Durante los trabajos de construcción de la línea Crossrail en el metro londinense, se ha hallado un cementerio con cerca de 3.000 esqueletos en las inmediaciones de la estación de Liverpool Street.
A lo largo de la excavación del túnel para el gran tramo ferroviario que se inaugurará en 2018, se han encontrado huesos humanos pertenecientes a más de 20.000 personas enterradas en este camposanto que data del siglo XVII según los expertos.
Entre las personas enterradas se incluyen pacientes de hospital psiquiátrico llamado Bedlam que nunca fueron reclamados por sus familias, además de gente fallecida durante las guerras y por plagas, como la peste.