Barcelona prevé crear una empresa funeraria municipal
Siguiendo los pasos del Ayuntamiento de Madrid, el consistorio barcelonés anunciaba el pasado viernes, 11 de noviembre, su intención de crear una empresa funeraria pública con el objetivo de garantizar la competencia, la calidad y el acceso de la ciudadanía a estos servicios, y también de rebajar el coste para los usuarios un 30%, ya que Barcelona es la ciudad más cara de España con respecto a este concepto, según el comunicado emitido. “Concretamente, si el precio medio de los servicios funerarios en el país es de 3.600 euros, en Barcelona —dónde prácticamente solo operan dos empresas— es de 6.500 euros. También se modificarán las ordenanzas de cementerios y servicios funerarios para adaptarlas a las nuevas realidades familiares, religiosas y culturales.”
Para el consistorio, la calidad de los servicios que prestan las empresas existentes en la actualidad en la Ciudad Condal es buena, pero el precio para el usuario es muy elevado, según ha explicado el primer teniente de alcaldía, Gerardo Pisarello. Es por eso que el Ayuntamiento quiere impulsar una empresa pública con el objetivo de abrir el mercado, construir al menos un tanatorio público de referencia y gestionar esta nueva oferta pública con criterios de sostenibilidad económica y ambiental, y destinados a la ciudadanía.
Esta funeraria municipal tendrá que garantizar los servicios de beneficencia, igual que el resto de operadores establecidos en la ciudad, para personas que acrediten no disponer de medios económicos suficientes para sufragar un servicio funerario digno. Así lo ha señalado el concejal de Presidencia, Eloi Badia. El Gobierno presentará esta iniciativa en la próxima Comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación y Seguridad y Prevención y recoge también las recomendaciones realizadas por la síndica de Agravios de Barcelona.
Con la modificación de las ordenanzas de Servicios Funerarios y de Cementerios se quiere garantizar el derecho de las comunidades religiosas minoritarias en la concesión de parcelas a los cementerios municipales, siempre bajo gestión del Ayuntamiento. Además, se promoverá que las cenizas y las urnas permanezcan en los cementerios —que se potenciarán así como centros de luto— y se prevendrá la contaminación en lugares emblemáticos de la ciudad, se revisará el régimen de concesiones de los cementerios, entre otros.
La repuesta del sector
Para Serveis Funeraris de Barcelona, la creación de un nuevo operador público se servicios funerarios gestionado por el propio ayuntamiento y la venta del 15% que queda de SFB podría conllevar la destrucción y precarización de puestos de trabajo sin aportar ningún beneficio a la ciudadanía.
“El supuesto beneficio de la bajada de precios se ha demostrado insuficiente creando competencia”, explican SFB en un comunicado, donde se añade que en Barcelona operan tres empresas y los precios no dependen del número de empresas, sino de la voluntad de los usuarios. “Es el Ayuntamiento quien ha decidido en diferentes tramos la privatización de las empresas, los sindicatos siempre hemos apostado que se mantenga una parte pública, para garantizar la calidad del servicio así como el precio, la garantía de los compromisos y los puestos de trabajo. Con la venta de este 15%, el ayuntamiento se desdice el compromiso de velar por los intereses de la ciudadanía y de los trabajadores.” Para SFB, la creación de una empresa municipal puede comportar dos niveles de servicio: uno con los tanatorios estrella de Barcelona (Sancho Avila, Les Corts, etc.) y otro con la nueva empresa municipal, en unos tanatorios todavía de construcción y ubicación incierta.
Por último, SFB quiere transmitir en su comunicado su preocupación por la posible entrada de empresas funerarias con personal que no alcance los mínimos requisitos de formación y que pongan en peligro el nivel de profesionalización que se ha conseguido gracias a un importante esfuerzo de formación por parte de los trabajadores actuales.
Por su parte, Áltima también ha hecho público un comunicado en el que plasma que considera que esta decisión municipal no es necesaria en un sector liberalizado como es el funerario desde 1996. Asimismo, para la empresa funeraria las condiciones de competencia entre el tanatorio público respecto a los existentes privados serán desiguales: por un lado, como actividad pública contará con ventajas hacia los equipamientos privados; por el otro, la construcción del tanatorio público no se llevará a cabo con los mismos parámetros que han tenido que seguir las empresas del sector, las cuales han podido instaurar los tanatorios privados a la ciudad de acuerdo con las exigencias de las ordenanzas municipales y después de cuantiosas inversiones, tanto en recursos humanos y económicos, durante periodos de tiempos largos que se han visto obligados a cumplir.
En cuanto a los precios, para Áltima la previsión de que un tanatorio municipal suponga una rebaja del 30% sobre los precios está totalmente infundada y responde a una mera especulación, puesto que está demostrado que la entrada de más operadores no supone una bajada de precios, tal como está pasando en otras ciudades de España. Además, respecto a los precios que está difundiendo el Ayuntamiento de Barcelona, Áltima especifica que el precio medio de los servicios funerarios exclusivamente es de 3.441€, con IVA incluido, lejos de los 6.500€ que comunica el consistorio municipal.
“Sorprende la decisión del Ayuntamiento de invertir en un sector que cuenta ya con diferentes operadores y que actualmente cubre todos los servicios necesarios que se demandan en la ciudad, con una ratio de utilización cercano al 50%”, explican desde Áltima.
Respecto a la referencia de establecer mecanismos que garanticen los servicios de beneficencia, hay que remarcar que este tipo de servicio ya está contemplado dentro del ordenanza actual, donde se especifica que las empresas funerarias son las que tienen que asumir este tipo de servicio, y así se hace desde hace años, siempre que se presente la documentación pertinente que emite servicios sociales.
En relación con el servicio de incineración y de cementerios a la ciudad, a la vez que todos los productos y servicios anejos, Áltima explica que están reservados exclusivamente a Cementerios de Barcelona, empresa municipal perteneciente al grupo B:SM, que gestiona los dos centros de cremación en Montjuïc y Collserola, y los nueve cementerios de Barcelona. Esta empresa presenta actualmente un beneficio de 2,6 millones de euros. Por lo tanto, la liberalización de los servicios funerarios en Barcelona lo está de forma parcial, puesto que no se permite que ninguna empresa pueda ofrecer el servicio de incineración y la venta de productos relacionados a cementerios en instalaciones propias.
Así pues, en esta nueva etapa de los servicios funerarios en Barcelona y para conseguir una competencia real y leal, Áltima reclama que: desde el Ayuntamiento se dé una respuesta a las empresas funerarias que han destinado fuertes inversiones para cumplir con el marco legal existente hasta el momento y que ahora se ve modificado con posibles agravios a los cuales a las empresas funerarias tendrán que hacer frente; se reconsidere la situación en cuanto a la cremación con el objetivo de aumentar la competitividad y ampliar la oferta que beneficia al usuario; y, finalmente, el Ayuntamiento tome el compromiso que se mantengan las exigencias de calidad de servicio absolutamente imprescindibles para operar como empresa funeraria, unas garantías que nunca hasta ahora se han puesto en entredicho, y que la puesta en marcha de un tanatorio público facilitará la entrada de empresas oportunistas que actúan con malas prácticas y cierta picaresca, tal como ya ha pasado a otros puntos de España.