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Cementerios

Málaga y su rico patrimonio funerario

Inauguración Josefa García

Entre los días 30 de octubre y 27 de noviembre de 2019 tuvo lugar en Málaga la exposición ‘Documentos en piedra: Lápidas y lapidarios en Málaga’, organizada por Parque Cementerio de Málaga (Parcemasa) y el Ayuntamiento de la ciudad. Francisco José Rodríguez Marín, profesor titular de Historia del Arte de la UMA, y Dolores Lupiáñez, doctoranda en la misma universidad, fueron los comisarios de la muestra, a la cual asistió Antonio Jesús Santana Guzmán, personal docente e investigador de la UMA y miembro fundador de la Red Española de Cementerios Patrimoniales, que explica en un artículo remitido a Revista Funeraria cómo fue el desarrollo de la exposición y las obras albergadas en ella.

La finalidad de esta exposición ha sido difundir el valor patrimonial funerario mediante la exhibición de dieciséis losas que son, tan sólo, una pequeña selección del amplio conjunto de elementos funerarios que fueron salvados, in extremis, y custodiados durante el proceso de desmantelamiento parcial del Cementerio Histórico de San Miguel. A partir de 1987 se dejó de inhumar en dicho camposanto y se demolió parte del mismo para transformar el terreno en un parque urbano público.

Las piezas seleccionadas están realizadas en piedra, blanca o negra, principalmente mármoles, y en ocasiones incluyen elementos más delicados como el esmalte pintado. Fundamentalmente pertenecieron a personajes históricos de la Málaga de los siglos XIX y XX y recogen, en mayor o menor medida, datos sobre el difunto, según su deseo o el de sus deudos. También se han incluido herramientas para la elaboración de dichas lápidas que informan sobre el trabajo específico necesario y la evolución del mismo, cedidas por Antonio Triviño Ramírez y por Hijos de Carlos Clu. A este material se le suma documentación relativa a su producción y perteneciente al Archivo Histórico Provincial de Málaga.

El espacio elegido para su instalación es la actualmente denominada Sala de Usos Culturales del Cementerio Histórico de San Miguel, que en origen fue la Sala de pésames, o como popularmente se la conocía, “Sala del cabezazo”, por el gesto de respeto que los asistentes hacían a la familia en señal de luto por el finado. Es la primera vez que este lugar se utiliza para una función que pone en valor el patrimonio funerario de la necrópolis a la que pertenece, y por ende los bienes culturales pertenecientes a la ciudad. Este uso debería mantenerse de manera definitiva y exclusiva, reubicando actividades externas en otros espacios.

La inauguración oficial tuvo lugar el pasado 1 de noviembre de 2019, festividad de Todos los Santos, para hacerla coincidir con tan importante celebración en la que cada año se dedica una misa a los difuntos en la Capilla de Santa Isabel de Hungría, templo emplazado en esta necrópolis.

XX Encuentro Iberoamericano de Cementerios Patrimoniales

Asimismo, Antonio Jesús Santana, ha hecho llegar a Revista Funeraria otro interesante artículo acerca del XX Encuentro Iberoamericano de Valorización y Gestión de Cementerios Patrimoniales, que llegó a Málaga bajo el título Los cementerios como recurso cultural, turístico y educativo, del 11 al 16 del pasado mes de noviembre, en coincidencia con la exposición funeraria arriba mencionada.

Noviembre es el mes de los difuntos y es por ello que la Red Iberoamericana de Valorización y Gestión de Cementerios Patrimoniales lo elige tradicionalmente para la celebración anual del Encuentro de Cementerios Patrimoniales.

La última convocatoria, dedicada a ‘Los cementerios como recurso cultural, turístico y educativo’, se ha desarrollado en 2019, durante los días 11 al 16. Por vez primera ha tenido lugar fuera del continente americano, concretamente en España. Y, para tal efecto, se ha creado la Red Española de Cementerios Patrimoniales, presidida por Francisco José Rodríguez Marín, director académico también de este XX Encuentro.

El comité científico seleccionó 125 ponencias de las 188 inicialmente propuestas, con las que se crearon 19 mesas temáticas; a éstas hay que sumar la presentación de libros, publicaciones y aplicaciones para dispositivos electrónicos, dos exposiciones sobre arte funerario de Uruguay, así como las conferencias de inauguración y clausura, pronunciadas por Nieves Concostrina y Carmen Bermejo, respectivamente. Los ponentes procedieron de 18 países distintos entre los cuales se suman nuevos orígenes debido a la particularidad del traslado, en esta ocasión, al continente europeo, trazándose así nuevos contactos y propuestas de eventos futuros.

Las actividades no se limitaron al ámbito de las sedes que han acogido el aspecto más científico del evento (Ateneo de Málaga, Sociedad Económica de Amigos del País, Universidad de Málaga y Universidad Internacional de Andalucía), sino que la oferta se completó con el conocimiento in situ del patrimonio malagueño. En la capital se visitaron el Cementerio Inglés, el de San Miguel y el de San Rafael; el Monumento dedicado a Torrijos y sus compañeros; las Mezquitas funerarias de calle Agua (abiertas exclusivamente para este acontecimiento); la Torre-camarín de la Victoria, uno de los espacios más tétricos del barroco español, la Casa-hermandad del Sepulcro y el Museo de Málaga. Esta difusión también se amplió al resto de la provincia, visitando el Sitio de los Dólmenes de Antequera, incluido en la lista del Patrimonio Mundial, y el Cementerio de Casabermeja. Finalmente, y para dar a conocer bienes culturales malagueños en toda su extensión, durante las degustaciones culinarias se ofrecieron productos locales, entre ellos algunos típicos de la época de difuntos.

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