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Diseñadores italianos desarrollan vainas orgánicas para entierros

Cápsula Mundi

Una empresa italiana, encabezada por los diseñadores Anna Citelli y Raoul Bretzel, ha creado Capsula Mundi, un proyecto contempla poner el fallecido en posición fetal dentro de una cápsula de plástico biodegradable que se entierra en un bosque. Justo encima se planta un árbol -para la región mediterránea se proponen como opciones el eucalipto, el castaño, el roble y el olivo- o un arbusto -a escoger entre el laurel, el madroño, la ginesta o el mirto- previamente elegido, según publicaba el pasado lunes La Vanguardia.

Es el primer proyecto italiano creado para promover la realización de los cementerios verdes, para que dejen de estar llenos de lápidas y se conviertan en bosques sagrados” a los que puedan acudir los familiares y amigos de los fallecidos, explican los ideólogos en su página web. “El árbol representa la unión entre la tierra y el cielo. Para hacer un ataúd que se utiliza durante tres días se ha cortado un árbol que ha necesitado de 10 a 40 años para crecer”, añaden.

Las vainas de Capsula Mundi se crean a partir del almidón recogido en plantas como el maíz y las patatas. Anna Cittelli y Raoul Bretzel, dedicados profesionalmente al mundo de la publicidad y del diseño industrial, decidieron, según explican, emprender este trabajo como respuesta a los problemas de una sociedad alejada de la naturaleza y sobrecargada de objetos materiales. Su proyecto aún se encuentra en fase de desarrollo porque la legislación italiana prohíbe este tipo de entierros porque determina que los cementerios tienen que ser protegidos en una zona controlada y cerrada. La Asociación Capsula Mundi trabaja para modificar una ley que considera anticuada. “La idea es crear parques conmemorativos llenos de árboles en lugar de lápidas. En vez de destruir madera, al final de nuestras vidas proporcionaríamos sustento a nuevos árboles. Entendemos que la idea de que nuestros seres queridos y descendientes puedan visitar nuestro árbol, cuidar de él y descansar a su sombra es poética y reconfortante.

Hace algunos años, el Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE) desarrolló en Catalunya un proyecto similar. En aquel caso, la urna funeraria fabricada con cáscara de coco, turba compactada y celulosa que contenía en su interior cenizas -de animales- y la semilla de un árbol. Precisamente, este fue el método que se utilizó en 2004 para enterrar a Copito de Nieve en el Zoo de Barcelona. El gorila albino sirvió como nutriente para un castaño.

 

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