Descubriendo los vestigios de los conflictos bélicos que sufrió Bilbao en el s.XX

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El Cementerio de Bilbao sigue mostrándose como una caja de sorpresas en las visitas guiadas impulsadas en el marco de la programación cultural de 2024. La visita titulada “Zona de guerra” nos desvela los eventos más dolorosos que han sacudido la historia de Bilbao en el siglo XX, desde su inauguración el 27 de abril de 1902 hasta nuestros días.

Hechos como la tragedia de los niños del Circo del Ensanche en 1912; la guerra civil española (1936 a 1939), el accidente aéreo del monte Oiz (19 de febrero de 1985), o la pandemia de COVID-19. Entre las historias, la de José Oribe, un teniente bilbaino que finalmente yace en el cementerio de Bilbao, pero antes lo hicieron en Ceuta y luego en Sevilla tras su fallecimiento en la guerra de Marruecos, donde estuvo a las órdenes de un coronel llamado Francisco Franco. Ahora yace junto a su hermano, Alberto Oribe, conocido como el médico de los pobres, que batalló en el bando republicano por lo que fue represaliado.

Historias familiares que se mezclan con la importante riqueza arquitectónica del cementerio. En la zona central, “la más noble” se suceden obras de Quitín de la Torre, Mogrovejo e Higinio Basterra a donde se llega habiendo visitado el depósito y desde donde se pasea hasta llegar al cementerio civil, que recibe a los visitantes a la sombra de un precioso tejo y una familia evangelista resguardada del sol de mediodía. Otros vestigios de los conflictos bélicos que sufrió Bilbao en el s.XX que descubrimos durante la visita son los muros de fusilamiento que hay cada lado del cementerio, de manera casi simétrica, con marcas de bala que aún se conservan en algunos puntos cercanos.

Y como cierre de la visita se puede descubrir que el propio cementerio fue bombardeado y parte de lo que se ha visitado en la visita es una reproducción.

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