Entrevista a Francisco Enríquez, Presidente de la Comisión de Comunicación de Panasef

Unas semanas atrás el rotativo El Mundo publicaba un interesante especial en el que se detallaban todos los artículos y servicios que incluyen la despedida de un fallecido y que, en muchas ocasiones, son aspectos desconocidos para la sociedad. Además, en la gran mayoría de ocasiones no se tiene en cuenta el hecho de que se trata de un servicio que profesionales de diferentes disciplinas deben planificar y ejecutar en un plazo medio de 24 horas. A raíz de esta publicación, desde Revista Funeraria, conocedores de la importancia de la comunicación y la transparencia en el ámbito funerario, hemos querido hablar con Francisco Enríquez, presidente de la Comisión de Comunicación de Panasef, sobre la importancia de que, desde las empresas, se dé a conocer la relevante labor que desarrollan los profesionales que integran el sector funerario, algo que en los últimos años se está implementando cada vez más en las empresas relacionadas con este segmento de mercado. “Para la mayoría de las personas, el servicio funerario se simplifica como dar sepultura o incinerar a los difuntos y esto lleva a malinterpretar el coste de nuestro servicio”, explica Enríquez.

En los últimos años, el sector funerario ha trabajado para abrirse a la sociedad a través de diversas iniciativas, entre ellas la celebración de Fórum Panasef, un evento dirigido no solo al público profesional sino al conjunto de la sociedad. ¿Por qué es importante dar a conocer qué hay detrás de los servicios funerarios y de qué manera trabajan sus profesionales?

Bajo nuestro punto de vista, entendemos que este tipo de acciones nos ayudan a poner en valor nuestro sector y mostrar qué es realmente un servicio funerario.

¿Cree que en este sentido se ha producido un cambio notable en las empresas funerarias a la hora de ser más transparentes y comunicativas con la ciudadanía?

Los profesionales del sector estamos en el proceso de pasar de adoptar un perfil bajo en comunicación a ser proactivos. Estamos entendiendo que, si no hablamos de lo mucho y bueno que hacen las empresas de servicios funerarios, lo único que se comunica son las incidencias negativas que, aunque mínimas, existen, como en cualquier sector. La mayoría de las empresas están involucradas en aportar datos empresariales periódicamente, que es lo que más nos solicitan los medios de comunicación, a los que es necesario atender cuando requieran información.

¿Qué proyectos que aún no se han puesto en marcha podrían ayudar a este fin?

Desde Panasef creemos que es necesaria una definición exacta y detallada del concepto “servicio funerario” que, aunque parezca mentira, no existe. Basta con mirar el diccionario de la Real Academia o una simple búsqueda en Google para comprobar que existe una percepción ultra simplificada acerca de la actividad que se lleva a cabo desde las empresas de servicios funerarios. Una vez que tengamos esa definición que inevitablemente es amplia, necesitaremos crear símbolos que ayuden a la sociedad a interiorizarla.

¿Cuáles son los mitos o falsas creencias sobre este sector más arraigadas en la sociedad?

Al final, para la mayoría de personas, el servicio funerario se simplifica en dar sepultura o incinerar a los difuntos y esto lleva a malinterpretar el coste de nuestro servicio. Si esto lo unimos al tabú que supone hablar de la muerte, tendremos el escenario perfecto para crear una percepción errónea y sesgada sobre nuestro sector.

Como presidente de la Comisión de Comunicación de Panasef, ¿qué acciones podrían llevar a cabo las empresas para mejorar la imagen que se tiene del sector funerario?

Las iniciativas deben basarse en una comunicación proactiva mediante la que expliquemos con exactitud qué es realmente un servicio funerario, siempre con un enfoque emocional y poniendo en el centro a las personas. Y, por supuesto, si los medios nos lo demandan, aportar y ser transparentes con los datos de nuestra actividad, argumentando con detalle todos nuestros costes. Si nosotros no informamos o damos nuestro punto de vista, serán otras personas con una visión sesgada o incompleta quienes lo hagan.

Como en otros sectores, se han dado casos minoritarios de mala praxis de algunas empresas y, al hacerse eco los medios de comunicación, se ha redundado en la visión que tiene la sociedad del ámbito funerario. ¿Qué deben hacer los profesionales del sector ante estas situaciones?

Si realmente ha ocurrido, se debería circunscribir al caso particular y no generalizarlo a todo el sector, pidiendo disculpas y comprometiéndose para evitar que vuelva a suceder. A veces hay que poner el problema en contexto, porque no siempre las cosas son como a primera vista pudieran parecer.

Uno de los aspectos que más interés y controversia suscita es el precio de los servicios. ¿Qué pueden hacer las empresas para que el público entienda que el precio final de un servicio va en relación a los costes que asume la funeraria?

Las empresas de servicios funerarios deben ser muy transparentes y explicar con todo detalle todos los servicios y productos que incluye el precio. Habitualmente la despedida de un difunto se compone de cerca de veinte servicios y productos que, irremediablemente, se reflejan en el coste final, requiriendo muchos de ellos de una gran infraestructura en funcionamiento permanente que no es percibido por el usuario si no se le explica.

¿De qué manera se deben dar a conocer todas las prestaciones que abarca un servicio funerario y poner en valor cada una de ellas?

Con comunicación, comunicación y más comunicación. En este sentido, Panasef está elaborando gran cantidad de contenidos, como informes, estudios, infografías, videos, etc. que se pueden adaptar o reutilizar por parte de nuestras empresas asociadas.

¿Desde la asociación y las propias compañías del sector se debe hablar abiertamente de precios ‘sin complejos’ como es habitual en otros sectores?

Al final, todos los días hablamos de precios porque todos los días emitimos facturas. Se trata de explicar el porqué de cada concepto para que no se malinterprete nada.

Consultar entrevista completa en el número 173 de Revista Funeraria.