Fundación Mémora se centra en los duelos silenciados en el ciclo ‘Reflexiones sobre la vida y la muerte’
Mémora, a través de Fundación Mémora, y en colaboración con la Regió Sanitària de Girona del Servei Català de la Salut, inauguró durante la jornada del pasado martes, 16 de abril, el VII ciclo de ‘Reflexiones sobre la vida y la muerte’ en Girona. El acto, que se llevó a cabo en el Auditori Josep Irla, contó con la conferencia sobre ‘La importancia de las emociones’, a cargo del psicólogo y director de la Fundación Salud y Persona, Joan Piñol, quien destacó que “hablar de las emociones y conocerlas es muy importante para poder entender cómo nos encontramos ante un proceso de pérdida o de duelo“.
Asimismo, durante el acto inaugural, y mediante la celebración de una mesa redonda, tres expertos reflexionaron sobre el duelo perinatal, el duelo por el suicidio y el duelo de los profesionales. Según los especialistas, estos tipos de duelos encuentran un punto en común como es el silencio, ya que, a pesar de causar un gran impacto que puede ser devastador para quien sufre sus efectos, a menudo no son reconocidos de manera global por la sociedad debido a su naturaleza.
En 2022, según datos del INE, se suicidaron 4.227 personas. Por otro lado, la tasa de mortalidad perinatal, según la misma fuente, fue de 4,08 por cada 1.000 bebés.
Los tres duelos silenciados
Duelo perinatal
En el caso del duelo perinatal, la psicóloga y experta en la gestión del mismo por parte de los profesionales, Natalia Artigas, resaltó las características que diferencian este duelo de los demás, “los cuales tienen la peculiaridad de que el resto del mundo no ha conocido a este bebé o pocos lo han conocido. Y, entonces, hay una tendencia a minimizar lo que les está sucediendo“.
En esta línea, el especialista remarcó la importancia de reconocer y validar las experiencias de los afectados, ya que “muchas familias se sienten a veces minimizadas y reciben frases como ‘ya tendrás otro’ o ‘mejor que haya sido ahora que no más adelante’. Este tipo de comentarios no les ayudan y hace que muchas veces no puedan compartir su duelo“. Por este motivo, Artigas destaca que es imprescindible ofrecer espacios grupales donde las familias puedan compartir su dolor con otras personas que hayan pasado por situaciones similares y obtener, de esta manera, la validación y reconocimiento que muchas veces no reciben y no pueden compartir en su entorno.
Duelo por suicidio
El duelo por el suicidio es otro de los duelos silenciados que se abordaron en la mesa redonda. Según explica Cecilia Borràs, presidenta de Después del Suicidio – Asociación de Supervivientes (DSAS), “además de la culpa que uno mismo puede sentir, se añade el sentimiento de vergüenza respecto a los demás o de los que podemos sospechar que estamos siendo analizados y cuestionados, lo que nosotros decimos culpa social“. Una carga extra para los afectados que acaban de perder a un ser querido.
El impacto emocional y psicológico en los familiares después de un suicidio es devastador y, por tanto, es necesario hacer un proceso de reconstrucción para hacer frente a la situación. Por este motivo, y con el fin de ofrecer consuelo y apoyo a las personas que se han visto afectadas, es esencial “ofrecer un espacio de mucha confianza y seguridad y donde lo que estamos compartiendo pueda ser comprendido desde una vivencia que no será la misma, pero que será similar y que la otra persona que nos está sintiendo lo entiende. Esto puede aligerar mucho nuestro dolor y la comprensión y normaliza entendido de una persona con un estigma de carga“, destaca Cecilia Borràs.
El duelo en los profesionales de la salud
En el marco del duelo que rodea a las familias y el entorno más cercano tras la pérdida de un ser querido, un aspecto que a menudo se deja de lado es el proceso de duelo que experimentan los profesionales de la salud con la muerte de su paciente. En este sentido, Teresa Lapiedra, enfermera y gestora de casos del Hospital Santa Caterina, también ha destacado la labor de los profesionales para acompañar a las familias en estos momentos tan difíciles y la importancia de ofrecer cursos con el fin de tratar “la gestión del duelo y las emociones y que el personal tenga más herramientas para hacer frente a estas situaciones en su día a día”.
La importancia de los cuidados paliativos para tener una muerte digna y en paz
Por otra parte, y dentro de las iniciativas que lleva a cabo Fundación Mémora, este miércoles 17 de abril, se celebraba la jornada ‘Cuidar al final de la vida. El arte de acompañar’, organizada junto al Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín y que acogió a más de 250 profesionales. Se trata del tercer encuentro de formación y reflexión organizado por dicha Fundación en el centro hospitalario con el objetivo de analizar el proceso final de vida, centrado, en esta ocasión, en la importancia de los cuidados y del acompañamiento.
En el marco de la jornada, el Dr. Marcos Gómez Sancho, máster en Cuidados Paliativos y miembro del Consejo Asesor de la Fundación Mémora, ofreció una conferencia titulada ‘Cuidando en las últimas horas’ en la que incidió en la importancia del acompañamiento a un enfermo en estado terminal. Tal y como afirmó, “la tendencia, cada vez mayor, de llevar a los enfermos a morir al hospital, hace que muchas personas pasen sus últimos días de vida lejos de sus familiares, en un entorno frío y sin la privacidad e intimidad necesarias para acabar la vida dignamente”.
Asimismo, también participó la Dra. María Jesús Pérez, médico en cuidados paliativos, quien ofreció su experiencia en una conferencia bajo el título ‘Los cuidados paliativos de la isla de Lanzarote’, después de toda una vida dedicada a la sanidad de la Isla. “Se puede mejorar la vida que te queda hasta la muerte y, por duro que sea, reconforta cuando el familiar de un paciente te da las gracias por haber logrado que su ser querido muriera en paz”, afirmó.
Por último, se llevó a cabo una mesa redonda titulada ‘Acompañar al final de la vida desde diferentes puntos de vista: miedos, necesidades, vivencias’, formada por varios perfiles profesionales como médicos, enfermeras, trabajadoras sociales y auxiliares, así como familiares de pacientes que compartieron sus testimonios. “El acompañamiento en estos últimos momentos de vida, ya sean unos meses o unos pocos días, requiere de una atención multidisciplinar y, sobre todo, tener en cuenta la voluntad de la persona”.