La ola de calor más larga de la historia de España

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A nadie ha pasado desapercibido el hecho de que el verano ha entrado con fuerza y que en el último mes hemos pasado algunos de los días (las noches) más calurosos que recordamos. Tal y como publica el portal Eco Noticias, en 1975 fue el último año en el que se dio la ola de calor más larga, le sigue 2003 con 16 días consecutivos y ahora llevamos dos semanas ininterrumpidas de bochorno climático. Según fuentes de AEMET podríamos establecer un nuevo record histórico, ya que aparentemente estaríamos viviendo el mes más caluroso de los últimos tiempos. Y todavía se espera que las temperaturas se eleven nuevamente. Y es que mientras el aire siga inmóvil y el sol irradiando de plano, las condiciones no variarán. Además del riesgo que representa que los termómetros se mantengan por encima de los 40 º C para el bienestar y la salud de humanos y animales, es notorio el peligro que existe de incendios a todo nivel, especialmente forestales, los problemas con las cosechas que podrían perderse y la sequía.

 

Las cifras oficiales han registrado dos muertes a causa de este fenómeno actual. El problema es que las estadísticas no pueden ser exactas, por que las víctimas indirectas solo podrán contabilizarse transcurrido un tiempo. Lo que sí es seguro es que en 2003 (el verano más cálido desde que existen registros, a partir del 1500) se contabilizaron en Europa, más de setenta mil decesos relacionados con aquella ola de calor.
 
Está comprobado que este tipo de situación puede alcanzar, en conjunto, cotas de fallecimientos mayores que las provocadas por tornados, inundaciones o terremotos. En resumen, debemos ingerir muchos líquidos, refrescarnos a menudo, mantenernos a la sombra o tomar sol con la máxima precaución, vigilar a nuestros niños y ancianos para que no se vean afectados por este bochorno persistente y armarnos de paciencia hasta que a este clima enloquecido le de por bajar las temperaturas y vuelvan las brisas refrescantes.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) nos recuerda que ya que la temperatura ambiente ideal para nuestro cuerpo se ubica entre los 18º C y los 24º C, las subidas bruscas pueden afectar significativamente a su funcionamiento y a medida que esta suba se pueden presentar: fatigas, fallos musculares, vahídos, agotamiento y hasta deterioro celular (con más de 41º) y riesgo de fallo funcional.

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