El Grupo Tanatorios Irache celebra hoy, 2 de noviembre, su 40º aniversario con la reapertura de su renovado edificio de Pamplona. La empresa navarra abrió sus puertas en 1976 impulsada por cuatro familias de larga tradición funeraria: Ardáiz, Azcona, Ortigosa y Unzué. Se trataba del primer tanatorio de la comunidad autónoma y uno de los primeros que se construía en España, siendo, por tanto, pioneros en el sector funerario.
El acto conmemorativo, presidido por Lorena Sánchez, directora general del grupo, ha contado con la presencia de Francisco Pérez González, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela; Pedro María Ardáiz Aldea, uno de los accionistas fundadores de Tanatorios Irache; Guillermo Pérez Azcona y Abraham Santos Ardaiz, consejeros de Tanatorios Irache, y Manuel Ayerdi, vicepresidente de Desarrollo Económico del Gobierno de Navarra, además de con una numerosa representación de profesionales relacionados con el sector funerario. Parte del equipo de Revista Funeraria también ha querido acompañar a la compañía en una efeméride tan especial.
Tras 40 años de actividad, se ha realizado una importante inversión para proporcionar un marco de máximo confort a las familias y a sus allegados. Este ambicioso proyecto ha tenido como objetivo una reforma integral en la Calle Monasterio de Irache, que se ha traducido en la configuración de un nuevo modelo de edificio y distribución de espacios. Todo ello permite dar un salto cualitativo en la prestación de servicios funerarios integrales y continuar siendo un referente, no sólo en Navarra, sino también nacional.
Se ha optimizado el funcionamiento del tanatorio, potenciando la independencia de las dos circulaciones: usuarios – servicio, y priorizando la innovación en las dotaciones técnicas propias de su uso, poniendo a disposición de sus clientes las más avanzadas tecnologías de la información. Todo ello se traduce en el uso de la madera, cerámicas, paramentos e iluminación de forma coordinada. Las celosías de madera como hilo conductor de la imagen interior del proyecto tratan de compaginar de forma sutil el hecho social de la muerte con la necesidad de espacios de intimidad.
En la planta baja, el gran espacio vestibular y de recepción da acceso a una zona de exposiciones y a la sala de despedidas, única en la comunidad foral, no sólo por su imponente tamaño sino también por su singular diseño, que tiene capacidad para albergar eventos a la medida de las necesidades de los clientes del Tanatorio.
Ayer 1 de noviembre, organizó una jornada de puertas abiertas para el público en general. Tras estos dos eventos, Tanatorios Irache reanudará sus servicios funerarios mañana, 3 de noviembre.