allá de cumplir su función como espacio de recuerdo, es muestra y testimonio de la historia de la ciudad de Reus.
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