El sector sociosanitario pide diálogo en la definición del nuevo modelo funerario de Barcelona
El sector sociosanitario y los operadores funerarios reclaman en bloque la apertura de un proceso participativo tras conocer que la Comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación y Seguridad y Prevención del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado la iniciativa municipal en materia de servicios funerarios destinada a crear una nueva funeraria pública, así como la puesta en venta del 15% de su participación en Serveis Funeraris de Barcelona. El proyecto se someterá al Consejo Plenario para su aprobación definitiva el próximo 28 de abril y ha suscitado el amplio rechazo de todos los partidos políticos de la oposición. Recordar que el pasado 4 de abril el Ayuntamiento de Barcelona organizó una jornada para presentar las ventajas para la ciudadanía de la creación de una funeraria pública municipal.
Con el objetivo de propiciar un diálogo, Mémora ha redactado un ‘Manifiesto a favor de un servicio funerario ético y de calidad’, en el que se pide que cualquier proceso de mejora y evolución del modelo funerario tenga en cuenta la dimensión social, sanitaria y asistencial y no se limite únicamente a un debate económico y político. Más de 120 firmas procedentes de instituciones de la salud y del sector social han suscrito el manifiesto y reiteran que es posible encontrar soluciones desde el modelo existente a través del diálogo y de un proceso de trabajo conjunto de las distintas partes implicadas: operadores funerarios, Ayuntamiento, sindicatos, sector sociosanitario, etc.
Según ha informado Mémora en un reciente comunicado, desde que el Ayuntamiento de Barcelona anunció en noviembre la iniciativa de crear una funeraria pública, han sido decenas las firmas de apoyo que la empresa ha recibido desde el sector sociosanitario solicitando buscar una solución participativa y de diálogo para la definición del nuevo modelo funerario. Operadores, sindicatos, asociaciones y partidos políticos presentaron además alegaciones a la iniciativa fundamentadas en su falta de necesidad y eficacia para los objetivos perseguidos, así como sus dudas y reservas respecto a la viabilidad del proyecto.
Mémora ha asegurado además que el modelo funerario de Barcelona es un referente europeo y se ha construido sobre la base de la colaboración con el sector social y sanitario, estrechamente comprometido con un servicio que hoy está catalogado por los ciudadanos como excelente, y lamenta que estos actores sociales, empresariales y sindicales “no han sido escuchados para la definición de un nuevo modelo”.
La ciudad de Barcelona cuenta ya con una empresa pública-privada, Serveis Funeraris de Barcelona, con más de cien años de antigüedad y participada por el Ayuntamiento, tanto en su accionariado, como en su Consejo de Administración, lo que, según Mémora permite al Consistorio decidir sobre las tarifas anuales y cuantas medidas afectan al servicio prestado a los ciudadanos de Barcelona.
También ha recordado que el servicio de Cementerios se gestiona en régimen de monopolio por parte del Ayuntamiento, “que obtiene anualmente importantes beneficios sin que haya rebajado las tasas de este servicio en más de 30 años”.
Ha agregado que el 75% de los ciudadanos dispone de un seguro de deceso y que casi el 5% son atendidos sin coste por los operadores cuando se trata de familias sin recursos, por lo que concluye que la iniciativa municipal afectará tan sólo a un 20% de las familias que tienen previsto acceder al servicio de forma privada. Finalmente, es constatable que los precios del servicio funerario han decrecido casi un 8% desde 2012 y que las propias encuestas realizadas por el Ayuntamiento acreditan la alta satisfacción de los ciudadanos respecto al servicio prestado.
La Universidad Pompeu Fabra acreditó a través de un estudio, firmado por el Catedrático Oriol Amat, que el precio medio de un servicio en la ciudad de Barcelona es de 3.190€ y que el gasto funerario varía en función de los distritos de la ciudad ya que depende, en gran medida, de las preferencias de las familias. Sólo un 49% de este gasto va a parar a los operadores funerarios, mientras que el Ayuntamiento recauda el 15%, siendo el resto impuestos y servicios complementarios voluntarios.
Pueden consultar el texto completo del Manifiesto elaborado por Mémora en el documento adjunto.