Más de 400 personas acudieron el pasado viernes 27 de enero por la tarde al primer memorial religioso de Mémora en las Islas Canarias, celebrado en la Catedral-Basílica de Santa Ana de Las Palmas de Gran Canaria en homenaje a todas aquellas personas que nos han dejado desde 2020.
Celebrar de manera conjunta este memorial tiene un significado especialmente emocional tras los años de pandemia y postpandemia en los que las restricciones de movilidad y aforo hicieron que muchas familias no pudieran despedirse de sus seres queridos o tuvieran que hacerlo bajo condiciones inesperadas. Se trata, además, de la única ceremonia religiosa memorial organizada por una funeraria en toda la isla de Gran Canaria.
El obispo auxiliar de la Diócesis de Canarias, D. Cristóbal Déniz Hernández, ofició la eucaristía, que también contó con la interpretación en directo de un coro de voces blancas. Al inicio de la ceremonia se hizo entrega de una vela eléctrica a todas las familias asistentes, que iluminaron la Basílica a modo de conmemoración de los seres queridos fallecidos en el momento de Acción de Gracias de la liturgia.
Con esta liturgia el grupo funerario quiere mostrar la voluntad de acompañar a los habitantes canarios en su duelo. “Nuestro deseo es ofrecer a las familias de la isla y de toda la comunidad autónoma un servicio cercano durante todo su duelo, un proceso que va más allá del momento de la pérdida de su ser querido”, afirma Javier Andrade, gerente de Mémora en Las Palmas de Gran Canaria. “La acogida positiva que ha tenido la iniciativa en Las Palmas nos impulsa a seguir ofreciendo nuestro acompañamiento, también desde el consuelo más espiritual, a las familias del resto de la comunidad”, finaliza.
Mémora cuenta con memoriales religiosos en otras comunidades como Cataluña. Estos eventos de homenaje llegan a las Islas Canarias tras un compromiso de más de 15 años con la comunidad autónoma.