Conservar el ADN de un familiar es, sin duda, un acto sentimental que permite dar forma física al recuerdo del ser querido. Sin embargo, tiene otra utilidad. La revolución genética que estamos viviendo con la tecnología CRISPR-Cas para la ‘edición de genes’ (gene editing, en inglés) permite realizar cambios muy específicos en una cadena de ADN de forma sorprendentemente sencilla y económica y hace que hitos impensables hace unos pocos años sean ya una realidad, según explica en el artículo incluido en el último número de Revista Funeraria la Dra. Marta Tomás Mestres, bioquímica, col. 21954C, CEO de Family Synergy, S.L.
La ‘edición de genes’ en seres humanos, concretamente en las células que no se transmiten a la descendencia, servirá para tratar al paciente con enfermedad monogénica o infecciosa. Más aún, ya se están realizando ensayos clínicos para probar su uso en talasemia y hemofilia B, e incluso se están empezando a tratar pacientes con cáncer.