AFCM: el valor de la gestión pública en los servicios funerarios (‘El valor de lo intangible’)

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Artículo facilitado por la Junta Directiva de AFCM y publicado en el Especial ‘Los valores intangibles’, editado por Revista Funeraria: 

Este año celebramos los primeros 40 años de vida de la Asociación de Funerarias y Cementerios Municipales (AFCM), que acoge a las principales funerarias y cementerios públicos de España. La entidad agrupa al sector público funerario y cementerial en una red cooperativa y representativa, cuyo principal fin es favorecer el desarrollo de los servicios que prestan las instituciones miembro, con el fin de cubrir las necesidades de la ciudadanía en situaciones siempre difíciles como son la pérdida de un ser querido y el momento de la despedida.

Desde sus inicios, una de las prioridades de AFCM ha sido poner en valor la importancia de lo público en la prestación de un servicio esencial para la comunidad como es el servicio funerario en un sector, además, con gran presencia de operadores privados. La pandemia de la Covid-19 puso de manifiesto como nunca antes la capacidad de respuesta de los profesionales del sector funerario y de cementerios, quienes trabajaron incansablemente y en condiciones muy adversas para brindar el mejor servicio posible a las familias.

Historia de la AFCM

En cuanto a la historia de AFCM, la organización comenzó a fraguarse en el año 1982 a partir de la relación de los responsables de un reducido grupo de funerarias y cementerios públicos que necesitaban compartir inquietudes y problemáticas, y coordinar esfuerzos en un contexto en el cual se empezaban a percibir algunos cambios significativos en el modelo de gestión de las empresas del sector. Una transformación progresiva que se materializó en la década de los noventa con los decretos de liberalización del servicio funerario y la aparición de operadores privados.

En octubre de 1984, gracias al trabajo del núcleo inicial -integrado por entidades de Vigo, León, Terrassa, Palma de Mallorca, Madrid y Barcelona- se constituía en Madrid la Asociación de Empresas Municipales de Servicios Funerarios, la cual en el año 2000 adopta su actual denominación: Asociación de Funerarias y Cementerios Municipales de España.

A lo largo de estas cuatro décadas, la sociedad española ha ido cambiando y esa evolución también se ha visto reflejada en los propios servicios funerarios y de cementerios. En este sentido, las funerarias han hecho y siguen haciendo un enorme esfuerzo para adaptarse a las nuevas necesidades de la comunidad.

Objetivos de la entidad

El desarrollo de los tanatorios; la irrupción de la cremación como alternativa a la inhumación y su tendencia al alza; la participación creciente del sector privado en la gestión indirecta de servicios y equipamientos públicos; los cambios en el derecho funerario y el establecimiento de límites temporales al derecho de uso de las sepulturas; la progresiva puesta en valor de los cementerios como espacios de interés cultural, artístico y patrimonial; el peso creciente del sector asegurador en el sector funerario; la demanda ciudadana de servicios de calidad, singularizados, asequibles económicamente y en un marco de máxima información y transparencia que favorezca la libre elección del ciudadano en el momento de contratarlos; la resignificación de los cementerios como equipamientos abiertos y próximos a los ciudadanos para la celebración de ceremonias y despedidas y para el mantenimiento de la memoria individual y colectiva, etc. son algunos de los aspectos que durante este tiempo han centrado la atención de nuestra entidad, generando un importante debate en el que AFCM siempre ha estado presente, aportando criterio y propuestas.

Nuevos horizontes

Son muchos los retos que debemos afrontar en los próximos años si queremos seguir siendo una asociación útil al servicio de la ciudadanía y de las instituciones. En los próximos años nos proponemos seguir creciendo en número de asociados y reforzar nuestra capacidad de acompañamiento a las empresas miembro y al conjunto de las corporaciones locales, dando a conocer las mejores prácticas y experiencias del sector a nivel estatal e internacional; siendo ejemplares en la internalización de los requerimientos de sostenibilidad económica y medioambiental; impulsando y gobernando la gestión de la transición digital; contribuyendo a la formación de los equipos de profesionales e impulsando el desarrollo y adaptación de la legislación estatal y autonómica.
En este contexto, más allá de los logros y nuestra contribución a la comunidad en el pasado reciente y de los retos vinculados a la adaptación y transformación de nuestros servicios a las nuevas demandas sociales, queremos reafirmar nuestro compromiso y voluntad de servicio público y, al mismo tiempo, poner en valor la profesionalidad y dedicación del conjunto de trabajadores públicos en la gestión de un servicio esencial.

A partir de este compromiso seguiremos trabajando por la resignificación de los cementerios, fomentando su conocimiento y valoración por parte de la sociedad, enfocándonos de forma decidida en las nuevas generaciones, incidiendo en la calidad y calidez del servicio específico que prestamos, en la preservación de la riqueza cultural y patrimonial que los cementerios atesoran, y muy especialmente en potenciar los valores intangibles indisociables de los cementerios, como equipamientos públicos orientados al mantenimiento de la memoria individual y colectiva de las generaciones precedentes.

Haz click en la imagen para ver el artículo completo (página 45) en el Especial ‘El valor de lo intangible’

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