Hablamos con Óscar Rodríguez, gerente de Artavia
No es la primera vez que Óscar Rodríguez, gerente de Artavia, recurre a nuestra publicación para compartir con nuestros lectores su opinión ante determinadas situaciones que considera injustas y se producen en el sector. En esta ocasión, el responsable de la empresa fabricante de arcas con sede en Ourense asegura estar viviendo un momento difícil por diversas razones. “Sin duda hay menos trabajo, algo que sabíamos que iba a ocurrir tras el incremento de fallecimientos por Covid en el año 2020. Pero a ello se suma la pérdida de algunos clientes que vuelven a abastecerse con productos de importación, quedando en el olvido todo el trabajo realizado en los últimos tres años, especialmente en unas condiciones muy complicadas para todos. Y es que, durante la pandemia estuvimos al pie del cañón ofreciendo servicio y stock a las empresas funerarias y ahora algunas de ellas nos han dejado de lado”.
Óscar es consciente de que cualquier compañía es libre de elegir en cada momento a sus proveedores, pero señala que en algunas ocasiones echa en falta esa empatía y ese reconocimiento profesional ante una empresa como la suya que no escatima esfuerzos ni inversión para garantizar a sus clientes todo el stock necesario y el cumplimiento de sus pedidos. “Algunos clientes nos han avisado de que vuelven a comprar féretros importados, ante los cuales no podemos competir, lo cual es muy lícito. Mantienen algunos pedidos con nosotros en agradecimiento a la labor realizada en los últimos tiempos, aunque en menor volumen, y es un gesto que nosotros agradecemos muchísimo. Pero hay otros, en concreto puedo poner el ejemplo de un cliente de la provincia de Ourense que, de repente y sin previo aviso, ha dejado de comprarnos, lo que nos ha supuesto tener colgado un stock en almacén de unos 20.000 euros, además muy específico a petición suya en cuanto a color y modelo de féretro. Esta situación me provoca una gran tristeza y rabia a la vez”.
Pese a estos inconvenientes y a esa denuncia pública por la situación que atraviesan algunos fabricantes nacionales, el gerente de Artavia se muestra optimista porque asegura que ese tipo de casos son una excepción y que tienen una clientela fija y fiel que sí reconoce su trabajo y que representa el 90% de las ventas, lo que les permite garantizar la continuidad de la empresa. “Por ellos merece la pena luchar. Al final, esta no es la primera piedra que nos encontramos en el camino ni será la última, lo importante es seguir adelante”. Y por ellos, afirma el gerente de Artavia, mantienen ese espíritu de mejora constante. “Trabajamos cada día por mejorar y perfeccionar nuestros productos, brindando al mercado una oferta de la máxima calidad y adaptada a sus necesidades”.
Consulta el artículo completo en el número 174 de Revista Funeraria.
