Málaga colaborará en mantener el Cementerio Inglés
El Ayuntamiento de Málaga colaborará en el mantenimiento del Cementerio Inglés y está dispuesto a buscar empresas “preferiblemente británicas” que contribuyan a su equilibrio económico.
Así lo ha manifestado en su cuenta oficial de Twitter Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, que en 2006 ayudó a la creación de la Fundación Cementerio Inglés de Málaga. A pesar de que el cementerio no es una instalación municipal, el ayuntamiento “colaborará para completar los fondos necesarios“, añade el alcalde.
Estas declaraciones se han producido después de que el patronato de la Fundación Cementerio Inglés de Málaga anunciase el cierre definitivo del camposanto de lunes a viernes. El cierre se ha materializado desde el pasado 1 de febrero, debido a la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19.
“Nos apena profundamente haber llegado a esta situación. El año 2020 ha golpeado muy duramente las principales fuentes por las cuales se financia el monumento (visitas y actividades culturales) y esto nos ha obligado a tomar esta decisión”, aseguraban desde la Fundación que gestiona el centro.
Los esfuerzos de la entidad están volcados ahora en conseguir los fondos necesarios de instituciones públicas y privadas para asegurar el mantenimiento del Cementerio Inglés y poder recuperar la normal actividad del recinto. También es su objetivo dar a conocer las distintas opciones para el depósito de cenizas y columbarios.
El primer camposanto protestante de la Península Ibérica
El Cementerio Inglés de Málaga fue fundado en 1831. Se trata del primer camposanto protestante que se estableció en la Península Ibérica, a petición de William Mark, nombrado cónsul británico en 1824. Gracias a sus habilidades diplomáticas y sus buenas relaciones con las autoridades de la ciudad andaluza, Mark consiguió que se le asignase un solar con vistas al mar. En este espacio se empezaron a realizar los enterramientos de los británicos que morían en Málaga. Se dejaban atrás así los tiempos en los que, cuando un ciudadano inglés fallecía en tierras españolas, el cadáver se solía arrojar al mar. Otro de los destinos finales para estos fallecidos era la inhumación en la huerta de algún convento, sin ningún rito de ceremonia.
El recinto fue nombrado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía en 2012. Además está registrado en la Asociación de Cementerios Significativos de Europa (ASCE) gracias a su gran valor artístico, histórico, literario y botánico.