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Entrevista a Javier Pérez Ibáñez, Responsable del Departamento de Puestas en Marcha y SAT de Kalfrisa

Más de 5 décadas de trayectoria avalan el buen hacer de esta empresa con sede en Zaragoza y que se ha convertido en uno de los proveedores con mayor número de hornos crematorios instalados y funcionando en España y Portugal. Bajo los criterios de fiabilidad, durabilidad y eficiencia, Kalfrisa ha logrado cerrar 2022 con unos resultados óptimos, siendo el mejor año de su historia. Javier Pérez nos cuenta que Kalfrisa se encuentra inmersa en una época de transición en la que mantiene relación con equipos antiguos que precisan de adaptaciones para mejorar su rendimiento con la sustitución e instalación de equipos de nueva generación que disminuyen consumo y emisiones. En este sentido, desde el fabricante de hornos hacen una apuesta decidida por el medio ambiente, a través de la implementación de diversas medidas para incluir e impulsar la sostenibilidad en sus operaciones internas. El responsable del Departamento de Puestas en Marcha y SAT insiste en que el compromiso con el sector funerario es máximo, puesto que es uno de sus pilares de negocio con mayor historia en la compañía.

¿Por qué es importante Kalfrisa en el sector funerario; qué aporta su compromiso con el medio ambiente y el cumplimiento de la normativa actual?

Kalfrisa se esfuerza en ofrecer las mejores soluciones tecnológicas en sectores tan exigentes como la metalurgia y siderurgia a nivel internacional, pero a la vez aplica todo su esfuerzo en desarrollar tecnologías innovadoras que permitan a nuestros clientes del sector funerario cumplir con la normativa más exigente en el ámbito nacional e internacional. Más de 50 años de experiencia en el sector nos permiten desarrollar soluciones propias que resuelven eficientemente las necesidades de nuestros clientes. Soluciones que engloban aspectos de fiabilidad, durabilidad y eficiencia. Somos uno de los proveedores con mayor número de hornos crematorios instalados y funcionando en España y Portugal. Muchos de esos equipos cuentan ya con más de 25 años y siguen rindiendo, demostrando su seguridad incluso en momentos tan críticos como la pasada pandemia. El foco de nuestro esfuerzo no puede ser otro que el de seguir ofreciendo un producto que aporte la misma confianza. Eso exige que a la hora de comercializar una nueva línea de hornos crematorios no busquemos ser los más económicos, sino que nos exijamos ser los más robustos, eficientes y honestos con el medio ambiente, asegurando el cumplimiento de la normativa más estricta y una evolución de la instalación a medio/largo plazo con sistemas de depuración propios compatibles con cualquier instalación. Por ello vivimos una época de transición en la que mantenemos relación con equipos antiguos que precisan de adaptaciones para mejorar su rendimiento con la sustitución e instalación de equipos de nueva generación que disminuyen consumo y emisiones, manteniendo la particularidad de ser los hornos más rápidos del mercado.

¿A qué se debe este compromiso con el sector funerario?

Se trata de uno de nuestros pilares de negocio con mayor historia en la compañía. Forma parte de lo que somos. El sector funerario es muy exigente desde el punto de vista del servicio y se caracteriza por una sensibilidad especial que sentimos como nuestra. En todos estos años hemos aprendido a valorar como nuestros a los clientes de nuestros clientes. Sintiendo un gran respecto y responsabilidad hacia las familias durante el acto de la introducción y cremación. Aprender y mejorar son los motivos por los que intentamos estar presentes y patrocinar ferias y eventos del sector, creando sinergias con agentes especializados en otros ámbitos y aportando aquellas ideas que consideramos de interés para el mismo. Solo así se potencia el desarrollo de un sector y su mejora continua.

¿Qué hace de Kalfrisa uno de los proveedores más destacados del sector?

Su especialización, presencia y alcance. El hecho de abarcar diferentes ramas de la industria aportando soluciones propias y específicas, hace que dispongamos de una percepción más completa. Somos el único proveedor de hornos crematorios que dispone de un departamento propio de I+D de 5 personas y una ingeniería dedicada de más de 10 personas. Ambos son departamentos transversales que se nutren con sus propios desarrollos avanzando un paso más del necesario en cada proyecto. Nuestra apuesta por la innovación y la inversión en desarrollo de tecnologías propias nos hace mejorar cada día afrontando nuevos retos. Apostamos por el servicio destinando un equipo de 15 profesionales propio al Servicio de Atención Técnica post venta (SAT). No solo para hacer seguimiento de las instalaciones en remoto o atendiendo incidencias por teléfono, si no estando presentes en la casa de nuestros clientes y preocupándonos personalmente por sus equipos en actuaciones de mantenimiento preventivo y predictivo. Todo ello con el sector funerario nacional como prioridad, pero sin perder el foco de un desarrollo internacional mediante la implantación de células comerciales dependientes de nuestra dirección comercial, la creación de equipos técnicos locales que ofrecen un servicio gemelo al que ofrecemos en España y la fabricación de elementos auxiliares in-situ a través de socios estratégicos locales.

¿Qué medidas está tomando Kalfrisa para incluir e impulsar la sostenibilidad en sus operaciones internas?

Kalfrisa tiene como objetivo cubrir el 70% de su consumo de electricidad con su propia energía renovable, contribuyendo así a la misión global de energía verde. Hemos instalado módulos fotovoltaicos en las 2 plantas de producción, ubicadas en España, que se extienden sobre una superficie de 450 metros cuadrados con una potencia de 75 kW, con la que el centro puede producir 132.000 kW de energía fotovoltaica. Además de este uso directo de la energía eléctrica, se evitan todas las pérdidas debidas al transporte eléctrico desde grandes centros de producción y equipos de autotransformación individuales, así que el beneficio ambiental es mucho mayor. El consumo y la producción se llevan a cabo dentro de los períodos de luz, y esta energía se utiliza tanto para los pasos de producción dentro de la fábrica como para el aire acondicionado, que ya cuenta con sistemas de aerotermia y un sistema de distribución a baja temperatura. No hay duda de que la energía renovable ha llegado para quedarse. Y, entre las energías limpias, destaca la solar. En la última década, los paneles fotovoltaicos se han convertido en parte del mobiliario urbano de nuestras ciudades, hogares particulares, así como del sector empresarial, que opta por el uso de esta energía. Además, actualmente estamos en proceso de implementación de la norma ISO 14001, una certificación que nos ayuda a mejorar la gestión de residuos, a optimizar la eficiencia de los equipos industriales y paneles solares y a utilizar la energía y recursos materiales responsables.

Hace unos días se publicó que Kalfrisa cerró en 2022, el mejor año de su historia. ¿Podrías resumirnos los principales datos?

La empresa alcanzó unas ventas de casi 20 millones en 2022 con un 60% de exportación, abrió una segunda fábrica en Zaragoza, Polígono Malpica, y la plantilla aumentó un 40%, hasta los 90 trabajadores. Diversificación productiva y expansión internacional. Son los dos pilares fundamentales a través de un crecimiento sostenido, que impulsa la eficiencia energética y la protección del medio ambiente. Redoblando la expansión internacional tras haber ejecutado ya 1.500 proyectos en más de 50 países. Nuestras instalaciones en España suman 7.610 metros cuadrados y unas oficinas 2.010 metros. Y pretendemos crecer en el mundo, pero no solo a nivel comercial. Antes del verano, Kalfrisa constituirá una sociedad filial en la India para tener presencia directa en un mercado al que ya exporta grandes volúmenes y en el que quiere contar con capacidad industrial para dar servicio a la zona y a Oriente Medio, otra de las áreas donde más ha crecido. En Latinoamérica, ya tiene un pie puesto en Lima (Perú), donde el pasado año adquirió una importante participación en la empresa Cabieses, SA, especializada en hornos de tratamiento térmico y automatización de equipos industriales, con el objetivo de dar soporte a todo este continente. Y desde 2015 tiene una importante presencia en Polonia de la mano de un distribuidor, con el que prevé crear una compañía conjunta para consolidar la línea de cremación y abrir otras líneas de producto. En 2022 alcanzó una facturación de casi 20 millones, la mayor cifra de toda su historia, y unos beneficios antes de impuestos de algo más de 2 millones, gracias principalmente al negocio internacional.

¿Cómo está afrontando Kalfrisa el desarrollo del sector funerario de mascotas?

El rito de despedida de nuestras mascotas ha sufrido una evolución total en los últimos 5 años convirtiéndose en un servicio funerario a todos los efectos y haciendo que los crematorios se adapten a una nueva experiencia para las familias. Asimismo, nosotros como proveedores debemos dar un paso al frente y poner a disposición de los crematorios un horno capaz de brindar las mismas garantías de usabilidad, eficiencia, seguridad y respeto al medio ambiente que las que ofrecen los crematorios de humanos. Es previsible que, además, las exigencias legales y requerimientos medio ambientales se endurezcan, por lo que llevamos dos años desarrollando un nuevo modelo más completo, sólido y eficiente que actualmente está en proceso de prototipado y pruebas. Por lo que en pocos meses estaremos en disposición de comercializarlo con todas las garantías.

Has comentado que uno de los principales pilares de Kalfrisa es su departamento de SAT. ¿Cómo se integra en la compañía?

Efectivamente, desde 2019 se cambió el concepto de asistencia técnica reactiva por una actitud proactiva. Se dotó al departamento de una estructura más completa de profesionales dedicados, pasando de 5 a más de 15 personas que se vuelcan en el día a día de nuestros clientes. Se trata de un equipo multidisciplinar que participa del diseño, desarrollo, fabricación y montaje de los equipos de todas las áreas de la compañía. Especialistas mecánicos, eléctricos, programadores, etc. Que se han estructurado en torno a una plataforma de gestión propia dentro de la empresa, la cual les permite mantener una relación directa con los clientes, registrando cada incidencia, aprendiendo de ella y optimizando los tiempos y recursos de actuación. Creemos en el mantenimiento preventivo como garantía de funcionamiento. Estos contratos se adecuan al uso de la instalación, en ellos se analiza cada aspecto de esta y se realizan las acciones necesarias. En estas visitas se recopilan datos de funcionamiento, consumos, se revisan los programas y automatismos y, sobre todo, se refuerza el vínculo entre nuestro equipo y los operarios, lo que ayuda a mantener una comunicación directa y de confianza aun cuando estamos más lejos. Por último, ofrecemos un servicio de guardias telefónicas que complementan el horario de atención de oficina, hasta las 23:00 entre semana y cubren fines de semana y festivos de 8:00 a 23:00. Se trata de un turno que rota entre nuestros especialistas y que atienden personalmente, pudiéndose conectar en remoto al equipo e interceder en su funcionamiento.

¿Qué es el mantenimiento predictivo?

Es una apuesta que desde Kalfrisa estamos haciendo dentro del marco de digitalización de los equipos y sus servicios asociados. El mantenimiento predictivo es una técnica que utiliza herramientas de software y técnicas de análisis de datos para detectar anomalías en el funcionamiento y posibles defectos en los equipos y procesos, de modo que puedan solucionarse antes de que sobrevenga el fallo. El Internet Industrial de las Cosas (IIoT) representa la capacidad de registrar datos de funcionamiento a través de las sondas y sensores que ya disponen los nuevos equipos, estudiarlos y cotejarlos con los valores de funcionamiento óptimo. Pretendemos que esto ayude a nuestros clientes en la toma de decisiones al respecto de sus instalaciones y les aporte información suficiente para realizar una previsión de costes de la explotación.

 

Consulta la entrevista completa en el número 173 de Revista Funeraria

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