XIII Especial Cementerios. ¿Qué es hoy un cementerio?
Un artículo de Vicente Luis Díaz Pedraza:
En España los cementerios pasan a un primer plano y son noticia cuando llega el Día de Todos los Santos, que se celebra el 1 de noviembre, y el de los Fieles Difuntos, un día más tarde, el 2 de noviembre. En esas fechas, generalmente, la población es consciente de su existencia y, por ende, de la de nuestros fallecidos y es una época que invita a visitarlos. Pero más allá de este momento del año, los cementerios son lugares poco frecuentados por los vivos y, sin embargo, ocupan un lugar perenne en nuestros espacios públicos. Por eso, hoy en día, los cementerios intentan reinventarse para dar respuesta a nuevos usos y planteamientos que potencien su conexión con la ‘ciudad de los vivos’.
De este modo, los cementerios urbanos se pueden utilizar para una amplia gama de actividades cotidianas y recreaciones culturales, más allá de visitar sus tumbas, y por tanto, tener un papel como espacio verde de carácter multifuncional.
En la planificación y gestión de cementerios urbanos, es importante tener en cuenta y cuidar su función prioritaria en torno al duelo, y también, otras posibles actividades accesorias útiles para estrechar vínculos con la sociedad. Y es que, se pueden romper tabúes de forma respetuosa sin alterar la misión principal de estos recintos.
La única manera de romper tabúes es hablar de ellos primero. Los cementerios pueden sumergirse en el proceso de creación de lugares multifunción, involucrando a los miembros de la comunidad en una conversación continua sobre qué usos deben y no deben permitirse en el cementerio. Para este fin, tienen un papel fundamental los ayuntamientos.
Según datos recogidos en la ‘Radiografía del Sector Funerario 2022’ que cada año publica PANASEF, Asociación Nacional de Servicios Funerarios, España cuenta con 8.126 localidades en las que existen un total de 17.682 cementerios, dato invariable en los últimos 3 años.
Reflexión
La combinación de historia, arquitectura, escultura, paisaje, vida silvestre y espacio de memoria y duelo, hace que los cementerios sean especiales. Fueron concebidos y diseñados como jardines de los muertos y como un memorial. La inscripción en los monumentos y su diseño, la elección de piedras, la arquitectura del edificio y el diseño del paisaje, arrojan luz sobre las costumbres y sucesos sociales de épocas pasadas, y se combinan para hacer de un cementerio un recurso histórico insustituible. Como un registro importante de la historia social de la zona, cada cementerio es también la biografía de su comunidad.
Los cementerios tienen un gran potencial social y se debería dar a conocer su riqueza cultural y patrimonial, su valor paisajístico y su biodiversidad. Hacer uso del indudable potencial de los cementerios, es una oportunidad para que los ciudadanos conozcan mejor estos espacios, así como a los fallecidos que allí descansan; es una vinculación ‘física’ de los vivos y sus muertos. Estos lugares se convierten en el territorio específico de una relación original, enmarcada en una transición funeraria contemporánea.
Iniciación al arte funerario, eventos musicales, exposiciones, visitas guiadas a tumbas de personajes ilustres, información y formación sobre botánica y jardinería, paseos paisajísticos, descubrimientos ecológicos, espectáculos y acontecimientos artísticos… son posibles creaciones lúdicas o educativas que se pueden poner en marcha en los cementerios.
Hay que tener muy en cuenta el equilibrio entre estas actividades y el funcionamiento y fin último del cementerio. En tiempos de Internet, digitalización y ritmo de vida acelerado, la naturaleza apacible se presenta como un lugar de serenidad y paz, y los cementerios deben seguir cumpliendo con este cometido.
Ideas
Celebrar la vida en los cementerios, donde hasta ahora solo se asocia el duelo de las familias en momentos de calma y meditación, impacta y emociona. Esta polarización revela la ambivalencia contemporánea en esa relación entre vivos y muertos.
El interés por las visitas en los cementerios demuestra que los muertos vuelven a vivir, y que su vínculo se reconstruye y se reconfigura de una manera creativa y sorprendente.
Gestión cementerial: nuevos usos en marcha
Poner en valor la actividad del cementerio mediante la incorporación de nuevas tecnologías en sus actividades, la realización de trabajos de investigación y difusión, recuperación de monumentos, inventario documental y actividades sobre cultura funeraria…
Apoyo a las artes
Se conciben los cementerios como museos abiertos a la sociedad de arquitectura y escultura, exposiciones fotográficas, recreaciones de cultura funeraria: vehículos, documentos y accesorios de todo tipo, visitas guiadas diurnas y nocturnas, obras de teatro, conciertos de música, festivales de cine…
Ecología
También son jardines botánicos, huertos urbanos, apiarios, refugios de vida silvestre (aves y fauna), etc.
Sostenibilidad
Fomentar el uso de vehículos eléctricos, instalación de placas solares en los cementerios, contemplar alternativas a la inhumación (cremación y otros procesos que llegarán en el futuro), control estricto de emisiones de hornos crematorios…
Conclusión
El cementerio sigue siendo un espacio de duelo y recuerdo de nuestros seres queridos fallecidos, pero las experiencias recientes muestran que los cambios materiales y funcionales son posibles, tanto en la disposición de los propios cementerios como en sus relaciones con la ciudad. Existe, por tanto, un reto muy importante para integrar estos equipamientos en las estrategias urbanísticas de los municipios y reconsiderar las oportunidades que se presentan, más allá de las actividades de enterramiento o destino final de cenizas.
Los difuntos son partícipes de nuestro presente y futuro, y de alguna manera su entorno es capaz de adaptarse a los movimientos sociales de los últimos tiempos. Y en este sentido, la puesta en valor de los cementerios, su historia, biodiversidad y enfoque ecológico y sostenible, el arte que atesoran estos lugares etc. les permite seguir posicionándose en su tiempo e invita a reflexionar sobre el futuro.
Te echaremos mucho de menos, Vicente
Díaz Pedraza era economista y asesor de Marketing y trabajó durante más de 30 años en la empresa Servicios Funerarios de Madrid (SFM). Era un profesional experto en el sector funerario y de seguros, tal y como atestiguan los artículos que escribía para Revista Funeraria (el primero fue publicado en el año 2000) y que ponen de manifiesto su vasto conocimiento sobre estos ámbitos de actuación. Sus textos demuestran su capacidad de profundo análisis sobre múltiples aspectos que conciernen al sector funerario y sobre la actualidad de cada momento. Pero más allá de su valía profesional, su humildad y su saber hacer y estar, se ganaron el corazón de todos los que tuvimos la gran suerte de compartir momentos con él. Su carácter introvertido, que le llevó a no querer figurar nunca en primera línea , tal vez hizo que no tuviera el reconocimiento profesional que sin duda merecía, pero estamos seguros de que su contribución a la mejora del sector perdurará.
Revista Funeraria ha perdido al que siempre consideramos uno más del equipo, además de un amigo. A lo largo de estos casi 25 años de colaboración, Vicente nos brindó su apoyo incondicional y estuvo siempre atento a todas nuestras iniciativas, animándonos y poniendo en valor cada una de ellas.
Desde estas líneas, queremos expresar nuestro más sentido pésame a su familia y amigos por esta pérdida irreparable y prematura. Te vamos a echar muchísimo de menos, Vicente. Como siempre decías al despedirte: un abrazo. Te lo mandamos allá donde estés ‘tu familia catalana’ como así nos llamabas cariñosamente. DEP.
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