El II Concurso de Cementerios ya tiene ganadores
El cementerio de Montánchez, el panteón de García Abad de Lugo, el ángel de la Carriona de Avilés y la historia del cementerio de Granada han sido los ganadores del II Concurso de Cementerios de España organizado por la revista Adiós Cultural, editada por Funespaña. Por su parte, el Cementerio de Roques Blanques se hace con el premio a la Mejor iniciativa medioambiental. La votación popular finalizó el día 30 de septiembre a las 24 h. Los resultados definitivos se pueden consultar en la web de la revista.
Los premios son de 3.000€ al mejor cementerio en su conjunto; 2.000€ a la mejor iniciativa medioambiental; 1.000 € al mejor monumento arquitectónico, a la mejor escultura y a la mejor historia documentada ocurrida en el recinto. Según recogen las bases del concurso, la cuantía del premio será abonada al organismo, asociación o persona que ostente la titularidad del recinto u obra premiada. Los votos emitidos en esta segunda edición han sido de 10.578. Además de España, se han recibido de distintos países como Portugal, Francia, Italia, Alemania, Suiza, Reino Unido, Argentina, México y Hong Kong entre otros.
Montánchez
El cementerio de Montánchez tiene una belleza especial. Situado en la ladera de un escarpado risco, coronado por un castillo de origen árabe, la necrópolis se construye escarbando y moldeando el granito que conforma la montaña, salvando la inclinación del terreno se construyeron terrazas a distintas alturas. Pero sin duda, si algo confiere al cementerio de Montánchez su carácter excepcional, son sus impresionantes vistas, su situación en la Sierra de Montánchez a más de 700 metros de altura, permite al visitante divisar la campiña extremeña, con su espectacular paisaje pudiendo observar, en los días claros, más de cincuenta municipios. El origen del cementerio se remonta a 1810, buscando un lugar alejado del núcleo urbano. Actualmente, cuenta con dos entradas, en la superior se encuentran las capillas del Carmen y San Pedro, ambas con muros de mampostería. La inscripción que reza en esta entrada es digna de mención, llamando la atención de todos sus visitantes: “Templo de la verdad es el que admiras. No desoigas la voz que te advierte, Que todo es ilusión menos la muerte. Mansión es esta de silencio y calma. Ve, solo al hombre pecador aterra. Aquí vuelven los cuerpos a la tierra Y a nueva vida se despierta el alma.”
Lugo
El panteón de García Abad. Recientemente restaurado, está dedicado a este canónigo de la catedral lucense. Fue realizado por el arquitecto Cobreros en 1888 y reproduce un modelo de arquitectura funeraria francesa que se puede encontrar en el cementerio de Bourdeaux. Es una representación de la fe entendida en un contexto de cambio y transformación social en el cual los principios, sentimientos e ideas de los vivos constituyen una expresión de lo que es la muerte. El conjunto recuerda un templo clásico con mezcla de estilos grecorromano, irlandés, prerrománico, renacentista y barroco.
Avilés
La escultura ganadora está en el cementerio de La Carriona de Avilés (Asturias). Se trata de un angel con la mano derecha sujetando la trompeta para el anuncio del fin de los tiempos, y con la mano izquierda señalando al cielo. Se apoya sobre la tumba, decorada con escudos, guirnaldas y sujeta por patas de león. La Carriona es un gran museo al aire libre de la ciudad y que le ha llevado a formar parte de la Red Europea de Cementerios Significativos (ASCE). La puesta en marcha en el año 2012 del Centro de Interpretación del Cementerio de La Carriona (Ciclac) en las antiguas dependencias de capellanía y conserjería, trata de dar a conocer para avilesinos y visitantes todo este patrimonio. Dos rutas acompañan la visita: “Espacio de arte” y “Lugar de memoria”, historia y arte unidas en torno al cementerio de La Carriona.
Granada
Un ramo de fl ores aparece de vez en cuando en un túmulo sobre el que se ha difundido el rumor de que representa a una joven que murió el día de su boda. Se cree que las jóvenes que no quieran tener ningún fatídico acontecimiento el día de su boda deben antes ofrecer un ramo de flores. Realmente la tumba pertenece a Dolores Mirasol, quien no murió ni joven ni el día de su boda.
El hecho habría sucedido hace 134 años, porque la obra escultórica, perteneciente a la Escuela Granadina del momento y de la que se desconoce a su autor, está datada en 1881. La dama del túmulo es la señorita Dolores Mirasol de la Cámara, quien muriera en Granada a las diez horas del día 7 de agosto de 1881. No era ni tan joven, ni aquel día era tampoco en el que iba a contraer matrimonio, aunque la leyenda haya transmitido ese hecho.
Vestida al gusto clásico, la mujer tallada en mármol blanco que descansa sobre el enterramiento, no representa sino el deseo de vencer la muerte, la hipálage que Virgilio bien definiera con los versos de la Eneida que tanto celebrara Borges: “Ibant obscuri sola sub nocte per umbram”; donde la noche oscura y los viajeros solitarios han intercambiado los adjetivos que les corresponden; la eternidad por la temporalidad, la muerte por el sueño. La realidad es que en el túmulo se representa a la bella durmiente del bosque, del popular cuento de hadas nacido de la tradición oral, según el cual la dama no yace inerte, sino dormida.
Premio Medio ambiente
En esta segunda edición del Concurso de Cementerios de España también se ha instituido un premio a la Mejor iniciativa medioambiental que ha tenido un jurado especial presidido y coordinado por Joaquín Araújo. Este premio ha recaído en el cementerio de Roques Blanques, en Barcelona.
La superficie de la finca Can Tintorer, donde está el cementerio, es de 50 hectáreas, de las cuales ha sido ocupado aproximadamente el 30%. El proyecto inicial de Roques Blanques, a cargo de los arquitectos Batlle i Roig, es modélico con respecto a la concepción y ha recibido varios premios a su calidad y por su protección al medio ambiente.
La organización del concurso, además, ha anunciado a todos los participantes, hayan sido o no elegidos para la fase final que serán incluidos en la ‘Guía cultural y turística de cementerios españoles’, recomendados por la revista Adiós Cultural.