Henry Keizer, Presidente del Consejo de Administración del ‘Grupo Facultatieve’, falleció de manera completamente inesperada el pasado 5 de octubre de 2019 a la edad de 58 años.
En 1996, la junta directiva de ‘de Facultatieve’ de la época pidió a Henry Keizer que se pusiese al frente de la organización, surgida de la Koninklijke Vereniging voor Facultatieve Crematie (Asociación Real Holandesa de Cremación ‘de Facultatieve’, fundada en 1874), para hacer realidad las aspiraciones internacionales. Dos años más tarde, fue nombrado Presidente del Consejo del ‘Grupo Facultatieve’ que, bajo su mandato, creció hasta llegar a ser una destacada organización internacional, con sucursales en todo el mundo.
Se mantuvo en este puesto durante más de veinte años. En todo ese tiempo, el Grupo ha experimentado un crecimiento espectacular. No solo en los Países Bajos, sino que también internacionalmente. El número de crematorios y cementerios ha aumentado en los Países Bajos, y el Grupo, además, se ha hecho presente en Alemania con diversos crematorios. Fuera de los Países Bajos situó a Facultatieve Technologies en una posición destacada en el mapa y, sucesivamente, logró convertirla en una empresa líder en su sector.
Henry Keizer se sentía orgulloso de ‘de Facultatieve’, pero, sobre todo, de las personas que trabajan allí, «que son quienes lo logran todo», la cual era una frase muy suya. Los valores fundamentales de calidad en la prestación del servicio y libertad de elección eran primordiales para él. De cara al futuro sentía una gran responsabilidad: «Lo bonito de una organización con tanta historia es que, como director, solo eres un pequeño eslabón de una larga cadena (…). Creo que uno mismo también debe aportar algo a esa historia y considero como mi tarea más importante, llegado el día, poder pasar una cadena que sea un poco más fuerte (…)».
Con un espíritu siempre positivo y jovial, Henry Keizer estuvo muy implicado en numerosas organizaciones internacionales, tanto en el sector funerario como fuera de él. Las organizaciones benéficas ocupaban un lugar especial para él. Y no solo eso, siempre que surgía la ocasión, estaba dispuesto a ayudar a los jóvenes con consejos y acciones. Rebosaba energía y entusiasmo.
Con Henry Keizer perdemos a un hombre notable con una personalidad carismática, con una sabiduría inmensa y dotes de liderazgo, pero por sobre todo, muchos echaremos de menos su sentido del humor, su cálida amistad y su interés sincero.
Como patriarca, Henry Keizer ha significado mucho para el ‘Grupo Facultatieve’ y, como lo demuestran las innumerables reacciones recibidas, también ha sido así para muchas otras organizaciones y, sobre todo, para personas, a nivel personal. Su inesperada muerte ha supuesto un duro golpe y ha provocado todo tipo de reacciones de incredulidad. Uno de los mensajes enviados a un foro en línea del sector funerario expresa el sentir generalizado de manera muy acertada: «¡Descansa en paz, bella persona!»