Cementiris de Barcelona celebraba, en la Torre de les Aigües del Besós (Barcelona) el pasado 16 de noviembre, la ‘1ª Jornada sobre Conservación del Patrimonio Funerario y de la Memoria en los Cementerios’, con el objetivo de poner en común las problemáticas y dificultades existentes en el ámbito de la conservación del patrimonio, conocer diferentes líneas de trabajo y enfocar las mejores estrategias para afrontar con éxito este inmenso reto colectivo.
La Torre de las Aguas del Besós, escenario del encuentro, es un edificio de la ciudad de Barcelona, cuya función original era la del abastecimiento de agua de la ciudad. Después de haber pertenecido también a la empresa Can Girona, en la actualidad hace la función de mirador, con 303 escalones. De la empresa se conserva una magnífica torre de obra vista que ya forma parte del imaginario colectivo de los habitantes del barrio Barcelonés de Poblenou y se ha integrado de pleno derecho en el patrimonio cultural de la ciudad.
Presentación
La jornada daba inicio de la mano de Miquel Trepat, director general de Cementiris de Barcelona, acompañado por Marc Aureli Santos, Director de Patrimonio y Arquitectura Urbana del Ayuntamiento de Barcelona, y Carme Grandas, Dra. en Historia del Arte y Responsable del Museo Virtual del Arte Público de Barcelona, quienes hablaron de las protecciones patrimoniales y de los cementerios como recintos de historia, arquitectura y artes. “Estamos muy contentos de poder celebrar esta jornada, la primera de un proceso que necesita mucho tiempo y energía y muchísimo convencimiento. El convencimiento lo tenemos a nivel de nuestras instituciones, a nivel europeo representado por la ASCE (Asociación de Cementerios Significativos de Europa), de la que muchos formáis parte, y también de la mano de la AFCM (Asociación Nacional de Entidades y Empresas Municipales de Servicios Funerarios y de Cementerios). Tenemos un patrimonio enorme, tanto inmaterial como material, ambos elementos a preservar. Debemos conservar y trasladar a las siguientes generaciones el legado de las anteriores, pero sabemos que esto supone un esfuerzo enorme y, por tanto, un gran desafío”, explicaba Miquel Trepat. Para el director general de CBSA, desde el punto de vista de Barcelona y de las distintas asociaciones de las que forma parte Cementiris, los gestores de cementerios se enfrentan en la actualidad a tres grandes retos: el económico, el jurídico y el de gestión.
Equilibrio entre las funciones propias del cementerio y la conservación del patrimonio
Y es que, trabajar para la conservación del patrimonio de los cementerios requiere aunar muchas disciplinas y esfuerzos, una labor integral por parte de cualquier institución: “Solo desde esa conjunción de esfuerzos se podrá avanzar. A esos retos se suma el esfuerzo técnico. No solo se trata de conservar, sino que, cada vez más, hemos de saber qué queremos conservar y cómo queremos conservarlo. En ‘el qué’ está parte del éxito de ese horizonte final. La riqueza que tenemos en los cementerios es tan ingente que, si no somos capaces de determinar con precisión con ayuda de arquitectos, historiadores del arte, antropólogos, arqueólogos, cuáles son los elementos prioritarios, no podremos avanzar.” Trepat informó que en CBSA están trabajando en este sentido con el equipo técnico de Patrimonio del Ayuntamiento y con el equipo de servicios técnicos de B:SM-Barcelona de Serveis Municipals, y no está siendo una tarea sencilla. A estos retos se añade otro, y es que según hacía hincapié el responsable de CBSA, los gestores de cementerios deben ser capaces de garantizar la continuidad de este patrimonio artístico inmenso, pero hacerlo sin restar la capacidad de los cementerios de adaptarse a las nuevas necesidades. “No hay cosa peor que un cementerio muerto. Los cementerios tienen que estar vivos, deben estar al servicio de la ciudadanía, la cual va requiriendo nuevas modalidades, nuevas formas de destino final, ya sea en la inhumación o en la cremación. El equilibrio está en ver cómo compatibilizamos la preservación de determinados elementos, y que al mismo tiempo nos permita ir adaptando los cementerios a nuevos requerimientos.”
“Hay cementerios muy distintos, pero la mayor parte, especialmente aquellos que se trasladaron a las afueras de las ciudades y que fueron capturados por la propia ciudad, son cementerios muy densos; si queremos introducir nuevas fórmulas hay que ‘esponjar’ los cementerios. Hay que focalizar y ver dónde está aquello realmente importante con ayuda de los técnicos. Hoy aprenderemos de las distintas experiencias. Solo en España hay más de 18.000 cementerios de diferentes tamaños y usos. Hay algunos sin usos. Pero un cementerio sin actividad, es un cementerio que se acaba perdiendo.” Para el director general de CBSA, a través de estas jornadas, se pretende seguir avanzando en esa dirección y encontrar fórmulas que puedan aplicarse según la idiosincrasia de cada cementerio. No obstante, más allá de los esfuerzos que se realicen, deben trazarse planes, con unas etapas concretas y unos objetivos, y trabajar también otros elementos como modificaciones legislativas que faciliten la labor diaria: “Sabéis las dificultades que hay en la gestión cuando parte del patrimonio, aunque se ubique en un recinto público está en manos privadas; la problemática existente solo para localizar a las personas que pueden dar razón de este patrimonio privado. Además, aparecen otros elementos a tener muy en cuenta, como es la seguridad; el hecho de no poder actuar en determinadas estructuras, además de que es una pena porque se pierde patrimonio, acaba siendo un problema de seguridad física para los visitantes y trabajadores”.
Trepat explicó que en Catalunya ya se está trabajando para actualizar determinados instrumentos normativos, leyes que tienen que introducir con más fuerza fórmulas de mecenazgo, de subvención, porque desde el ámbito público es necesario encontrar recursos para solventar una serie de problemas propios de una ciudad: “Debemos buscar soluciones que vayan más allá de las propias arcas municipales. Esperemos sentar las bases hoy para próximas jornadas que nos permitan intercambiar experiencias y adaptarlas a nuestra realidad.”
Conservación y preservación de la memoria en los cementerios catalanes
Tras la bienvenida, se iniciaba el primer bloque, en el que se presentaron las diversas actuaciones de conservación patrimonial llevadas a cabo para la conservación en los cementerios y la memoria colectiva en Catalunya.
‘Historia y memoria en los Cementerios de Barcelona’. Adrià Terol. Historiador y Gestor cultural de Cementerios de Barcelona.
Terol hizo un repaso por la evolución del ritual funerario en la ciudad de Barcelona para ayudar a entender por qué parte de nuestros cementerios están degradados. Barcelona inaugura en 1819 el Cementerio de Poblenou, el primero de Catalunya y de todo el Estado, con lo que significa este recinto para la época culturalmente hablando. Queda patente por primera vez que la muerte queda desplazada de la vida, de los centros urbanos. En el año 1836 se impone la utilización del carruaje fúnebre. La burguesía hizo uso del arte funerario como símbolo de prestigio y distinción social.
A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX el proceso de laicización de la población y el progresivo dominio de la ciencia y la medicina haría que la muerte tuviese cada vez más cabida dentro de la nueva sociedad. El Cementerio de Montjuïc se construye en 1883 de espaldas a la ciudad. En el sigo XX las barreras emocionales con la muerte ya son una realidad y han hecho que para muchas personas los cementerios sean espacios desconocidos y olvidados. Ahora, en el sigo XXI, es donde nos encontramos con cementerios parcialmente abandonados y degradados, remarca el historiador.
“Para hacer frente hemos de realizar técnicas de conservación de los cementerios y sumar esfuerzos. En nuestro caso, la conservación general de los cementerios de la ciudad se lleva a cabo desde Cementiris de Barcelona, pero el mantenimiento de las sepulturas va a cargo de su titular. Una de las principales complejidades que se están encontrando las formas jurídicas son las perpetuidades, es decir, aquellas sepulturas de la burguesía del momento que tenían contratos a perpetuidad, lo que nos dificulta el poder revertirlas, reutilizar, darles otro uso.” En la actualidad -apuntaba Terol-, ya se han eliminado, de modo que de aquí a 100 años no se encontrarán sepulturas actuales degradadas, pero sí existe ahora este problema heredado de nuestros antepasados. Y es aquí donde los servicios jurídicos tendrán que encontrar la fórmula para poderlo revertir. No obstante, el principal obstáculo, según el historiador, es el problema entre lo público y lo privado.
“Hay elementos patrimoniales de gran valor para los cementerios. Durante los últimos años se ha llevado a cabo una política de rehabilitación y restauración del patrimonio funerario más representativo de los cementerios de la ciudad.” Destacar los convenios con escuelas de restauración que tiene CBSA. Por ejemplo, con la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Catalunya. Los estudiantes practican con piezas de arte funerario que pueden ser trasladadas a sus talleres. En términos generales y ya más técnicos, desde 2019 se lleva a cabo el Plan Director de Restauración y Rehabilitación de los 9 cementerios de Barcelona, por lo que se refiere a aspectos más genéricos (bloques de nichos, pavimentación…).
Otro aspecto importante del que se ocupa CBSA es la gestión cultural, al mismo tiempo que hay un esfuerzo en la conservación de tipo más económico, con el fin de dar valor a los cementerios y despertar el interés de la gente para que vuelva a interesarse por estos recintos: “Realizamos las rutas culturales de Montjuïc y Poblenou como cementerios monumentales catalogados por el Consejo de Europa. También en otros cementerios en los que iniciamos esta segunda ola de rutas en 2016, y otro tipo de rutas como las nocturnas que son teatralizadas y que despiertan un gran interés.” Al mismo tiempo CBSA se encarga de la gestión en la conservación de la Colección de Carrozas Fúnebres que es un patrimonio único en Europa. Es una muestra de cómo fue evolucionando el ritual funerario en la ciudad y Cementiris la conserva desde 2013 en el Cementerio de Montjuïc. Destacar, asimismo, la biblioteca funeraria fundada en 1986 y trasladada a la Colección de Carrozas Fúnebres en 2012.
Otro de los puntales básicos es el servicio educativo con diversas actividades culturales en los cementerios. Desde 2013 en el marco del programa de actividades escolares, CBSA ofrece actividades a las escuelas: obras teatrales, musicales, poemas. También realizan la Ruta del Fossar de la Pedrera. Está previsto próximamente realizar una ruta conjunta con el Castillo de Montjuïc.
“Estamos trabajando en un proyecto de Memoria enfocado a personajes ilustres, mediante el desarrollo de planos donde podemos ubicar personajes interesantes o emblemáticos enterrados en los cementerios de Barcelona, con mapas interactivos, etc. Y otro proyecto de memoria, ‘Memorias de Barcelona’, que se centra también en la memoria de todos, porque todos formamos parte de la memoria colectiva de la ciudad. Y queremos dar también protagonismo a las familias. El cementerio virtual, a través del cual se pueda preservar la memoria de los barceloneses y sus familias. Daremos la opción en un apartado de la página web para que las personas puedan poner fotos, textos, acerca del difunto para compartir las historias de la persona fallecida.”
– ‘El Cementerio modernista de Lloret de Mar’. Anna Fuentes. Directora de Patrimonio Cultural de Lloret de Mar.
El Cementerio Modernista de Lloret de Mar (1896-1901) conserva un importante legado indiano. La reforma de lo que fue el nuevo cementerio fue impulsada a finales del siglo XIX por un sector de la población que se había enriquecido, y que estaba formado, en su mayoría, por familias relacionadas con las Américas, el comercio de ultramar y la consiguiente riqueza que ello generaba. Hay panteones de artistas de primera clase de la época modernista, la mayoría de ellos son ahora de propiedad municipal. “Todos los panteones han podido ser restaurados porque hemos podido revertir la propiedad a favor del Ayuntamiento. Realizamos informes a nivel de patrimonio indicando que los hemos de restaurar; como el cementerio es un bien cultural de interés local la ley nos ampara y podemos obligar a que se restauren.” Anna Fuentes incide en la importancia de restaurar, mantener y conservar todas estas joyas que tenemos para no acabar perdiéndolas. “Hay ayudas de la Generalitat para proteger patrimonio. Muchas familias cuando ven el importe al que deben hacer frente lo que hacen es devolver la cesión al ayuntamiento. Cuando el bien ya pasa a manos del ayuntamiento sí que podemos pedir subvenciones para restaurar, pero solo cuando el panteón es municipal. No puede ser que el patrimonio protegido esté en abandono.” Ahora están en procedimiento con la Generalitat para declarar BCIN (Bien Cultural de Interés Nacional) el Cementerio de Lloret de Mar. Este camposanto catalán está integrado en la Ruta Europea de Cementerios y la Association of Significant Cemeteries in Europe (ASCE).
– ‘Cementerio Marinero de L’Escala’. Mariona Font Batlle, Técnica del Archivo Histórico de la Escala y del Museo de la Anchoa y de la Sal.
El Cementerio Marino de l’Escala (Girona) supone una experiencia diferente. Este conjunto neoclásico del 1835, declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en 1984, es único en su categoría en la Costa Brava. Es un espacio rectangular con nichos blancos coronados por tímpanos recubiertos de cal, lo que le da un color blanco deslumbrante. Desde 1970 ya no está en funcionamiento, aunque sí es posible visitarlo. Está situado dentro del casco urbano a poca distancia del paseo marítimo. Acoge, entre otros, los restos de personalidades catalanas como Caterina Albert, quien bajo el seudónimo de Víctor Català escribió grandes obras de la literatura catalana. Mariona Font hizo un recorrido por la historia de este singular camposanto marino. Se trata de un cementerio de un pequeño pueblo de pescadores, y una de sus singularidades es que todo está encalado en blanco y no hay lápidas. Es un cementerio sobrio, tranquilo, blanco, un lugar de paz y además anónimo. “La singularidad que ofrece el Cementerio Marino de l’Escala con los característicos nichos rematados con tímpanos triangulares, al lado de la blancura excepcional producida por la cal y la sencillez de los elementos es, sin duda, lo que más impresiona al visitante de este monumento de la arquitectura popular.”
‘Conservación y preservación de la memoria en los cementerios españoles’
El segundo bloque pretendió dar una visión de la gestión patrimonial de los cementerios españoles con el objetivo de conocer sus realidades para aprender y compartir.
– ‘La Sacramental de San Isidro, un descanso decimonónico en pleno Madrid’. Ana María Guzmán, guía del Cementerio Sacramental de San Isidro.
Es el cementerio conservado más antiguo de la ciudad de Madrid. La Sacramental de San Isidro tiene un patrimonio material e inmaterial como institución religiosa. “Este patrimonio histórico y cultural es el que nos ha permitido ser catalogados como Bien Cultural de Interés Nacional. La Archicofradía invierte en preservar la imagen del cementerio decimonónico, y también en conservar su paisaje cipresal. Contamos con cipreses de más de 200 años que conforman un cipresal protegido con más de 200 ejemplares.” El mayor problema con el que se encuentra la Archicofradía a la hora de proteger todo este patrimonio es el olvido, al ser un cementerio a perpetuidad real. Es decir, todos los enterramientos, incluidos los nichos, son para siempre. Ese gusto tan decimonónico de las familias, ese compromiso de atender sus propios enterramientos, de cuidarlos, de limpiarlos, a día de hoy está en desuso. Tanto es así, indicaba la guía, que muchas familias no son conscientes de que poseen un enterramiento en la Sacramental de San Isidro y, lo que es peor, ni siquiera son conscientes de que a día de hoy pueden seguir haciendo uso de esos enterramientos. Hoy en día San Isidro es un cementerio católico, autogestionado por la propia Archicofradía como entidad sin ánimo de lucro, a través de la Junta de Gobierno. La Sacramental no recibe ningún tipo de capital externo; el mantenimiento y conservación es todo asumido por la propia institución a través de los aranceles de enterramiento, de la venta de unidades nuevas de enterramiento, de los donativos, etc.
“En el año 2011, siguiendo la estela de los cementerios de Barcelona, que nos han dado alas para estos temas y coincidiendo con el segundo centenario de nuestro cementerio, la Sacramental comienza de manera pionera en Madrid a realizar visitas culturales, algunas gratuitas y otras de pago, y con el dinero recaudado se invierte en la restauración de monumentos que estaban abandonados por parte de las familias.” La guía resalta la importancia de lo difícil que es mantener el equilibrio entre las rutas culturales, el turismo, y un sitio cargado de dolor como es un cementerio. Por ese motivo, la Archicofradía no permite las visitas externas. “Al enterrar todos los días, solo nuestra guía sabe perfectamente por dónde moverse para evitar situaciones incómodas. Además, hemos conseguido el permiso de varios titulares y así abrir varios panteones y que la gente pueda ver los tesoros que guardan en su interior. También continuamos trabajando en el archivo histórico que conserva la propia Sacramental para rescatar a esas personas que tenemos enterradas y preservar su memoria.”
Colaboran, asimismo, con varios museos, y durante el curso lectivo organizan visitas culturales con asociaciones de mayores, pero sobre todo ponen especial énfasis en traer a los niños y los jóvenes al cementerio. “Organizamos visitas con colegios con un gran éxito, e incluso vienen profesores a dar clase de Historia o de Arte paseando por el cementerio. Hacemos rutas especiales en torno a la festividad de Todos los Santos. Y de la ruta que estamos más orgullos porque es la más especial que tenemos y somos el único cementerio de Madrid que la organizamos, dos veces al año, es la Ruta de las Velas, con más de 5.000 velas que se encienden y se apagan a mano. Fijándonos siempre en cementerios de Barcelona que fueron los que nos inspiraron en este momento.”
– ‘Ciriego, un jardín que mira al mar‘. María Bolado Garmilla. Directora del cementerio de Santander.
Al Oeste de Santander, con unas espectaculares vistas al Mar Cantábrico, el cementerio de Ciriego es una de las necrópolis más bellas de España y forma parte de la Ruta Europea de Cementerios Singulares por su rico patrimonio. Esta ciudad de los muertos es testigo de la historia de Santander desde 1893. Además de los recuerdos familiares de los santanderinos, Ciriego custodia una valiosa colección de patrimonio cultural con panteones, esculturas, monumentos con valor artístico que son ejemplo de la riqueza de la producción funeraria del país.
Al valor artístico de la necrópolis de Santander se le une la riqueza de la multitud de historias que atesora. Ciriego es un reflejo también de la cultura inmaterial vinculada al desarrollo de las tradiciones funerarias. Es una ciudad de muertos que se llena de vida gracias a la actividad cultural; danza, poesía y música honran a los que ya no están y llenan la necrópolis de vida y arte para la eternidad. Las visitas guiadas y el uso de las nuevas tecnologías acercan todo el patrimonio histórico y artístico a los ciudadanos. Una nueva forma de disfrutar de una ciudad dentro de la ciudad.
Ciriego presenta un vídeo para FITUR 2020 junto con un plano trilingüe para atraer más visitantes al cementerio. Es un recinto con 180.000 m2, con un impresionante fondo del Mar Cantábrico. La sociedad Cementerio Jardín gestiona el cementerio y está llevando a cabo una excelente labor de divulgación y conservación del patrimonio que atesora. “Hace 15 años encargamos a Carmen Bermejo, historiadora, un Plan Director para la catalogación del cementerio de Ciriego. Se hace el inventariado de todos los bienes, se crea una ficha de catálogo de cada bien, y en esa ficha se especifica su protección.” Se pretendía así regular la protección del patrimonio ya existente pero además de las nuevas protecciones que se irían levantando en el camposanto. El resultado de toda esta catalogación es el compromiso que adquieren las familias conocedoras de que su panteón está protegido y catalogado y se comprometen con dinero privado en la consolidación del bien, en su restauración. También existen los que para nada se comprometen con el cementerio, aclara María Bolado. “Destacar el compromiso institucional, ya que conseguimos que pasara a patrimonio municipal. Ciriego es cementerio municipal pero no percibe dinero de los presupuestos municipales, nos autoabastecemos por los servicios que prestamos día a día, los nichos que se van comprando o los panteones que se van construyendo. En el caso del Cementerio de Ciriego son concesiones administrativas máximo 99 años. Es decir, si en 99 años las familias no lo reclaman pasa de nuevo a disposición del cementerio y podría otorgarse a otras familias que lo deseen.”
Bolado explica que hay una tercera forma de consolidar el patrimonio que es a través de los presupuestos participativos; el Ayuntamiento de Santander tiene una cantidad de dinero que a propuestas de los ciudadanos hacen pequeñas intervenciones en la ciudad.
Con la catalogación se produce un antes y un después de Ciriego. Es cuando surge la necesidad de crear el Reglamento de Régimen Interior para la protección de todo el patrimonio de Ciriego y lo que se vaya a construir, aprobado por la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Cantabria el 28 de agosto de 2012. Es una herramienta de obligado cumplimiento. Sienta unas bases para establecer el funcionamiento interno de Ciriego. Se realiza, asimismo, la Digitalización de Libros de Registros, y desde 1983 se puede consultar la ubicación de los más de 160.000 fallecidos que alberga el cementerio. El camposanto es pionero además en lograr certificados ISO 9001 y 140001, en calidad y medo ambiente, y pionero en formar parte de la ASCE desde 2008 y la Ruta de Cementerios Europeos desde 2010. “Empezamos a divulgar el patrimonio que teníamos con 3.000 fichas de catálogo. Las primeras visitas no eran concurridas, pero luego ya en la última nocturna que hemos realizado se han acercado a Ciriego casi 1.000 personas. Un éxito total. Colaboran con nosotros gente de la cultura de toda Cantabria. Además, contamos con la web, app, tanto para consulta administrativa como patrimonial, códigos QR, visita virtual por Street View.”
¿Y ahora qué? Se pregunta Bolado. “El cementerio tiene más de 130 años de historia, y el principal problema con el que nos encontramos ahora es el elevado número de unidades que tenemos catalogadas, vencidas, que somos incapaces de encontrar a sus propietarios. Comunicamos, porque cumplimos el artículo 18 del Reglamento de Régimen Interior, a través de carta certificada que nos viene devuelta. Publicamos a través del Boletín Oficial de Cantabria, damos un plazo de 30 días, y si no todas esas unidades y patrimonio pasan a disposición del cementerio, pero no somos capaces de consolidar porque económicamente es imposible hacerse cargo de todas esas unidades.” Desde Ciriego se plantean varias soluciones a esta problemática. Por un lado, les gustaría intervenir el bien y adjudicárselo a otras familias repercutiendo el precio del terreno y de la consolidación del bien, lo que es prácticamente imposible. Por otro lado, aprobar en Consejo de Administración un precio de metro cuadrado de terreno inferior al que hay para la adquisición de un nuevo panteón y con ese ahorro que puedan tener las familias que les sirva para la consolidación del bien, y por otro lado asumir al 50% el coste de la reparación, una parte la familia y otra el cementerio. Pero es curioso, comenta la directora de Ciriego, el hecho de que de todas las unidades comunicadas que son 309, únicamente 9 se han hecho cargo. “Es una labor muy complicada la que tenemos ahora desde la Dirección de los cementerios. Vamos a seguir luchando y trabajando para que todo esto se divulgue y concienciar a las familias, porque no es solo cuestión institucional, y de unas cuantas familias, es que hay que concienciar a todo el mundo de la importancia de los cementerios. Tienen que perdurar en el tiempo porque son un fiel reflejo de la ciudad, la ciudad de los vivos queda reflejada en la ciudad de los muertos. Es un equipamiento vivo que debe evolucionar sin perder las señas de identidad.”
– ‘Alcoy, la ciudad dormida. Cementerio de Sant Antoni Abat‘. Lorena Zamorano Gimeno, Regidora de Turismo, Patrimonio Histórico y Contratación
Alcoy (Alicante) es una población con 60.000 habitantes, pero con un patrimonio que debe mostrarse y debe conservarse, afirmaba Lorena Zamorano, quien daba la enhorabuena a CBSA por la organización de la jornada que ha servido para poner sobre la mesa muchos de los problemas que tienen todos los gestores de cementerios, así como diversas soluciones que pueden aplicarse. “Hay un tabú hacia la muerte y rechazo a estos recintos que en otras épocas sí que eran asiduamente visitados. No obstante, es innegable su valor como transmisores de información y espacios sobre todo de memoria colectiva.” En los cementerios la huella de las clases menos favorecidas perdura a lo largo del tiempo. En el siglo XIX en Alcoy, el cementerio a nivel urbanístico es similar a lo que era el mismo centro histórico de la ciudad. El actual cementerio municipal fue obra del ingeniero Enrique Vilaplana.
En 2004 se produce la reforma más reciente. El cementerio aglutina diferentes tipologías de enterramiento. Uno de los retos de futuro que deben abordar en Alcoy como demanda de la sociedad es el cementerio de mascotas. Destacan del Cementerio de Alcoy las galerías subterráneas con luz natural y los alcoyanos ilustres enterrados en el camposanto. El cementerio se gestiona por la administración municipal, desde la regidoría de Turismo. Uno de los principales proyectos es que en 2012 comienza a formar parte de la ASCE y de la Ruta de Cementerios Europeos. “Se comienza a ver el cementerio como recurso turístico de la ciudad. Se han desarrollado diferentes acciones desde la regidoría alrededor de esta dinamización: la edición de un folleto informativo, un apartado específico en la web municipal, el diseño de una ruta turística geolocalizada y la dinamización de esta ruta con una serie de programas (‘Descobreix Alcoy’), señalética, códigos QR, una web que hace el recorrido, redes sociales, web turismo, etc.” El Cementerio de Alcoy ha sido reconocido con diversos premios que han valorado ese patrimonio y esa labor de impulso y dinamización en el ámbito cultural. ha logrado diversas distinciones en el concurso de cementerios de España de la revista ‘Adiós Cultural’ en las categorías de ‘mejor elemento arquitectónico’, ‘mejor actividad de puertas abiertas’ y ‘mejor historia documentada’.
Experiencia en Bolonia-Italia
La entidad Amici della Certosa di Bologna, de la mano de su presidenta Lucia Vanghi, y de la vicepresidenta de la ASCE, Melissa La Maida, explicaron su experiencia, así como las actuaciones realizadas para la puesta en valor del Cementerio Monumental de Bolonia y la colaboración entre la Asociación Amici della Certosa (ACC) y el Ayuntamiento de Bolonia.
Las ponentes destacan la contribución que hacen los voluntarios de la asociación para la revalorización del cementerio de la Certosa. Amici della Certosa di Bologna busca poner en valor el cementerio, e inició en 2015 la iniciativa ‘desempolvadores en la Certosa’, donde los asociados desempolvan todos los rincones posibles del camposanto en cada uno de los encuentros que realizan a lo largo del año. En 1999 se inicia la investigación histórico artística del cementerio. Se llevan a cabo diversas acciones para la puesta en valor del Cementerio Monumental de la Certosa de Bolonia. Un aspecto importante es cómo se realiza la promoción cultural del cementerio. Se explican los lugares que deben protegerse y los materiales utilizados en los monumentos, así como las causas de su degradación.
La asociación la forman un grupo de voluntarios no especializados en la conservación que, por amor e interés de la historia de la ciudad y cuidado del cementerio, colaboran con el Ayuntamiento de Bolonia y el Museo Cívico del Resorgimento en la manutención y conservación del cementerio. A través de instrumentos como cursos de formación, los voluntarios aprenden qué hay que saber antes de desempolvar en La Certosa. Y también a través de encuentros temáticos con especialistas en La Certosa se lleva a cabo la labor de conservación. El histórico cementerio monumental Certosa di Bologna es uno de los camposantos más antiguos de Europa, nacido en 1800 a raíz de la transformación de la antigua Certosa de San Girolamo. Durante el siglo XIX, el recinto se convirtió en un destino privilegiado para los visitantes de Bolonia. En la actualidad, se encuentra entre los primeros cementerios monumentales en unirse a la Asociación de Cementerios Significativos de Europa (ASCE) y formar parte de la Ruta Europea de los Cementerios. Asimismo, desde el 28 de julio de 2021, el camposanto fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, según el criterio de representatividad de la ciudad de Bolonia.
Difusión del Patrimonio Funerario
El último bloque, dirigido por Esther Celma, licenciada en filología clásica, abordó diferentes experiencias privadas de difusión del patrimonio funerario a través de dos ejemplos de los que es administradora: las webs patrimonifunerari.cat y la web ‘Els Últims Paisatges’ (Observatorio del Paisaje de Cataluña), una de las primeras iniciativas a nivel europeo de inventariar el patrimonio funerario de los cementerios de un territorio, en este caso, de Catalunya. Tienen 2.400 recintos a inventariar. El 50% están finalizados. Celma ha visitado unos 2.600 cementerios de toda Europa, norte de África y Oriente Medio, y en Catalunya unos 900. Ha conocido muchas iniciativas de conservación de patrimonio y ha sido testigo de un gran interés por conservar este patrimonio. Es una obsesionada de los cementerios. Expuso diversas iniciativas privadas o asociativas sobre cementerios: personas, arte e historia. Puso el ejemplo de Cementerios de Teruel que tiene como objetivo dar a conocer el arte funerario de la provincia de Teruel y ha logrado la implicación de los ayuntamientos.
Las conclusiones de la jornada fueron a cargo de Jordi Fossas, presidente del Archivo Histórico de Poblenou. “Todos tenemos, tras la pandemia, tafofilia, que es el interés por visitar los cementerios. Realmente los cementerios son la memoria de todos nosotros; es la memoria local, pero es una memoria internacional. Cualquier cementerio del mundo te explica qué cultura tiene aquel país, cómo cuidan sus muertos y cómo cuidan su arte, y su entorno. Los cementerios de todo el mundo son distintos, pero a la vez son muy iguales.”
Consulta el artículo completo publicado en el XII Especial Cementerios de Revista Funeraria