Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de Todos los Santos (1 de noviembre) y del Día del Profesional Funerario (3 de noviembre), Grupo Albia instalaba en varios de sus tanatorios unos árboles muy especiales, en los que los empleados y sus familiares han podido colgar mensajes de recuerdo en memoria de sus seres queridos. Se trata de la iniciativa ‘El Árbol del Recuerdo’, impulsada por Panasef, y que ha tenido como finalidad homenajear a los que ya no están en una fecha tan señalada, como parte del compromiso social del sector, cuyo objetivo principal es acompañar a las personas en los momentos más difíciles de su vida.
Daniel Palacios, director general de Grupo Albia, ha explicado que “para nosotros, este momento del año representa una oportunidad de oro para celebrar el camino realizado y evaluar nuestros retos a futuro. En nuestro caso, en los últimos meses hemos seguido trabajando para reforzar nuestra apuesta por la sostenibilidad y hemos consolidado nuestro compromiso con las familias, con iniciativas como la que presentamos este Día de Todos los Santos con Panasef, que ha tenido una gran acogida en los centros y en redes sociales. A corto plazo, como eslabón fundamental de la cadena sociosanitaria, seguiremos adaptando nuestros servicios a las nuevas demandas y, por supuesto, seguiremos manteniendo el foco en el cuidado y la atención a las familias”.
Por su parte, Alejandro Quinzán, secretario general de Panasef, animaba a los familiares a participar en la iniciativa y “dejando un mensaje de recuerdo por sus seres queridos, con el objetivo de construir entre todos un gran Árbol del Recuerdo y es que, recordar y homenajear a los que ya no están forma parte de la actividad diaria del sector funerario”.
En total, seis centros de Grupo Albia se han adherido a la emotiva campaña, que ha apelado al lado más humano y emotivo del sector para poner en valor su rol fundamental: Lugo (Galicia), Bilbao (País Vasco), Torrelavega (Cantabria), Antequera (Málaga), Móstoles y Torrejón (Comunidad de Madrid).
Estas fechas señaladas son clave para reconocer la labor que desempeñan las personas que trabajan en el sector, tan relevante a nivel social, como se demostró, por ejemplo, con la pandemia de la Covid-19, momento en el que la actividad funeraria se enfrentó a una situación sin precedentes.
A raíz de lo vivido durante esos meses, el sector profesionalizó todavía más su actividad y se embarcó en nuevos retos, como la sostenibilidad, la digitalización y la innovación, con el fin alinearse a las nuevas demandas de los usuarios.