El grupo SERFUJA impulsa una exposición monográfica sobre el ámbito funerario en la que los asistentes podrán ver la evolución del sector en los últimos 75 años gracias a una veintena de objetos. Los bajos del emblemático edificio en el número 25 de la Praza Maior acogerán la muestra con la que el grupo mostrará los cambios registrados en este ámbito de actuación desde el inicio de la actividad de esta empresa en 1948. Recordar que el grupo SERFUJA engloba a las empresas SERFUJA, Jorbaflor, Mobles Buxo, Segurbal Correduría de Seguros y la consultora postmortem 430.
Féretro artesanal
Entre los objetos que conformarán la muestra, destaca un arca de madera hecha a mano por la primera generación a cargo de la empresa. El rasgo característico es que este féretro fue completamente cubierto y tapizado con clavos que le brindan un aspecto visual completamente diferente. “En este trabajo se nota el esfuerzo incluso por hacer atractivos los clavos de la caja, que forman figuras como las de rosas, realizadas completamente a mano”, explica Jorge Balado, gerente del grupo SERFUJA.
La evolución de un oficio
El carácter de empresa local y familiar quedará patente a lo largo de toda la exposición. “No se puede entender la actividad de SERFUJA sin reivindicar las aportaciones de las dos generaciones que precedieron a la actual”, subraya Balado. En esta línea, entre los objetos que se pondrán a disposición de los asistentes estará también el carro “con su armazón, con el que comenzó toda nuestra historia“. El gerente hace referencia al contenedor de hierro que inicialmente los impulsores de la actividad -los abuelos del gestor actual- engancharon a una bicicleta. Con él se desplazaban hasta los hogares para poder instalar todo lo necesario en los tanatorios. “Es un ejemplo de la dureza de un oficio que, en los años 50, era muy exigente físicamente. El trabajo ha cambiado mucho desde entonces, algo que ahora queremos mostrar de forma transparente a toda la sociedad”.
Tanto el arca artesanal como el carro serán dos de los principales atractivos de esta exposición, que se inaugurará previsiblemente durante el mes de septiembre, una vez finalizadas las obras de embellecimiento que actualmente se están realizando en las instalaciones de este inmueble del siglo XIX.
Una propuesta con un triple objetivo
Como señala Jorge Balado, la exposición responde a un triple objetivo. Por un lado, se enmarca en la apuesta de SERFUJA por dar “visibilización y naturalidad a la muerte, normalizándola y protagonizándola en un espacio destacado en el corazón de Lugo”.
Al mismo tiempo, también permite al grupo empresarial profundizar en esa actitud didáctica y divulgativa sobre la muerte que ha caracterizado la actividad de SERFUJA en los últimos 75 años. Destacar que la compañía ha celebrado jornadas de puertas abiertas en su tanatorio del Polígono das Gándaras, organizado concursos infantiles sobre la muerte o publicado un manual de prevención del suicidio, entre otras iniciativas abiertas a todo el barrio.
En tercer lugar, la exposición pretende rendir homenaje a una sociedad que “tuvo que hacer frente a numerosos cambios en sus costumbres funerarias“, detalla Balado. “Ha habido varios puntos de inflexión a lo largo de estos 75 años“. El gerente alude al progresivo abandono de los velatorios en los domicilios de los difuntos. También a la especial dureza que supuso la pandemia, en la que en algún momento sólo pudieron reunirse tres personas para despedir a los fallecidos. “Y, por supuesto, también es un reconocimiento a todas aquellas personas que, en un momento u otro, formaron parte de nuestro equipo. Con su trabajo y compromiso, nos permiten celebrar estas siete décadas y media de vida”, concluye el gerente del grupo SERFUJA.
Serfuja promueve la ‘Guía de apoyo para la prevención del suicidio’