No es la primera vez que entrevistamos a Óscar Rodríguez, gerente de Artavia, y nunca defrauda en sus intervenciones por la claridad y sinceridad con las que responde a cualquiera de las cuestiones planteadas. En esta ocasión, hablamos sobre la reciente participación en la feria Funergal, su balance del ejercicio 2021, un año marcado aún por la pandemia, además de analizar la actual crisis provocada, entre otros factores, por la guerra en Ucrania con la elevada subida de precios de las materias primas y de los costes energéticos.
Desde 2018 fabrican y distribuyen sus propios ataúdes. ¿Cuáles son las características de estas arcas?
De nuestra línea Natur destacaría la rapidez y eficacia a la hora de fabricar los féretros; desde el año 2018 hemos ido perfeccionando el producto y optimizando al máximo el sistema de fabricación logrando producir hasta un total de 65 unidades al día.
También distribuyen féretros de otros fabricantes, ¿qué porcentaje de sus ventas proviene de la gama de producción propia?
Tenemos acuerdos con algunos proveedores que nos permiten atender todos los pedidos que nos llegan sin complicaciones. En la actualidad, podemos afirmar que el 50% de los ingresos anuales provienen de nuestra gama Natur, la cual va destinada mayormente a la incineración. Los ataúdes Natur son los únicos que fabricamos en nuestro centro de producción.
Además de arcas, distribuyen otros artículos funerarios. ¿Cuáles serían estos productos?
Desde Artavia proporcionamos la gran mayoría de productos que el cliente necesita para prestar el servicio funerario, si bien es cierto que lo que más nos reclaman son los consumibles del día a día (sudarios, guantes de nitrilo, urnas, etc.), y es en este punto donde conseguimos ser más competitivos en el mercado.
Artavia nace en 2014 y en 2016 se traslada a un almacén de mayores dimensiones. El año pasado volvieron a trasladarse a una nave de mayor capacidad desde la que operan en la actualidad. ¿Prevén una nueva ampliación de su sede?
Por ahora no. En estos momentos estamos rozando el límite de nuestra capacidad para ofrecer el mejor servicio posible a nuestros clientes en términos de calidad y rapidez. No debemos olvidar que, aunque estemos en un proceso de crecimiento continuo y registrando un volumen de ventas superior a las expectativas que teníamos cuando empezamos hace 8 años, seguimos siendo una empresa pequeña y familiar que ante todo quiere mantener la excelencia en el servicio.
¿Cómo valora el ejercicio 2021?
No fue un buen año, pero no debemos centrarnos en lo negativo. Seguimos en el mercado, trabajando mucho; poco a poco vamos creciendo y asentándonos como proveedor de referencia, pero si nos basamos en las cifras, los beneficios en 2021 cayeron un 6% con respecto a los ejercicios anteriores rompiendo así la buena dinámica que llevábamos en el último lustro. Pese a haber mantenido un buen nivel de ventas, la subida incesante del precio de las materias primas ha generado una situación de incertidumbre y ha reducido el margen de beneficios de la empresa.
¿Y qué previsiones tienen de cara al presente año?
En mi opinión, este 2022 será el año en el cual nuestro sector demostrará, aún más, su nivel de profesionalidad. Todos los agentes que intervienen en el servicio funerario deben mostrarse en sintonía; los precios van a seguir al alza y las funerarias deberán realizar un esfuerzo con respecto a las compañías de seguros. Somos conscientes de que ellos estiman un precio a principio de año y prácticamente todos los meses se está produciendo una subida de la materia prima. Por nuestra parte, en este tiempo hemos aprovechado al máximo nuestros recursos para intentar no repercutir esa subida en las facturas, pero la realidad es que ya no tenemos margen. Lamentablemente, no podemos seguir sufragando la subida de precios sin repercutir parte a nuestros clientes.
¿Con qué stock cuentan habitualmente en su almacén de 1.300 metros cuadrados?
En la actualidad rondamos las 1.800 arcas y diversos artículos funerarios. Ahora más que nunca es importante contar con un stock amplio porque no llegan arcas de importación, por lo que todas las fábricas están a pleno rendimiento. En nuestro caso, atendemos casi con toda normalidad el 100% de los pedidos y ese es uno de los principales factores por el que nos escogen los clientes. Ojalá cuando el mercado se estabilice y vuelvan a entrar féretros de importación, algunos de esos clientes más exigentes que han recurrido a nosotros en estos momentos complicados, no olviden el enorme trabajo que está realizando nuestra plantilla para responder a cada una de sus necesidades.
Artavia ya había estado presente en anteriores ediciones de Funergal, ¿cómo valora su participación en la convocatoria de este año?
Quien me conoce sabe que no soy un gran defensor de las ferias porque considero que, en ningún caso, posibilitan el retorno de la inversión. Reconozco que cumplen una función importante como punto de encuentro pudiendo coincidir durante unos días con amigos y compañeros de profesión, además de clientes. Además, permiten reafirmarte en un mercado cada vez más competitivo potenciando tu imagen de marca. Y por esos motivos decidimos participar en el certamen de Ourense. En cuanto a esta última edición de Funergal hemos detectado una mayor afluencia de visitantes y en este sentido estamos satisfechos. Pero quisiera aprovechar este espacio para manifestar también mi opinión respecto a la celebración de diversos salones funerarios en nuestro país. Creo que deberían unirse las tres ferias y celebrarse una sola porque no es factible para las empresas participar en tantas convocatorias.
¿Qué novedades de las exhibidas en el marco de Funergal les gustaría destacar?
Presentamos un carro elevador hidráulico que fue la gran sensación y reclamo de nuestro stand. Asimismo, dimos a conocer un arca de tapilla americana que desde hace unos meses hemos empezado a fabricar en nuestras instalaciones. Funergal fue el escaparate donde mostrar estas nuevas incorporaciones al mercado.
En entrevistas anteriores nos anunciaron su intención de abandonar la comercialización de productos de importación para centrarse exclusivamente en el producto nacional. ¿Han podido alcanzar este objetivo? ¿Por qué tomaron esta decisión? ¿Cuál ha sido el resultado?
Hace año y medio que no recibimos un producto de importación. La decisión fue motivada por varios factores y se tomó con miedo porque era arriesgada. Pero fue una intuición que decidimos seguir porque pensamos que en algún momento si fallaba el mercado internacional íbamos a tener serios problemas. Para poder atender en todo momento a nuestros clientes y brindarles un producto diferenciador (el de importación tiene una excelente calidad, pero no tiene rasgos distintivos y solo te permite competir por precio) nos reunimos con nuestro proveedor de arcas para que, mientras nosotros producíamos la gama Natur en nuestra fábrica, ellos se encargasen del resto de modelos que distribuimos poniendo a nuestro alcance un producto de la máxima calidad. El resultado ha sido más que positivo y la apuesta nos ha salido perfecta. Puedo afirmar que, hoy en día, todos nuestros modelos están fabricados al 100% en España.
Como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania iniciada el pasado mes de febrero, el sector forestal y de la industria de la madera y mueble está sufriendo una situación muy complicada. ¿Lo perciben así desde su compañía? ¿A qué obstáculos se han tenido que enfrentar en los últimos meses?
En las pérdidas de 2021 que comentaba anteriormente tiene mucho que ver la crisis del sector de la madera, pero quiero resaltar que va mucho más allá de la guerra en Ucrania. Personalmente creo que el problema principal radica en el gran colapso que tiene China. Y es que China concentra la mayor producción de chopo, material que se emplea en la mayoría de nuestros ataúdes de la gama Natur, por ejemplo. Le sigue por detrás Rusia o USA, pero hay plantaciones también en Francia, Italia, India, Canadá… No obstante, el gigante asiático tiene a todos los mercados a su disposición, por lo que hasta que no logre estabilizarse, me temo que vamos a continuar con la escasez y sobre todo la precariedad. En este contexto, nos está costando mucho disponer de buena materia prima a un precio razonable; apenas queda buen material y el poco que hay nos vemos obligados a pagarlo a un precio muy superior. Es una situación difícil, aun así quiero incidir en que es falso que el sector pueda quedarse sin materia prima para fabricar ataúdes. No habrá la cantidad de modelos que existen actualmente ni con la misma calidad, pero las empresas fabricantes podremos atender estas dificultades sin dejar de abastecer al mercado. Se producirán nuevas subidas de precios en los próximos meses, nosotros nos vemos obligados a realizar un nuevo incremento de los precios del 6% el próximo mes de julio. Y en este punto, me gustaría pedir a los clientes que tengan paciencia con sus proveedores de confianza en estos momentos complicados; cualquier subida de precio que realicemos se produce porque es absolutamente necesaria para mantener la estructura empresarial y asegurar el futuro de todos.
¿Alguna otra cuestión que quiera compartir con nuestros lectores?
Me gustaría poner el foco también en el sobrecoste del gasoil y la luz. Sólo estamos repercutiendo el precio de la materia prima porque entendemos que estos otros costes se han incrementado para todos, pero eso conlleva un gran esfuerzo para nuestras empresas y las ayudas del gobierno son insuficientes.
Consultar entrevista completa a Óscar Rodríguez, gerente de Artavia, en el número 167 de Revista Funeraria
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