Con motivo de la presentación oficial de la Fundación Mémora se ha organizado esta mañana una jornada sobre las Ciudades Compasivas-Ciudades Cuidadoras, es decir, aquellas que prestan atención a personas con enfermedad avanzada, alta dependencia o en proceso de final de la vida, así como a sus familiares. Más de 200 personas, la mayoría profesionales de la salud como médicos, enfermeras, psicólogos o especialistas en cuidados paliativos, entre otros, se han reunido en el auditorio de la Fundación Botín en Madrid.
“Un ensayo publicado en la revista Resurgence & Ecologist evidencia que la creación de comunidades compasivas puede llegar a reducir en un 20% las urgencias hospitalarias gracias a que estas comunidades acompañan, ayudan y apoyan a las personas aisladas con problemas de salud. El término comunidades compasivas se deriva del concepto de ciudades saludables adoptado por la OMS, cuyo objetivo se basa en dedicar esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de la población a través de valores como la convivencia, la solidaridad, la cohesión y la democracia. Años después el mundo anglosajón lo desarrolló como una perspectiva innovadora social de salud pública que se ha ido extendiendo en los últimos años”, ha expicado Julian Abel, vicepresidente de Salud Pública de Palliative Care International (PHPCI) y director de Compassionate Communities UK.
De este modo, las Ciudades Compasivas nacen con el objetivo de involucrar a la sociedad para que participe activamente en el proceso final de vida, tanto a nivel cultural como social. También promueven y ponen en marcha acciones de soporte social creando redes comunitarias que permitan cuidar a este grupo de personas, especialmente aquellas con enfermedad avanzada y combinada con necesidades de carácter social o familiar (soledad, pobreza, conflicto, accesibilidad, etc.) que en España se estima en un 0,4% de la población.
Xavier Gómez-Batiste, director del Centro Colaborador de la OMS para programas de cuidados paliativos considera que la experiencia en gestión del duelo y proceso final de vida, en abordaje de la soledad y en aislamiento social en la gente mayor pueden servir de ayuda para elaborar e implementar un proyecto social de este ámbito. Sin embargo, aumentar el número de profesionales del sector no es la respuesta para muchos de los problemas sociales que enfrentan las personas que precisan ser cuidadas. En un contexto de necesidades crecientes de estos servicios y de limitación de recursos, los aspectos esenciales en los proyectos de ciudades compasivas están relacionados con los valores del humanismo, la solidaridad y la atención a personas vulnerables. “Las habilidades que se necesitan para el desarrollo de estas comunidades compasivas no tienen que ser necesariamente familiares ni están estrictamente relacionadas con los profesionales de la salud. Solo se requiere una acción individual para participar activamente y trabajar en la construcción de dichas comunidades de soporte”, matiza Gómez-Batiste.
Actualmente, España cuenta con cuatro ciudades definidas como compasivas o cuidadoras con sus iniciativas: Madrid, Ciudad de los Cuidados; Programa Sevilla Todos Contigo; Santurce cuidadora compasiva (Vizcaya) y Programa de Vic, ciudad cuidadora (Cataluña).
En línea con el objetivo de las ciudades compasivas, y durante la jornada, Fundación Mémora ha dado a conocer la misión y valores que lleva desarrollando desde su creación en su compromiso a nivel social, de investigación y de formación con los profesionales del sector. “Nuestra prioridad consiste en impulsar los múltiples proyectos sociales para ayudar a la sociedad, dar soporte y mejorar la atención a las personas y familias en situación de proceso de final de vida. Lo hacemos a través de cuatro ejes centrales: la acción social; la sensibilización de la sociedad en el momento de concebir la muerte como parte de la propia vida; la investigación e innovación para mejorar la continuidad del servicio entre los sectores sanitario y sociales y el sector funerario; y la formación a cuidadores y profesionales del sector a través de cursos, ciclos y jornadas”, afirma Juan Jesús Domingo, consejero delegado de Grupo Mémora y miembro del patronato de la Fundación.
Por su parte, Santiago de Torres, presidente de la Fundación Mémora, explica que “hace años que Mémora impulsa múltiples proyectos de compromiso con la sociedad a través de iniciativas como la realización de talleres sobre envejecimiento saludable, arteterapia o musicoterapia, además de poner a disposición de las familias que han perdido recientemente un ser querido grupos de duelo y Espacios de Apoyo, entre otros”. Asimismo, Fundación Mémora ha llevado a cabo acuerdos de colaboración con otras entidades para desarrollar más iniciativas en esta línea, colaborando conjuntamente con Fundación Bancaria ‘La Caixa’ para realizar sesiones divulgativas tanto de procesos de final de vida como de promoción de hábitos saludables y envejecimiento de calidad; y con Cruz Roja, trabajando en la cesión de los Espacios de Apoyo y de profesionales expertos en duelo para que los refugiados reciban todo tipo de atención, especialmente psicológica. “Nuestros proyectos sociales también incluyen a perfiles profesionales del sector a través de convenios con universidades en los cuales impulsamos e impartimos cursos sobre procesos de pérdida y duelo”, concluye el presidente.
Recordar que Fundación Mémora tiene la finalidad de proporcionar ayuda a la sociedad, apoyando y mejorando la atención a las personas y las familias en situación de proceso final de la vida.