Valedictori, ceremonias civiles de despedidas de corazón
Marian Buján, maestro de ceremonias y facilitadora de procesos, nos presenta su proyecto, que nació a raíz de la muerte de su padre.” En ese momento detecté la necesidad de un modelo nuevo de despedida, de una fórmula sentida e independiente del culto religioso”, señala Buján.
En el siglo XXI, muchas familias necesitan una opción al funeral tradicional, encuentros en los que el familiar fallecido sea el foco de atención, en los que primero celebramos su vida para después compartir los sentimientos que provocan su partida. Son momentos en los que todos, familiares y amigos, se involucran en el acto y, aunque no sea fácil porque se está sumido en el dolor de la pérdida, el resultado final es un confort emocional que hace que valga la pena. Para ello es necesario contar con un acompañamiento y ayuda, de alguien externo a la familia que tenga la sensibilidad y la experiencia suficientes para organizar la celebración que el ser querido y la familia merecen, facilitando la despedida.
Es un momento en el que familiares y amigos viven el dolor de forma compartida, atreviéndose a decir lo que realmente sienten sin miedo a empeorar las cosas. No es momento de ser fuerte como dicta la cultura popular. Es momento para liberar esa tristeza sin cortapisas, sin disimulos. Creamos un recuerdo precioso para siempre, que durará más allá de la superación del duelo.
Homenaje a la vida del ser querido
Valedictori es una oportunidad para despedirse del ser querido, cada uno con su propio estilo. Para los que creen que todo se acaba aquí, sirve para consolar los corazones de los que sufren la pérdida. Para los que creen en el más allá, la Valedictori sirve también para soltar y dejarlo marchar en paz. En cualquier caso, será un homenaje a la vida de esa persona.
Una despedida de corazón, algo personalizado, sirve de inicio a un buen proceso de duelo, indispensable para recuperar la verdadera alegría.
Marian y su equipo no sólo organizan y celebran una despedida bonita y entrañable, también acompañan, si se desea, a transitar ese duelo para que no se quede atascado, a liberar todas las emociones que van apareciendo en cada una de las fases del proceso, explican. Para ello cuentan con el legado de Elisabeth Kübler-Ross, quien dedicó su vida a estudiar y observar la evolución que siguen las personas que sufren una pérdida importante en sus vidas. Este modelo enseña los pasos necesarios hasta la liberación y el agradecimiento por lo recibido de la persona que se ha ido.
Estas ceremonias pueden tener lugar en un tanatorio u otro lugar, a elección de la familia. “La despedida que recibas hablará de la vida que has llevado”, concluye Buján.
Marian Buján es maestro de ceremonias y facilitadora de procesos.