Un hallazgo arqueológico único en la Península Ibérica
Durante la campaña de excavaciones del pasado verano se encontraban, en una cueva del yacimiento de Can Sadurní de la localidad barcelonesa de Begues, cuatro esqueletos de 6.400 años de antigüedad. En concreto, se trata de los restos de un adulto de unos 50 años, un joven y dos niños.
La peculiaridad del hallazgo es el método en el que los cadáveres fueron depositados, ya que no fueron enterrados, sino colocados en el interior de una cueva, siguiendo el arco que forma la pared norte de la cavidad. Con el tiempo y de forma natural, se depositaron capas de sedimentos, en forma de pequeños desprendimientos. Este método de inhumación no se había encontrado hasta entonces en ningún punto de la Península Ibérica.
Las condiciones de humedad y temperatura han permitido que los cuerpos se mantuviesen en buenas condiciones y prácticamente enteros.