Los cementerios evolucionan junto a la sociedad, dando respuesta a las nuevas necesidades de los ciudadanos y al contexto de cada momento. En este sentido, tradiciones como Todos los Santos, una de las fechas más importantes para conmemorar a los difuntos, también cambian y se viven de forma diferente, en parte porque el tabú social en torno al duelo y la muerte ha ido en aumento en las últimas décadas.
Con el objetivo de contribuir a romper los prejuicios que hoy rodean a los camposantos, GIC de Nomber, la compañía del Grupo Áltima dedicada a la gestión y mantenimiento de cementerios, promueve nuevas actividades que facilitan el acercamiento de las familias a estos espacios con una nueva mirada, además de presentar desde hace años innovadoras sepulturas y espacios sostenibles para cenizas, en línea con las tendencias actuales de la ciudadanía.
“Los cementerios son espacios de recuerdo y reposo, pero a la vez, son lugares que albergan un gran patrimonio medioambiental, cultural o histórico, llenos de interés y de vida. Por eso, creemos en la importancia de organizar actividades que animen a las familias a visitarlos de una forma diferente, más natural y menos reacia. En definitiva, que nos ayuden a normalizar la muerte y a integrarla como lo que realmente es, parte de la vida”, explica Joan Ventura, consejero delegado de Áltima.
Danza, meditación y música en vivo en Roques Blanques
En esta línea, el pasado 1 de noviembre, el Cementerio Comarcal de Roques Blanques, situado en El Papiol (Barcelona) y gestionado por GIC de Nomber, acogió por primera vez una jornada especial en la que se programaron diversas actividades gratuitas y abiertas a todas las familias, con la finalidad de homenajear a los difuntos poniendo el foco en la vida, de una forma más emotiva, personalizada y significativa. Y, al mismo tiempo, desconectar y buscar la tranquilidad en un entorno rodeado de naturaleza, como es el del Parque Natural de la Sierra de Collserola, donde se ubica el recinto. De este modo, en colaboración con la startup Iteralix, Roques Blanques organizó, a lo largo de toda la mañana, una decena de actividades. A partir de las 10.45 horas, las puertas del cementerio se abrieron para dar la bienvenida a los asistentes con una actuación de danza contemporánea, que también se llevó a cabo posteriormente en otros espacios del recinto.
A las 11.00 horas tuvo lugar una sesión de meditación guiada en el Mirador de Montserrat, un espacio privilegiado ubicado en la Agrupación VI de Roques Blanques, al final del Camino del bosque, donde los asistentes pudieron desconectar y relajarse durante 45 minutos. Finalmente, la jornada especial de Todos los Santos concluyó con la celebración, a las 12.00 h del mediodía, de una ceremonia póstuma al aire libre, con música en vivo a cargo de Quartet Gaudí, en la Agrupación II, junto al Jardín y Fuente del Reposo.
En paralelo, durante toda la mañana, se habilitaron dos zonas de degustación totalmente gratuitas: una de infusiones, donde los asistentes pudieron disfrutar de un ambiente relajado en la carretera principal del cementerio, y otra de castañas, una tradición típica del día de estas fechas en Cataluña. “Todos los Santos es un día clave en nuestro calendario, en el que recordamos a los seres queridos difuntos, pero la sociedad de ahora no es la misma que la de hace medio siglo, y los cementerios debemos adaptarnos a las nuevas realidades. El éxito de jornadas, como la celebrada en Roques Blanques, reafirman que acercarse a los cementerios desde una nueva perspectiva es posible”, remarca Joan Ventura.
La historia de Sitges, Vilanova y Viladecans a través de sus cementerios
También en el marco de Todos los Santos, GIC de Nomber programa desde hace años, rutas guiadas y gratuitas en tres de los cementerios que gestiona en las comarcas barcelonesas del Garraf y el Baix Llobregat: Sant Sebastià, en Sitges; Vilanova y la Geltrú, y Viladecans. Se trata de tres recintos municipales con más de 150 años de historia y unos legados funerarios de gran interés, algunos de ellos con un importante valor artístico y cultural. Todos ellos repasan la vida y anécdotas de los personajes relevantes enterrados, así como el patrimonio escultórico y arquitectónico que esconden: “Estas rutas son también una forma de aproximar los cementerios a la ciudadanía desde un nuevo punto de vista, a menudo sorprendente, ya que, a través de las sepulturas, descubrimos numerosos detalles de la historia, la cultura y el arte de la población”.
En el Garraf, las visitas a los cementerios de Sitges y Vilanova permiten conocer la época en la que vivieron los indianos. Lo hacen a través de un recorrido por las sepulturas monumentales que acogen ambos recintos, principalmente panteones y tumbas, llenas de simbología funeraria. La mayoría, pertenecientes a prestigiosos arquitectos y escultores de la época, iconos del modernismo catalán, como Josep Llimona, Domènech Estapà, Manel Fuxà o Frederic Marès. Por otra parte, la visita por Viladecans desvela la evolución de esta ciudad del Baix Llobregat a través de sus personajes más significativos, que han marcado su historia del último siglo y medio, y donde dejaron un gran recuerdo.
Los cementerios de Sant Sebastià de Sitges y Vilanova y la Geltrú forman parte de la ASCE, la Asociación Europea de Cementerios Significativos, que reconoce el importante patrimonio histórico, cultural y artístico de estos espacios. Además, el cementerio de Sant Sebastià integra la Ruta Europea de Cementerios, que marca un recorrido turístico por los principales recintos funerarios europeos.
Sepulturas innovadoras y espacios sostenibles, adaptados a cada necesidad
Además de impulsar actividades especiales abiertas y dirigidas a toda la ciudadanía, GIC de Nomber se adapta a las nuevas necesidades de la sociedad desde los cementerios, desarrollando espacios y sepulturas sostenibles e innovadoras tanto para las personas que optan por la incineración, tendencia que en Cataluña ya supera el 52% de los servicios funerarios, como para aquellas que prefieren la inhumación. Por un lado, para dar respuesta a la cremación, la empresa cuenta en la mayoría de los recintos que gestiona con soluciones como columbarios o jardines, creados especialmente para enterrar, depositar o esparcir las cenizas de forma controlada. En este ámbito, en los últimos 10 años, GIC de Nomber ha registrado un aumento de la demanda de este tipo de alternativas para cenizas de un 40%. En algunos cementerios, como Roques Blanques, esta cifra llega al 122 %, a raíz de las múltiples opciones para cenizas que ofrece.
Entre las diversas soluciones sostenibles para cenizas, una de las más demandadas es el Árbol familiar, una alternativa pionera en España que GIC de Nomber puso en marcha por primera vez en el cementerio de Roques Blanques. Consiste en depositar las cenizas dentro de una urna biodegradable, junto a un árbol autóctono mediterráneo. Alrededor del árbol elegido, la familia puede inhumar hasta cinco urnas. Esta opción, que se inició en 2007 en la zona del Bosque de la calma de Roques Blanques, cuenta ya con más de 2.000 árboles plantados. Próximamente, esta iniciativa se pondrá también en marcha en el cementerio de Les Pruelles de Sitges (Barcelona). En este caso, el árbol elegido será el almendro, una especie milenaria cuya flor significa agradecimiento y vida eterna. Se plantarán en la entrada del cementerio, junto a la zona donde se halla el Jardín de las amapolas, un espacio memorial formado por decenas de amapolas y mariposas de porcelana bajo las cuales se inhuman las cenizas en urnas biodegradables.
Otras opciones para cenizas innovadoras y únicas en nuestro país, integradas en la naturaleza, son el Camino del bosque o la Fuente y Jardín del reposo, que permiten depositar la urna, siempre biodegradable, en un entorno adecuado para este fin, de forma totalmente controlada.
Por otra parte, alternativas como Urna vida, desarrollada por GIC de Nomber, representan una opción para las familias que quieren dar un destino especial a las cenizas, manteniéndolas en un entorno propio y controlado a la vez. Inspirada en los terrarios de jardinería, el concepto de esta urna esférica de cristal evoca el ciclo de la vida, integrando una porción de las cenizas, que se mezclan con la tierra para poder plantar diversas especies vegetales.
Pese a las múltiples posibilidades, solo un 30% de las cenizas se quedan en los cementerios. “Muchas familias no saben qué hacer con ellas y las guardan durante años en casa, sin darles un destino adecuado, lo que dificulta la gestión del duelo. Otros, las dejan en la naturaleza, de forma no controlada, que representa un problema para el medio ambiente”, reconoce Joan Ventura, consejero delegado de Áltima.
Además de los espacios para cenizas, los cementerios siguen contando con diversidad de sepulturas para entierros tradicionales, como panteones, tumbas o nichos, para dar respuesta al casi 48% de la población que se decanta por la inhumación, una cifra que en núcleos rurales puede llegar al 60%. Entre éstas, destacan alternativas respetuosas con el entorno, como los Panteones del bosque, rodeados de prado, o los Nichos verdes, planteados como jardines verticales.
Todas las opciones están abiertas a cualquier creencia, ya que los cementerios son espacios multiconfesionales, sin embargo, algunos de ellos, como el de Roques Blanques, cuentan con lugares específicos para comunidades como la musulmana, con un recinto con 85 departamentos, o la bahá’í, con una cincuentena de sepulturas.
En recuerdo a los hijos perdidos prematuramente
GIC de Nomber también ha ampliado en los últimos tres años los espacios dedicados al duelo gestacional, perinatal y neonatal ubicados en los cementerios. Además de ser un punto de referencia físico donde recordar a los hijos perdidos en la gestación, durante o poco después del parto, en muchos casos, estos lugares permiten también incorporar las cenizas del ser querido. Según el espacio, existe la posibilidad de enterrar la urna infantil biodegradable bajo unas mariposas de porcelana, símbolo del ciclo de la vida, o bien mezclarlas con áridos para conformar una estrella de colores, que se ubica sobre un parterre de piedras de río.
Cerca de una decena de cementerios gestionados por GIC de Nomber ya cuentan con espacios de este tipo, como los de Roques Blanques, Sant Vicenç dels Horts, Sant Just Desvern, Sant Cugat del Vallès, Castellar del Vallès, Sant Pere de Ribes, Ripoll y, recientemente, El Prat de Llobregat. Próximamente, están previstos dos nuevos espacios en los camposantos de Viladecans y Vilanova y la Geltrú.