El cementerio Parc de Roques Blanques, premiado por su política de gestión innovadora y respetuosa con el medio ambiente

Share

El Cementerio Comarcal Parc de Roques Blanques ha sido escogido finalista de los V Premios Corresponsables, impulsados por la Fundación Corresponsables, que galardona los proyectos más innovadores y sostenibles en el ámbito de la responsabilidad social empresarial (RSE) en España y América Latina, en todo tipo de organizaciones.

Para Joan Ventura, director de Cementerios del grupo áltima, la empresa funeraria que gestiona Roques Blanques: “Este premio es un reconocimiento a la filosofía de gestión de este cementerio, que desde sus inicios ha apostado por la protección del entorno natural y privilegiado donde se ubica, en la sierra de Collserola. Ser finalistas en los Premios Corresponsables nos anima a seguir trabajando en este sentido”.

Entre las múltiples iniciativas de Roques Blanques en el ámbito medioambiental, se encuentran opciones ecológicas de sepultura en pleno bosque, que fomentan la plantación de árboles y la gestión responsable de las cenizas, así como la participación en proyectos de protección de la flora y la fauna autóctonas, en colaboración con el Patronato de Collserola y el Museo de Ciencias Naturales de Granollers. Este compromiso de Roques Blanques se certifica, además, a través del registro medioambiental EMAS (EcoManagement and Audit Scheme o Sistema Comunitario de Gestión y Auditoría Ambientales), con que el cementerio cuenta desde 2008.

Roques Blanques, un cementerio responsable
Por su perfecta integración en la naturaleza, Roques Blanques es considerado uno de los mejores ejemplos de “cementerio parque” en nuestro país. Situado en el extremo oeste de la sierra de Collserola, en el municipio del Papiol (Barcelona), y con una extensión de 50 hectáreas, el cementerio se integra perfectamente en el territorio y su diseño respeta en todo momento la orografía del terreno, sin presentar ninguna construcción elevada, calles de nichos o muros que lo delimiten.

Propiedad del Consell Comarcal del Baix Llobregat y gestionado por el grupo funerario áltima, Roques Blanques se ha caracterizado desde sus orígenes por una política de gestión medioambiental muy comprometida con su patrimonio natural. En este sentido, ha llevado a cabo dos iniciativas pioneras en España, como el Bosque de la calma y el árbol familiar, para dar respuesta a la creciente demanda de incineración. Se trata de alternativas de inhumación de cenizas que permiten plantar un árbol autóctono de Collserola -encina, alcornoque o pino- y enterrar al lado hasta cinco urnas cinerarias biodegradables. Esta iniciativa ha favorecido además la reforestación de una zona del bosque de Collserola que se quemó hace varios años. Desde su puesta en marcha, ya se han plantado más de 950 árboles.


Roques Blanques cuenta también con el Jardín y la fuente del reposo, un espacio de estilo zen que permite, por un lado, esparcir las cenizas de forma controlada y reciclar la urna no ecológica, evitando así el abandono en espacios naturales; o bien, por otro lado, que las cenizas se diluyan con la urna biodegradable en una fuente.
Además de estas opciones ecológicas de sepultura, Roques Blanques lleva a cabo varias iniciativas que fomentan la flora y la fauna amenazadas en el Parque de Collserola -como por ejemplo el murciélago, los anfibios, el erizo oscuro o la ardilla común-; el ahorro de recursos energéticos -reducción del consumo de agua y papel-; la prevención de la contaminación -mediante el uso de vehículos eléctricos-; y la reducción de los impactos medioambientales -reciclaje de residuos, control de las emisiones atmosféricas de los hornos para la incineración, potenciación del uso de madera de tala controlada para ataúdes-. Roques Blanques recomienda también a los visitantes del cementerio el uso de flores naturales que pueden reciclarse como abono.

La candidatura del cementerio de Roques Blanques a los Premios Corresponsables ha sido valorada por un jurado experto en RSE de un total de 345 iniciativas de más diez países latinoamericanos. En total, se han reconocido diez proyectos ganadores y 50 más han sido finalistas, principalmente de países como España, Argentina, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Colombia, México, Venezuela, Perú y Chile. Más de 300 personas presenciaron la ceremonia de entrega de la quinta edición de estos premios, que se celebró al Caixaforum de Madrid el pasado 23 de septiembre. El acto se emitió por streaming en varios países de América Latina.

Compartir en :