Barcelona impulsa el servicio de cremación e inhumación de cenizas para animales de compañía
La capital catalana trabaja en un nuevo servicio municipal de cremación de animales de compañía y cementerio para la inhumación de sus cenizas. Cementiris de Barcelona ha realizado un estudio de viabilidad del servicio que ha corroborado que existe una demanda no satisfecha en este sentido. No en vano, se estima que en la Ciudad Condal viven unos 180.000 perros y casi el 50% de las familias tienen un animal de compañía.
Se trata de la primera ciudad española en promover un servicio público en este ámbito, según informa el propio consistorio, desde donde se prevé poder realizar alrededor de 7.000 servicios anuales de cremación de animales de compañía en los primeros años de funcionamiento. El proyecto cuenta con una inversión de 1,1 millones de euros, podrá ponerse en marcha a finales del año 2024 y permitirá acompañar a la ciudadanía en todo el proceso, desde el momento en que fallece el animal hasta la cremación y, si se desea, inhumación de las cenizas. El objetivo es ofrecer un servicio público respetuoso con la dignidad del animal y el duelo de sus cuidadores y familia.
Servicio integral gestionado por Cementiris de Barcelona
El servicio, que gestionará Cementiris de Barcelona, contará con las siguientes prestaciones:
-Servicio integral desde el deceso y hasta su destino final, pasando de un modelo meramente funcional a un modelo emocional bajo criterios de gestión pública.
-Una vez realizada la incineración del animal se ofrecerá la posibilidad de entregar las cenizas a los cuidadores. También existirá la opción de depositarlas en el cementerio de cenizas para animales de compañía.
-Ofrecer a aquellas familias que lo deseen el espacio para rendir una despedida emocional por la muerte del animal con la que se ha convivido.
“No es nuevo en la historia de la humanidad el rendir homenaje póstumo y exequias a los animales como seres sensibles dotados de inteligencia y emociones y que forman parte de las familias. La propuesta es una continuación lógica de la consideración real que la sociedad tiene por sus animales”, explican desde el Ayuntamiento de Barcelona.