Una empresa funeraria asimila, en la mayor parte de su actividad, la imagen de la propia aseguradora, porque en muchas ocasiones el cliente no distingue entre ellas, según explica Vicente Luis Díaz Pedraza, Economista especializado en Marketing y colaborador de Revista Funeraria en su artículo ‘Funeraria y decesos. ¿Partners?’, que se incluirá en el próximo ejemplar de la publicación referente del sector funerario.
Para Díaz Pedraza, Funeraria y Decesos son sectores dependientes y complementarios, de tal forma que sería difícil pensar en un funcionamiento óptimo de las aseguradoras sin la respuesta adecuada de las empresas funerarias y viceversa. Más allá de los argumentos está la normativa que no hace sino afirmar esta relación sectorial. En este punto, el artículo hace referencia a las modificaciones introducidas por la nueva Ley que entraron en vigor el pasado 1 de enero de 2016 que, dentro de su título III se añade una sección quinta denominada ‘Seguros de decesos y dependencia’ que establece que por el seguro de decesos el asegurador se obliga, dentro de los límites establecidos en este título y en el contrato, a prestar los servicios funerarios pactados en la póliza para el caso en que se produzca el fallecimiento del asegurado. Además, en el supuesto de que el asegurador no hubiera podido proporcionar la prestación por causas ajenas a su voluntad, fuerza mayor o por haberse realizado el servicio a través de otros medios distintos a los ofrecidos por la aseguradora, el asegurador quedará obligado a satisfacer la suma asegurada a los herederos del asegurado fallecido, no siendo responsable de la calidad de los servicios prestados.
“En Decesos, el servicio que demanda el asegurado no es tan material como muchos otros bienes de mercado. El bien es la tranquilidad, la confianza, la información y muchos otros intangibles de la relación aseguradora-asegurado. Aunque la mayoría de las instituciones funerarias, tanto prestadoras como aseguradoras, han desarrollado planes de negocio coherentes con la ética y la búsqueda de la satisfacción del cliente, hay otros casos en los que se oferta sin tener en cuenta el equilibrio coste-precio, lo que distorsiona relaciones a corto y medio plazo”, afirma Díaz Pedraza.
Recordar que el de decesos es uno de los seguros más reclamados por el público y casi todas las compañías aseguradoras señalan los buenos resultados de este segmento, que crece un 4% anual y se adapta a las exigencias de un cliente que contrata cada vez más joven e informado, según publicaba el pasado viernes el diario Cinco Días en un artículo. “El consumidor percibe que el funeral es un gasto imprevisto y elevado que puede suponer un problema económico con repercusión en la economía familiar”, explican representantes de la compañía de decesos NorteHispana Seguros en el citado rotativo.